Por mucho que en las españas haya quien tenga urticaria con cualquier cosa que tenga que ver con los catalanes, por mucho que a muchos les explote la cabeza cuando oyen alguna cosa que viene de nuestra casa y nos imaginan a los catalanes como una especie de seres endemoniados, hay quien no se puede resistir a la tentación de caer rendidos a iconos de aquí, maravillas culinarias, pedazos de cielo hechos platos, cuando tienen en frente alguna creación surgida de nuestra cocina, de nuestra historia, de nuestros antepasados en los fogones. Por ejemplo, el pan con tomate. Y es que no se entiende un bocadillo o una rebanada de pan tostado sin tomate. No se entiende que en España coman un incomible pan casi seco, que cuesta de tragar. En este sentido, hemos visto algunas aberraciones con trozos de tomate rayado o con una especie de crema-vomitado que lo esparcen con una cuchara. También se han visto cosas raras con la crema catalana. Pero poco a poco, especialmente en Madrid, empiezan a abrazar delicias de nuestra cocina. La última, la que nos han ofrecido en el programa de TV3 Tot es mou.

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Calçots en Madrid / TV3

En Madrid, las últimas horas, parece que solo viven para la boda entre su alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y su pareja, Teresa Urquijo. Un bodorrio con tufo de caspa, lleno de Borbones, pero donde no irá Letizia. Ya se sabe el menú del convite. Y no. No habrá una obra de arte muy nuestra como los calçots. Ellos se lo pierden. El programa de la Melero, sin embargo, este viernes, ha ido hasta Collado Villalba, cerca de la Sierra Madrileña, junto a Madrid, para mostrarnos qué está pasando allí con esta maravilla de nuestra gastronomía. El reportero Jordi Gil ha ido hasta allí para charlar con un catalán que trata de exportar la pasión por los calçots a Madrid. ¿Dónde? A la Calçotada Fest, que ya va por su tercera edición.

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Calçots en Madrid / TV3

El responsable explica que hace 22 años que hacen calçots en Madrid, que tiene "una aceptación bestial. A la gente de Madrid le gusta muchísimo los calçots. Es traer la fiesta de Valls a Madrid". El periodista le dice que "aquí siempre se dice que lo mejor del mundo pasa en Madrid: la mejor pizza, la mejor paella... ¿la mejor calçotada también se hace en Madrid?", deja caer con socarronería, ironizando sobre la tradicional fanfarronería de los madrileños. Respuesta: "Indudablemente. Los calçots son de Valls, la salsa romesco es cojonuda, las butifarras son de Barcelona, el fuet de Vic... sí, sí, por supuesto". Y acto seguido, muestran cómo los hacen, con unas parrillas gigantes y empiezan a dar vueltas. Los espectadores de TV3, sin embargo, más que verlo como una exportación de un producto tan querido y nuestro de Catalunya, se lo han cogido por la parte que quema y no les ha acabado de convencer saber o dejar de saber cómo hacen calçots en Madrid y han tirado de ironía:

No sabemos si los calçots quedaron bien hechos o no. Los que están bastante quemados, por lo que se ve con los comentarios, son muchos espectadores catalanes.