Que un presidente de la Generalitat de Catalunya en activo haya sido juzgado por primera vez en democracia, ha dado carnaza a muchos medios unionistas que han visto la oportunidad para mostrarse de manera más abyecta, si es posible, a cómo acostumbran a hacerlo. Torra se enfrenta a un delito de desobediencia por no haber sacado una pancarta con el lazo amarillo pidiendo la libertad de los presos políticos del balcón de Palau durante la campaña electoral del 28 de abril pasado. En El País ya se pasaron de frenazo escribiendo que "El fiscal pide para Torra 20 años de inhabilitación". Mezclando realidad y deseo.
Mireia Comas
Y ahora ha sido el diario El Mundo quien ha ido un paso más allá haciendo una tarea de investigación vergonzosa. Un artículo que no tiene ningún tipo de justificación, excepto la voluntad firme de desacreditar, menospreciar y ridiculizar al presidente de la Generalitat. ¿Qué han hecho? Hurgar en la basura, rebuscar en el pasado de Torra de cuándo estaba en edad escolar y localizar a excompañeros de escuela de Torra para que soltaran todos sus selectivos recuerdos de infancia. El título ya es toda una declaración de intenciones: "Quim Torra: el alumno automarginado y calladito de los jesuitas".
Efe
Y dentro, una retahíla de frases como el primer fragmento, una recopilación de todo lo que es este artículo: "Escasamente brillante, alejado del deporte, tímido, automarginado, buen niño... Así recuerdan a Quim Torra (Joaquín, en su ficha escolar) sus compañeros del colegio de los jesuitas de Sarriá, en Barcelona, donde hablaban con él en castellano". Todo en esta frase es de una mala intención que echa para atrás. Sigue: "También como católico, apostólico y romano, a lo que hay que añadir un término muy catalán, misaire (que va mucho a misa)". Un no parar de frases de este estilo: "Dicen quienes le conocen, aunque sea de refilón porque iban a cursos superiores o inferiores, que es obcecado, tozudo y fiel a sus ideas hasta el extremo, lo mismo que dicen del fugado Carles Puigdemont sus aliados. Le enseñaron que el diablo es el origen de todos los males y vencerle es el objetivo".
Mireia Comas
Estos que lo conocieron, aunque sea de refilón, han servido al diario para hacer un retrato que se adapta a su intencionalidad a la hora de hacer este texto. ¿Qué dicen los compañeros de escuela que han encontrado?: ""Era un niño con el que no nos metíamos mucho porque nos parecía un poco débil en sus gestos. Tampoco le gustaban los deportes, no jugaba al fútbol y se pasaba los recreos en un rincón del patio jugando con piedrecitas y hojas, era un niño especial. Ya un poco más mayores salíamos con las niñas del Sagrado Corazón, pero él nunca se sumaba al grupo". Como si Torra no fuera todo aquello que un hombretón hecho y derecho tiene que ser, un muchacho que ni iba con chicas ni siquiera bebía cerveza, oh! sacrilegio!: "Tampoco estaba cuando nos íbamos por ahí a beber cerveza. Podríamos justificarlo diciendo que era un estudiante muy brillante, pero tampoco sobresalió en eso".
ACN
Unos excompañeros que dicen que intentaron mantener contacto con él pasados los años, "pero él mismo se alejó del grupo por sus ideas independentistas. No cuadrábamos, no éramos de su cuerda. Pero fue él el que se separó". Y añade otro de este amigos de escuela: "Lo que realmente me cuesta comprender es cómo un niño tan tímido, automarginado y que nunca sobresalía en nada, es capaz ahora de soltar las bravuconadas que suelta y quedarse tan fresco". Un artículo absolutamente vergonzoso, de la cabeza a los pies. Quizás su autor, ya que le gusta tanto hablar de la escuela de Torra, se perdió la clase donde enseñaron dignidad.