En el mundo de la realeza y las celebridades, las verdaderas historias de familia a menudo permanecen en la sombra, lejos de los focos y las cámaras. Sin embargo, algunos de estos vínculos (o falta de ellos) no se pueden ocultar del todo. Ciertamente, tienen un impacto profundo y emocional, como la que involucra a Meghan Markle y su padre, un hombre entrado en edad que está tratando de llevar una vida normal en Filipinas. 

La separación física y emocional, sumada a las controversias mediáticas, han marcado la relación de Meghan Markle y Thomas Markle en los últimos años. El octogenario, quien en su momento fue una figura cercana y de apoyo, se vio envuelto en situaciones que complicaron su relación con la duquesa de Sussex, incluyendo su participación en eventos mediáticos y algunas decisiones que ella consideró perjudiciales. Recientemente, se dio a conocer un tema delicado de la vida de la ‘royal’: la situación de su padre, quien actualmente enfrenta problemas de salud en Filipinas, a más de 11 mil kilómetros de distancia. La falta de contacto agrava aún más este drama personal, dejando a Thomas en una posición vulnerable y tratando de salir adelante.

La polémica en torno a Meghan Markle y su padre 

La relación entre Meghan y Thomas ha sido objeto de atención y debate durante varios años. Desde su ingreso a la familia real, las dinámicas familiares y las decisiones personales de la mujer del príncipe Harry generan opiniones divididas en el público y los medios de comunicación. Una de las conversaciones que despierta controversia es la percepción de que no ha brindado suficiente apoyo a su progenitor en momentos difíciles.

Markle, quien en su momento fue una figura cercana a la duquesa, se encuentra en la isla de Cebú, Filipinas, desde hace algún tiempo. Apartado del bullicio de la vida pública y de su famosa descendiente. Actualmente, vive en un piso por el que paga alrededor de 600 euros mensuales, según publicó The Mirror. No obstante, los hermanastros de la estadounidense se preocupan por el que fuera director de fotografía, puesto que ya tuvo dos infartos y un derrame cerebral. 

“Todo es cuestión de prioridades. Nuestro padre la ayudó a labrarse la carrera de actriz con la que ella ganaba dinero. Cuando él necesitó ayuda, no la obtuvo de ella”, decía Samantha, hermana de la exactriz, en la cadena Sky. Estos comentarios y las fotografías del ganador del Daytime Emmy Awards caminando con un bastón y en un clima extremo de calor, generan ruido. Aunque Meghan Markle se mantiene en absoluto silencio ante esta realidad, reacia a dar más detalles y compartir su anhelada perspectiva. La estancia de Thomas en Filipinas es un claro ejemplo de cómo, a veces, las heridas y los conflictos familiares pueden ser tan difíciles de sanar como cualquier enfermedad física. ¿Hay esperanza de que, con el tiempo, puedan encontrar un camino para reconectar? De momento, no existe lugar alguno de acercamiento, pero aún hay tiempo para que se modifique esta delicada situación.