La reina Sofía, una figura emblemática de la Casa Real Española, ha sido un pilar fundamental en la historia moderna de España. Desde que asumió la corona en 1975, ha dedicado décadas a servir en actividades sociales, culturales y humanitarias, consolidando su papel como una de las reinas más respetadas y queridas del país. Su presencia constante y su compromiso con diversas causas han hecho que su figura sea un símbolo de estabilidad y dedicación para la nación. Para el actual rey Felipe VI, la figura de su madre ha sido siempre una fuente de apoyo y guía. ¿Qué pasaría a su partida de este plano terrenal?
Además de ser una madre a tiempo completo para sus hijos, la reina Sofía estuvo presente en los momentos más importantes de las últimas décadas de reinado. La relación entre ella y Felipe VI ha sido de respeto y admiración mutua. Es por ello que el rey ha demostrado que no duda en mantenerla dentro de la institución, reconociendo su valiosa aportación a la monarquía.
Eso sí, el tiempo continúa avanzando y no da tregua. Sofía envejece, así como lo hace Juan Carlos I, quien reside en Abu Dabi tras su salida de España en 2020. La vejez de ambos personajes pone en el centro del debate público el tema de las herencias y las fortunas familiares, un asunto que cada vez cobra mayor protagonismo en los medios de comunicación.
Felipe VI no rechaza la herencia de la reina Sofía
El capital de Juan Carlos I, estimado en más de 2000 millones de euros, según The New York Times, ha sido objeto de mucha atención y especulación. Se cree que su riqueza no solo proviene de su reinado, la obtendría mediante favores, negocios y relaciones con príncipes y empresarios de los Emiratos Árabes; entre otros posibles negocios aún no revelados.
Por su parte, Felipe tomó una postura clara: renunció públicamente a recibir cualquier ganancia derivada de la fortuna de su padre. En un esfuerzo por evitar problemas fiscales en España, la mayor parte de los fondos que podrían corresponder al emérito están siendo transferidos a las infantas Cristina y Elena a través de una fundación que creó en Abu Dabi. Sin embargo, la historia no termina.
La herencia de Sofía es un factor importante en este escenario. Aunque su sueldo oficial es de más de 120 mil euros anuales, gran parte de su patrimonio proviene de Juan Carlos I y sus negocios, así como de su herencia familiar. Lo que resulta aún más interesante es que el rey no ha renunciado a la posibilidad de recibir lo que le pueda legar su madre. La herencia, que incluye fondos provenientes de la familia de Grecia y de su matrimonio, podría convertir al marido de Letizia en un multimillonario en el futuro cercano. Esto, sin duda, cambiaría la dinámica económica de la familia real y, en consecuencia, la percepción pública sobre la riqueza y el poder en la monarquía española.
La reina Sofía representa servicio, dedicación y podría convertirse en la clave para que Felipe VI alcance un mayor poder económico. Las herencias, fortunas y negocios son tópicos que, sin duda, seguirán rondando el pensamiento colectivo.