El pasado martes 24 de enero, agentes de la Guardia Urbana del distrito de Sants-Montjuïc recibieron información sobre un vídeo que se había colgado en la plataforma Youtube donde el youtuber Reset ofrecía galletas rellenadas con pasta de dientes a un hombre que pernocta en la calle.

En el vídeo se podía observar cómo el chico hacía un tratamiento humorístico, degradante y humillante de la situación. Este material lo colgó en su perfil de la plataforma web donde tiene más de un millón de seguidores y más de diez millones de visitas al mes, y de donde saca un provecho económico.

El mismo martes al mediodía, agentes de Sants-Montjuïc localizaron a la víctima del vídeo en una calle del barrio de Marina del Port y le ofrecieron la posibilidad de denunciar los hechos porque pueden constituir un delito penal.

Los agentes también activaron los servicios del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona y el Servicio de Inserción Social (SEIS) por si quería acogerse a alguno de los recursos de los que dispone el Ayuntamiento para personas que duermen en la calle.

Náuseas por ingestión de pasta de dientes

El hombre les explicó que el pasado 17 de enero se le acercó un chico de unos 19 años y le regaló un billete de veinte euros y le dio unas galletas. Mientras se las comía lo grabó con el móvil y después se marchó. Al cabo de un rato el hombre explica que se empezó a encontrar mal y tener muchas náuseas.

Mientras los agentes hablaban con él, apareció en el sitio el autor del vídeo con la intención de pasar la noche con el hombre, grabarlo de nuevo, y pedir disculpas públicamente a través de su canal de Youtube. Los agentes comprobaron que llevaba una mochila con saco de dormir, mantas y una cámara dentro.

La Guardia Urbana procedió a su identificación y abrió diligencias penales donde se lo denuncia por un presunto delito por infligir un trato degradante, despreciando la dignidad e integridad moral de una persona en riesgo de exclusión social. Un delito que se agrava cuando se produce con la finalidad de distribuirlo a otras personas a través de medios de comunicación y de internet. La Guardia Urbana pondrá los hechos en conocimiento de la autoridad judicial por si pueden ser constitutivos de un delito contra la integridad moral y de un delito de odio.