Hace poco más de un mes, el diario Ara destapaba una noticia que ponía los pelos de punta. Los supuestos abusos sexuales, vejaciones, maltratos psicológicos y humillaciones de uno de los profesores históricos del Instituto del Teatro a sus alumnos y alumnas, Joan Ollé. Numerosos testimonios de aspirantes a actrices y a actores explicaban sus dramáticas experiencias con pelos y señales. Primero, en el citado medio, con frases que ponen la carne de gallina como "Él iba bebido y no me tenía respeto. Cuando intentaba marcharse, me retenía verbal y físicamente. Me tocaba la espalda, el culo, los brazos. Se acercaba a mí y me pedía «besitos, "Alguna vez se ofreció a hacerme un masaje. Yo me dejé hacer, pero forzada. Me hacía insinuaciones, Él dijo que me invitaba y dijo 'A estas actrices, que se les pagas la cena y no te las puedes follar'", "Se me lanzó encima e intentó morrearme. Me deshice de él. y me dijo 'Después de todo lo que he hecho por ti, ¿me tratas así? No volverás a encontrar trabajo nunca más" o "Decía cosas como: 'A estas chicas me las follaría todas, qué tengo que hacer para follármelas'?.

Joan Ollé TV3

Joan Ollé / TV3

Después de estas durísimas acusaciones, algunas actrices denunciaron públicamente en algún programa de televisión, como el de Gemma Nierga en TVE, que cuando eran alumnas de su taller, recibió maltrato psicológico, al no parar de "insultarme, humillarme, hacerme llorar y decirme que era una actriz pésima." No sólo aportaron su testimonio jóvenes estudiantes. También reputados actores que han tenido una trayectoria profesional como Joel Joan: "Lo de Joan sobrepasaba todos los límites. Era un especialista en destruirte. Iba mamado, tampoco escondía la botella de güisqui. Sé de compañeras que no quieren decir el nombre que en la fiesta de final de curso las arrambaba sin previo aviso y les metía un morreo y a huir por patas. Un loco. Hay que ser exigente, pero no un tarado que arrasa con todo aquello que tiene delante. Y una mala leche increíble. Tiene un problema de ira interna que lo hacía ser un prepotente. Joan Ollé era un especialista en destruirte":

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Después de un mes, Ollé ha hablado, en una carta abierta. Apartado de sus funciones del Instituto del Teatro desde que estalló el escándalo, el director teatral ha dado su versión de los hechos al diario donde colaboraba antes de que se supieran las acusaciones, El Periódico. Ollé rechaza todo lo que se dice de él y pregona su inocencia: "Ha sido muy doloroso para mí y para los míos leer las denuncias de alumnos y exalumnos". Ollé, citado a declarar el 26 de marzo por la Comisión para la Prevención del Acoso Sexual en la sede de la Diputación, dice que ahora habla después de haber declarado: "He tenido que dejar, humillado y sin ningún respeto por mi presunción de inocencia, no solo tres proyectos teatrales ya en marcha, sino también otras actividades profesionales, siendo objeto de un escrutinio público implacable y sin derecho a réplica, que ha hecho mucho daño tanto a mí como a las personas que quiero, y me ha dejado en una situación en la que me es actualmente imposible ganarme la vida".

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Joan Ollé / Efe

Sobre las acusaciones concretas, argumenta: "Nunca he cometido ningún comportamiento legalmente reprobable hacia ellos (los alumnos), pero me resulta ahora evidente que si mi manera de enseñar y de comunicarme ha podido hacer daño, de manera no intencionada, a alguien, pido perdón tanto a los que me han denunciado como a los que no lo han hecho. Nunca he faltado deliberadamente al respeto a ninguna persona ni he pretendido obtener ninguna ventaja de mi posición docente".  Niega la mayor a cualquier acusación de  tener ningún tipo de relación sexual con alumnos: "Nunca en casi 40 años de docencia en el Instituto (...) he mantenido ningún tipo de relación sentimental ni sexual con ninguna alumna ni alumno, en ningún caso ni bajo ninguna circunstancia. Nunca he usado mi posición académica para asediar a nadie ni para sacar provecho de otra manera. Aunque mis alumnos han sido siempre mayores de edad y con capacidad de consentimiento, para mí esta ha sido una línea roja que nunca he pisado. Ni una sola persona podrá decir que he aprovechado esta circunstancia para, prevaliéndome de mi posición, conseguir ningún tipo de beneficio personal".

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Joan Ollé / ACN

Sigue: "Nunca he agredido a nadie, ni hubiera tolerado ningún tipo de agresión en mis clases. Condeno cualquier tipo de abuso contra las mujeres, y, en particular, el abuso sexual, así como cualquier vejación o humillación a cualquier persona, sea cual sea su género, raza, ideología u orientación sexual. Sin matices. Pido que no se saquen las cosas de contexto ni las acusaciones se tergiversen o disfracen de algo que no son: tanto el abuso como el acoso son delitos, y yo no he cometido ninguno, ni he atentado a lo largo de 40 años contra la libertad y la dignidad de mis alumnos. No me condenéis antes de ser juzgado". Unas justificaciones que han indignado todavía más a buena parte de la red:

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