Victoria Federica atraviesa uno de sus momentos más dulces. La recién reconocida influencer vive su mejor momento profesional y persona, con el corazón totalmente libre, disfruta de su soltería, aunque se le ve muy bien acompañada del torero Roca Rey y del piloto Albert Arenas, con los dos muestra una gran complicidad. Por ahora parece que no está interesada en nada serio, su relación de tres años con Jorge Bárcenas le agotó. Volcada en su carrera en el mundo de las redes sociales y la moda, ya es una de las celebridades mejor pagadas.

Esta semana la hija de Elena de Borbón y Jaime de Marichalar recupera su rutina en la capital madrileña después de pasar un verano a todo lujo con amigos en las islas baleares y en Marbella. También estuvo unos días acompañada por su hermano Froilán. En el inicio del mes de septiembre celebraba su cumpleaños. 23 años. Lo hacía como ella le gustaba, con una fiesta por todo lo alto sin escatimar en detalles. Rodeada siempre de familiares y buenos amigos.

Victoria Federica concierto coldplay

A día de hoy, Victoria Federica es uno de los rostros más demandados por las marcas y los photocalls, por este motivo está rodeada de grandes amigos Influencers, los mismos que no se han querido perder esta gran fiesta, rodeada de medios de comunicación.

Victoria Federica invita a sus padres, pero no quieren verse 

Se desconoce si habrá otra celebración más exclusiva, pero en esta ocasión ha optado por una cena informal y emotiva con sus mejores amigos. Se lo pasaron en grande y recordaron anécdotas entre risas. La diversión estuvo asegurada. Estuvo acompañada por rostros como Tomás Páramo y María García de Jaime. Cenaron en un restaurante de la capital y terminaron bailando hasta la madrugada en una discoteca.

Victoria Federica EFE

Victoria Federica también hizo una celebración mucho más familiar, invitó a sus padres, Jaime de Marichalar y Elena de Borbón. Sin embargo, parece que por ahora no será posible juntarles. Desde que se divorciaron, a principios de la década de los 2.000, no se han vuelto a ver las caras, tan solo hace unos años en una boda y ni se saludaron. Entre ellos la relación está completamente rota, ni tan siquiera cordial, ni por sus hijos. Han vivido siempre de forma independiente el uno del otro. El exduque de Palma muestra más cercanía con su hija y quiso estar presente en el día de su cumpleaños, mientras que la infanta renunció por no verle. La relación entre madre e hija también vive uno de sus peores momentos. El carácter de ambas es demasiado fuerte y chocan bastante, aún así viven juntas.