La investigación apunta a que el imán Abdelbaki Es Satty fue el hombre clave en la radicalización de los terroristas de Ripoll. Familiares directos de los jóvenes aseguran que hacía al menos un año que se reunían con él. No se encontraban en la mezquita, sino en la furgoneta del imán. Cuando se encontraban por la calle, ni siquiera se saludaban, hacían ver que no se conocían. Pero se conocían tanto que incluso consiguió que llevaran a cabo los atentados de Barcelona y Cambrils. La figura del imán vuelve a estar bajo lupa.

La falta de control de la figura del imán es lo que permite este tipo de situaciones. Como pasa en todas las religiones, el islam está amparado por la libertad religiosa y de culto, recogida por la Constitución española. Esta libertad, regulada en la ley española de libertad religiosa de 1980, también otorga autonomía a la hora de designar a los responsables de sus centros religiosos.

Los católicos pueden escoger a los sacerdotes, los evangélicos a sus ministros, los judíos a sus rabinos, los budistas a sus maestros y los musulmanes a sus imanes, según el procedimiento que se siga en cada caso. En el caso de los musulmanes, eso está ratificado por el acuerdo de cooperación entre la Comisión Islámica de España y el Estado español de 1992. Ni la Generalitat ni el Estado tienen ninguna competencia en la designación o el control de qué imanes de culto designan las comunidades.

Así, cada comunidad islámica catalana se encarga de seleccionar a su imán, sin ningún criterio establecido para esta elección. El imán no está sometido a una jerarquía, a diferencia de la Iglesia católica. Es simplemente el encargado de dirigir las oraciones, escogido por los fieles, sin ningún tipo de control externo.

Registro voluntario

Desde la Direcció General d'Afers Religiosos señalan que la Generalitat no tiene un registro de imanes. De la misma forma, añaden que no conocían al imán de Ripoll ni tenían constancia de que hubiera estado en otras mezquitas de Catalunya. El real decreto que regula el Registro de Entidades Religiosas prevé en el artículo 18 que las entidades religiosas, si así lo desean, pueden inscribir a sus ministros de culto. Pero no es obligatorio. 

Afers Religiosos, que depende del Departament de Governació de la Generalitat, no se ha planteado hasta ahora introducir la obligatoriedad de declarar quien lidera cada comunidad religiosa. Tampoco se lo ha planteado el gobierno español.

Sin embargo, muchas veces el imán se convierte en una referencia de la comunidad. Es por eso que, desde entidades como la Unió de Comunitats Islàmiques de Catalunya (UCIDCAT), reclaman que las administraciones se involucren. El grueso más importante de la comunidad musulmana, como expresó este lunes en la manifestación contra el terrorismo, admite que hay un "problema verdadero que no podemos esconder". Es por eso que quiere buscar soluciones.

Como señala la periodista Anna Teixidor, autora de Combatents en nom d'Al·là (Ara Llibres, 2016) el caso de Es Satty es "excepcional" y "extremo", pero al mismo tiempo también es "muy preocupante", sobre todo por el "secretismo" con el que actuó.

La ley de libertad religiosa establece que cada comunidad religiosa tiene autonomía para escoger a sus ministros de culto.

¿Qué hace a la Generalitat?

En Catalunya hay 265 oratorios islámicos y tres mezquitas (Cornellà, Salt y Torroella de Montgrí). Desde la Direcció General d'Afers Religiosos aseguran que todos estos centros de culto llevan a cabo su actividad de acuerdo con la ley. "De lo contrario estarían cerrados", puntualizan. No ha habido nigún cierre, al menos reciente. La Generalitat trabaja sobre todo en la prevención y la detección de radicalización.

En este sentido, la Generalitat trabaja en varios frentes. Lo hace, por ejemplo, en las escuelas e institutos, donde conjuntamente con Ensenyament han elaborado un protocolo para detectar si los jóvenes se radicalizan y actuar en función de la fase del proceso. Los Mossos también trabajan conjuntamente con las policías locales para la detección, y tienen una unidad específica que revisa todo lo que hay en las redes sociales.

A nivel de los centros de culto, hay unidades antiterroristas infiltradas en determinadas comunidades musulmanas. Se ha ido a determinadas mezquitas a escuchar las oraciones y grabar los discursos. Hay una serie de imanes de discurso radical a los que tienen bien identificados y siguen de más cerca.

El problema es que en muchas ocasiones los procesos de radicalización no se producen en las mezquitas u oratorios, sino fuera de estos. Pero incluso fuera de las comunidades, la figura del imán puede tener un papel relevante, como se ha demostrado en este caso. Los 12 terroristas de Ripoll se encontraban con Adbelbaki Es Satty fuera del oratorio, en su furgoneta. Este caso de radicalización no fue detectado por ninguna institución. El imán, pese a que contaba con una orden de expulsión y había coincidido con uno de los terroristas del 11-M en la cárcel, no llamó la atención. Tampoco en sus sermones.

