Hace ya dos años que Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina decidieron poner punto final a su matrimonio. No fue una separación fácil. Tras décadas de silencio y complicidad pública, llegó una batalla legal larga y amarga que se prolongó durante casi cuatro años. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder. Cristina se sintió traicionada y humillada, mientras que el exduque de Palma no ocultaba su resentimiento hacia la familia Borbón, a la que responsabiliza de haber acabado entre rejas. Aquellos años en prisión le dejaron cicatrices profundas y cambiaron por completo su manera de ver el mundo.

Según ha revelado el periodista Juan Luis Galiacho, el exdeportista habría recibido una jugosa compensación económica: dos millones de euros y una pensión vitalicia de 25.000 euros mensuales. Detrás de esta maniobra estaría el rey emérito, Juan Carlos I, decidido a comprar su silencio y evitar un nuevo escándalo que volviera a sacudir los cimientos de la monarquía.
En el terreno sentimental, Iñaki ya ha dejado claro que su corazón pertenece a Ainhoa Armentia. Llevan juntos casi cinco años y su relación se consolida día a día. Sin embargo, hay un detalle que frena sus planes de boda: si volviera a casarse, perdería los privilegios económicos pactados en el divorcio. Fuentes cercanas aseguran que, de no haberse filtrado las imágenes junto a Ainhoa, el exduque habría mantenido una doble vida, como ya hizo en el pasado.
Cuando Cristina conoció a Iñaki, él era una de las estrellas del balonmano del FC Barcelona y mantenía una relación con Carmen Camí. Pero su encuentro con la hija de Juan Carlos I cambió todo. La atracción fue inmediata, y aunque seguía vinculado a su novia de entonces, la perspectiva de convertirse en parte de la realeza resultó demasiado tentadora.
Carmen Camí se sintió decepcionada con Iñaki Urdangarin
Dicen que Iñaki Urdangarin nunca estuvo verdaderamente enamorado de Cristina. Según la periodista Maica Vasco, lo que le movía era la oportunidad. Su físico, su carisma y su fama como deportista le abrían muchas puertas, pero ninguna tan poderosa como la que daba acceso al palacio de la Zarzuela. Con el tiempo, sus infidelidades confirmaron lo que muchos sospechaban: lo suyo con Cristina fue más estrategia que amor.
Maica Vasco incluso lo compara con Letizia Ortiz, aunque con más astucia. Siempre supo que un posible divorcio podría reportarle grandes beneficios, y no se equivocó. Antes de romper con Carmen Camí, se aseguró de contar con el beneplácito de los reyes Juan Carlos y Sofía. Su encanto y habilidad para conquistar a Cristina hicieron el resto. Lo que nunca imaginó fue que aquel matrimonio de ensueño acabaría siendo su ruina.
Carmen Camí se sintió decepcionada con Iñaki Urdangarin. "Camí se enteraba por la televisión de que ya no era la novia del deportista”, aseguraba ‘El País’. Solo días después, Carmen fue a retirar la parte de su dinero que mantenía en una cuenta bancaria conjunta con Urdangarin. Pero la catalana descubrió que no quedaba dinero. Según se dijo, "tanto su parte como la de Iñaki habían desaparecido".
