La periodista Ana Pastor ha sido una de las protagonistas de esta intensa jornada de constitución de las cámaras del Congreso y el Senado. Más que protagonista, ha sido una diana. El motivo, sin embargo, no ha tenido nada que ver con su trabajo periodístico, sino con el color de su indumentaria. Pastor ha osado desafiar al establishment unionista presentándose de color amarillo en el Parlamento español. Amarillo. Mira que la paleta de colores ofrece posibilidades. ¡Y va ella y escoge el amarillo! ¡Con los presos políticos sentados en sus escaños! La España "de buena fe" ha estado a punto de perder la córnea, la retina y el iris. ¡Ultraje! ¡Rebelión! ¡Pastor al paredón!

Pastor de amarillo La Sexta

La Sexta

El sector "moderado" de las redes ha reaccionado con su habitual amabilidad y espíritu de concordia frente a la vestimenta de la periodista de La Sexta. Es decir, han dejado chorreando el timeline de Twitter con una densa bilis color "piolín". Exactamente igual que cuando vimos a una de las diosas españolistas, Cayetana Álvarez de Toledo, en el debate de TV3, ¿verdad?

cayetana alvarez toledo debate amarillo acn

ACN

Es broma. Lo que en el caso de la marquesa era una forma de libertad y una provocación a la Catalunya xenófoba de los "lazis", se ha convertido en una avalancha de insultos hacia la periodista televisiva. Y mira que ni ella ni su marido, el todopoderoso Antonio García Ferreras, son susceptibles de empatizar con la causa catalana. Da igual. Su susceptibilidad es tan volátil como la consistencia de su rancio concepto de democracia y libertad.

Pastor, que sepas que has creado el caos. España, enferma de xantofobia (miedo al color amarillo), está desconcertada: ¡La Sexta es indepe! Te esperamos otro día con uno de los diseños del Ágata Ruiz de la Prada, a ver si así se calman los ánimos del hooliganismo patrio. Quizás el remedio es más peligroso que la enfermedad, pero en fin... todo sea por "la grande y libre" que lloriquean los nostálgicos de otras épocas.