El Palacio Real de Madrid ha sido escenario de la clásica recepción de los monarcas a los cuerpos diplomáticos. Una jornada tranquila, solemne, con pocas ausencias: la del embajador ruso, en concreto. El resto de delegaciones con credenciales oficiales no se lo han perdido, algunos incluso luciendo sus trajes tradicionales para dar color y alegría a las recargadas salas del palacio. Felipe y Letizia han ido saludando a todos y cada uno de los invitados, engalanados, estirados y sonrientes, siguiendo el protocolo y el manual de supervivencia. Un besamanos eterno, en el que el 'dientes, dientes' era más necesario que nunca. La tormenta de Jaime del Burgo lo impregna todo.

Sin embargo, no es la estampa de los royals haciendo el papelón la que nos ocupa: más bien son dos imágenes que resumen perfectamente el incidente sufrido por la reina durante el acto. Una, la cara de mala uva de Felipe VI cuando su mujer no lo está mirando. Recuerda a la reacción posterior a aquella chapuza con el izado de la bandera, o el inolvidable paracaidista estrellándose contra una farola. La otra, captada segundos antes, es todavía más potente. Incluso metafórica: Letizia, por los suelos, arrodillada ante Felipe, a sus pies. Directa al World Press Photo. Fotón.

Felipe Letizia suelo GTRES
Letizia agachada y Felipe de pie / GTRES

La reina ha vuelto a sufrir un accidente con uno de sus complementos, una cosa parecida a lo que le pasó durante una visita oficial a Suecia. Allí, en presencia de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, perdió el control de su bolso, que cayó al suelo. Todo el contenido quedó derramado por la habitación, y la asturiana no dudó en ponerse de rodillas y recoger sus objetos personales. La reina Silvia estaba horrorizada, pobre mujer, el decoro a hacer puñetas. Bien, pues esta mañana lo que ha perdido ha sido una pulsera. Una cara y simbólica: con brillantes y zafiros, regalo de Juan Carlos y Sofía por la petición de mano. De tanto darla (la mano), el cierre de la pieza ha cedido y ha acabado volando. No queremos pensar mal de los diplomáticos, que quisieran llevarse un recuerdo de la visita y la operación saliera mal. El caso es que Letizia, atlética y siempre dispuesta para la acción, ha vuelto a arrodillarse... y a regalarnos esta imagen.

LETIZIA POR LOS SUELOS EN SUECIA:

Letizia bolso agachada Telecinco
Letizia recoge el bolso en Suecia / Telecinco

LETIZIA POR LOS SUELOS EN MADRID:

Letizia suelo GTRES
Letíca por los suelos / GTRES

Felipe se ha quedado con cara de póquer, mientras Letizia, una vez recuperada la pieza del joyero real, volvía a colocarla en su muñeca, a un metro de distancia de su marido. La mueca es de oro. La sensibilidad con las formas y el protocolo parece preocuparle, o quizás ser consciente de los clics de los fotógrafos acreditados... y de la interpretación que se podrá hacer de la escena en el futuro, incluso en el presente. Una imagen vale más que mil palabras. Y de palabras vamos bastante servidos, todo gracias al cuñado... o lo que fuera Del Burgo.

Letizia Felipe GTRES
Felipe con cara de mala uva / GTRES