Una de las pocas personas en Catalunya que conoce de primera mano la versión de Gerard Piqué en la ruptura con Shakira es Jordi Basté. El planeta está lleno de la versión de Shakira gracias a sus entrevistas y canciones: Piqué le fue infiel con Clara-mente, una joven que la colombiana considera mucho menos rica, estrella y guapa que ella. Pero Piqué no ha abierto la boca, solo una frase que pronunció entre lágrimas con un micrófono en medio del viejo Camp Nou que pasará a la historia de las rupturas de famosos: "Querer es dejar ir". No lloraba porque los socios le dejaran marchar del club, lloraba porque dejaba ir aquello que más quería: Milan y Sasha, sus hijos que ahora viven en Miami. Piqué calla y su entorno, los padres, el hermano, Kosmos o los amigos también callan. Basté es amigo del crack culé, la última gran entrevista que Gerard hizo en TV3 fue con Basté en el programa Fora de sèrie. Basté se ha mordido la lengua mucho tiempo pero cuando ha hablado se ha intuido que la versión de Piqué es que la vida con una diva como Shakira se volvió insoportable.


Basté, hablando de Leo Messi entrando al Camp Nou sin tener permiso para ser quien es, recuerda en Versió RAC1 una anécdota reveladora con motivo de un encuentro Shakira-Piqué, explicada seguramente por Piqué al locutor más escuchado de Cataluña. Fue en un Mundial, Basté: "Hablando de divas, hay un caso que es igual que el de Messi. Mundial de Alemania, había una persona que se llama Shakira que una tarde dice 'Quiero ir a un entrenamiento de la selección española para ver a mi marido'. Total que coge una furgoneta con todo su entorno y familia y se va acercando al estadio donde entrenaba, no sé si era en Stuttgart. El conductor iba diciendo 'Vengo aquí con Shakira' y iba pasando puertas, pero hay un momento que no puede pasar porque no te dejan pasar. Aparece una señora me dicen que alta gorda y con moño de la seguridad alemana y dice 'No aquí ya no se puede pasar'. Entonces Shakira abre la ventana, saca la cabeza, se quita las gafas de sol y dice 'Perdone, ¿podemos entrar un poco más?'. Por lo que me dicen, aquella furgoneta no llegó al centro del campo donde entrenaba Piqué porque Dios no quiso. Si aquella señora que no juega a fútbol, que canta y baila, pudo entrar al césped, ¡cómo puñetas no lo hará Messi en el Camp Nou!". Vídeo:

Todo el mundo se fija en la oreja aplastada de Jordi Basté contra los auriculares, pero lo más interesante del corte es lo revelador que resulta que Piqué le explique esta anécdota a Basté, con el calificativo de diva que le dedica a Shakira, para entender que convivir con una persona así tiene ventajas, abre paso y elimina barreras, pero a la larga tiene un gran inconveniente: Shakira se creía omnipotente, sus deseos son órdenes. Y convivir con Dios es insoportable. Esto explica por qué Piqué, a diferencia de las grandes estrellas, no ha cambiado una diva por otra, sino por una camarera de la calle Tuset. Clara Chía es lo opuesto a la diva. Piqué conduce mejor un Twingo que un Ferrari.