Los reyes de España ya están en Madrid después de su visita oficial a Suecia. Han sido días intensos: que si una recepción aquí, que si una visita allí, que si besamanos, comidas y todo tipo de actos protocolarios. Mucho trabajo, vaya. También para el estilista de Letizia, que ha tenido que preparar unos cuantos cambios de vestuario. La tarea le ha ido de perlas, porque los medios promonárquicos han quedado aturdidos y encantados de la vida con la pasarela de Ortiz en Estocolmo. Si no fuera por el patinazo de llevar una estola que imitaba la piel de un animal muerto, todo habría sido redondo.
Las últimas horas, sin embargo, han sido moviditas. La consorte sufrió un contratiempo durante una recepción en la embajada española en la capital del país, mientras estrechaban manos y recibían reverencias junto a Felipe VI y Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. La española perdió el control de su bolso, que cayó al suelo provocándole una mueca y un gesto de sorpresa y molestia. El impacto de la caída expulsó del interior del complemento todo su contenido, desparramaado entre una mesa y las banderas que tenían a su espalda. El secreto mejor guardado de la reina, al descubierto.
Letizia con su bolso / EFE
Letizia pierde el bolso en Suecia / Telecinco
Ya saben que Letizia cuida mucho su forma física, en ocasiones hasta el extremo. Más de una vez ha dejado patente la definición de sus músculos, entrenados a conciencia. Es fuerte y ágil, cualidades que fueron de mucha ayuda para intentar sobreponerse al inconveniente. Hizo un movimiento que nos deja una imagen nunca vista de la monarca, agachándose sin dificultades a pesar de llevar unos tacones bastante altos y un vestido que no sería el más adecuado para una sesión de fitness ni para hacer sentadillas. De repente la teníamos en el suelo, recogiendo sus pertinencias. ¿Qué llevaba? Lo sabemos.
Letizia agachada recogiendo el contenido de su bolso / Telecinco
El bolso de mano de la royal no es como el de la mayoría de mujeres. Las "mortales" llevan la cartera y el monedero, pañuelos, compresas, las llaves de casa, mascarillas y gel, chicles, gomas de pelo, maquillaje y el móvil. Ella no necesita el 80 por ciento de todo eso. Tiene asistentes/portadores que hacen este trabajo. No, ella con su teléfono y una barra de labios parece que tiene más que suficiente. Y esto es precisamente lo que quedó al descubierto durante el episodio. El programa de su amiga Sonsoles Ónega en Telecinco enseñó los segundos cruciales de la escena, gracias a los cuales todo el mundo pudo ver estos secretos. La cosa tiene su gracia, porque según El Español, la reina utiliza maquillaje de supermercado: uno que vale 4 euros. Vaya vista. O qué imaginación.
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La reina Letizia con la reina Silvia de Suecia / Telecinco
A Letizia no se le caen los anillos si sufre un contratiempo en público. Se le cae el bolsa, y punto.