Fin de semana de jarana royal en Dinamarca: el príncipe Christian, segundo en la línea de sucesión del trono escandinavo, cumplía 18 años. El fiestón organizado por la reina Margarita, la abuela del homenajeado, reunió a la flor y la nata de las casas reales europeas. Bueno, si exceptuamos a la corona española, claro. Felipe y Letizia no acudieron al castillo de Christianborg, con la excusa del viaje oficial previsto para el próximo 6 de noviembre, ni tampoco contaron con la heredera Leonor, de la misma quinta que el joven danés. Mejor así, la princesa recluta española habría chocado con la triste realidad de su existencia, rehén de una monarquía cutre, hortera y anclada en tiempos pretéritos y poco edificantes.

La lista de invitados es extensa, con una nutrida representación de sus homólogos escandinavos. A la cabeza del elenco, Victoria y Daniel de Suecia con su hija Estelle, y Haakon y Mette-Marit de Noruega con Ingrid Alexandra. Amalia de Holanda o Elisabeth de Bélgica tampoco se lo perdieron, así como Pablo y Marie Chantal de Grecia. Estos últimos, parientes de la reina Sofía y, por lo tanto, de Felipe VI, son también personajes espinosos en Zarzuela. Marie es la enemiga íntima de la actual reina española, aunque últimamente parece que han firmado una tregua. Ahora, que la confianza entre ellas es ínfima, eso es una verdad como un templo. También que el patinazo de la británica durante el acto oficial provocaría alguna sonrisa maliciosa en la asturiana. Seguro que sí.

Letizia Marie Chantal efe
Letizia y Marie Chantal / EFE

La pifia de Marie Chantal es de protocolo y relacionada con el vestuario. Sobre su vestido rosa con cinturón marcando cintura llevaba una banda de color azul oscuro, que caía de derecha a izquierda. El detalle de la dirección no es menor, tampoco el color. Explica 'Lecturas' que "el vestuario de los royals requería condecoraciones. La mayoría optó por la Orden del Elefante que lucía Pablo de Grecia, una banda azul celeste que culmina en un elefante de color blanco y pertenece al país escandinavo. Sin embargo, su mujer, al no disponer de ella optó por la banda griega, un modelo más oscuro con ribetes blancos". Un recurso de emergencia que saltaba a la vista. Pero no es esta la madre del cordero del problema, no: es que nadie le explicó que "las bandas, por lo general, se llevan de derecha a izquierda, excepto la de la Orden del Elefante. Quizás copiando a su marido, cometió un error de etiqueta al lucirla de la misma forma y así desfiló a su entrada en palacio". Vaya, que llevaba una banda igual que podría haber llevado un lazo o unas alas de hada de disfraz infantil. Lo hacía por estética, pero ni puñetera idea del significado.

Marie Chantal Pablo Grecia GTRES
Marie Chantal pifiándola con Pablo de Grecia / GTRES

Alguien muy despierto avisó a Marie Chantal, más preocupada quizás de no perder la tiara de joyas carísimas propiedad del joyero real griego (la reina Sofía la ha llevado en ocasiones) que de la banda de las narices. E hizo un cambio de sentido que ni Clark Kent cuando se convierte en Superman. Quizás consciente, sin embargo, de que había metido la pata, su rictus pasó de la sonrisa de anuncio de pasta de dentífrico a un gesto mucho más tenso, incómoda. Y es que cuando tu trabajo no va más allá de cuidar estos detalles, cuando la lías gorda pasa factura. La próxima vez, a estudiar más, Marie. Ains.

Marie Chantal cumpleaños GTRES
Marie Chantal con la banda bien colocada / GTRES