El problema es que en muchas ocasiones los procesos de radicalización no se producen en la mezquita, sino fuera de esta

Salafismo y wahhabismo

Según los datos de la Generalitat, de los 265 oratorios islámicos que hay en Catalunya, 120 son islamistas (que quiere islamizar la ley y las instituciones) y 80, casi un tercio, son salafistas. El salafismo es una lectura muy fundamentalista que reivindica un retorno a lo que denominan los orígenes del islam, a las formas de vida de la época de Mahoma. No siempre, pero muchas veces está relacionado con procesos de radicalización.

Los imanes están en manos de cada comunidad musulmana, y la financiación de las mezquitas también. Ni la administración española ni la catalana prevén subvenciones ni partidas públicas. Pero sí que es posible atraer inversión de países extranjeros a cambio de imponer imanes con ideas extremistas. Es un fenómeno que se está dando por ejemplo con el wahhabismo, una interpretación muy extrema del islam, proveniente de países como Arabia Saudí y el Qatar, que financian el Estado Islámico.

Un informe del CNI de 2011 alertaba de que seis países musulmanes (Arabia Saudí, Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Libia y Marruecos) estaban patrocinando comunidades islámicas en el Estado español, muchas veces con el objetivo de controlarlas.

El año pasado visitó la mezquita de Cornellà Saleh El-Maghamsi, un jeque saudí y referente salafista que defiende que, a ojos de Alá, Osama bin Laden había muerto con todos los honores y santidad reservados a los musulmanes.

Comunidad preocupada

Según Afers Religiosos, decenas de comunidades islámicas de todo el país han hecho llegar a la Generalitat sus mensajes de condena. La misma comunidad musulmana quiere acabar con este problema. En el manifiesto La comunitat musulmana contra el terrorisme, más de 150 comunidades piden a las instituciones que "conjuntamente con la comunidad musulmana, entidades religiosas, sociales y culturales hablemos clara y seriamente sobre cómo afrontamos el futuro". No puede ser, añaden, que los jóvenes catalanes musulmanes "abracen ideologías perversas que no tienen justificación ni explicación".

Es el mismo sentimiento que expresó la comunidad musulmana de Ripoll cuándo se enteró del pasado del imán Abdelbaki se Satty, un pasado que ni mucho menos esperaban. No sabían que tenía antecedentes y que había pasado cuatro años por una prisión de Castelló, donde se podría haber relacionado con un yihadista. Según su opinión, el Estado les tendría que haber avisado de esto.

La Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (Feeri) también ha pedido a las instituciones que se impliquen. Concretamente, su presidente, Mounir Benjelloun, pide al gobierno español que se implique en la formación de imanes. Desde la Feeri, hace unos años pusieron en marcha un proyecto en este sentido. Trabajan para que los imanes conozcan la realidad social española, la lengua, las leyes y los principios democráticos. Lo presentaron al Estado, pero no obtuvieron respuesta.

Benjelloun ha admitido este martes a EFE que han tenido que parar a más de un imán "que han traído de Marruecos durante el Ramadán porque no se pueden tolerar determinados mensajes".

La Federación Española de Entidades Religiosas pide al gobierno español que se implique en la formación de los imanes

Ejemplos europeos

En Europa, el país que más combatientes ha enviado a las filas del Estado Islámico en países como Siria y Iraq es Francia, con mucha diferencia: unos 1.700. Por detrás se sitúan Alemania y Reino Unido, que han visto marcharse más de 700 milicianos cada uno, y Bélgica, de donde han salido unos 470 soldados del califato. ¿Y qué hacen en estos países, tan afectados por la radicalización (y los atentados)?

En Francia, el gobierno de François Hollande puso en marcha a finales del año pasado la Fundación del Islam de Francia, que quiere dar apoyo a proyectos de carácter cultural, social y educativo -especialmente "investigación universitaria en islamología". Otra misión es formar a imanes con formación cívica y laica. El objetico son imanes franceses, que hablen francés y se hayan formado en el país. También se quiere controlar la financiación. Las autoridades galas han clausurado mezquitas y expulsado del país a imanes con discurso radical.

En Bélgica, la Constitución reconoce el derecho a financiación pública de seis confesiones, entre ellas el islam. La autoridad que lo regula en el caso del islam es el Ejecutivo de Musulmanes de Bélgica (EMB), el registro voluntario que permite recibir subvenciones o salarios del Estado. En el EMB hay 82 de los 300 imanes belgas. Por otra parte, las regiones son las que vigilan a los imanes y las mezquitas. En Flandes los imanes tienen que hacer un curso de integración cívica.

En Gran Bretaña, pese a algunas advertencias, no hay ningún tipo de control sobre los imanes o la financiación que reciben para sus mezquitas.