A un mes de los comicios del 21-D, el Partido Popular reaccionaba con sátira ante los preparativos de campaña de los partidos independentistas, y en concreto, de Junts per Catalunya, la lista de Carles Puigdemont. El portavoz de Comunicación Pablo Casado ha denunciado que había "demasiadas personas investigadas" en las candidaturas de ERC y el PDeCAT, en alusión al Govern destituido y en prisión, y ha ironizado sobre la noticia de El Nacionaldonde se explicaba que Puigdemont y su equipo estudiaban utilizar la técnica del holograma para facilitar su asistencia a los mítines.

"No sé si aparecerá en formato holograma, fantasma u ouija. Catalunya merece ya un poco de seriedad. Puigdemont ya ha mentido suficiente, ya ha hecho daño, ha engañado, que nos dejen ya tranquilos... que ya no cuela, que dedique el tiempo a preparar su defensa", ha denunciado Casado en la rueda de prensa posterior al comité de dirección del PP este lunes. El portavoz ha enfatizado la indiferencia hacia el político catalán, cuando más tarde ha añadido, tras recordar la orden europea de detención: "Como si se quiere presentar en holograma a la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo".

La cuestión es que el PP ha sido especialmente duro con las declaraciones de la secretaria general de ERC Marta Rovira el viernes, y de Mireia Boya de la CUP este lunes, sobre que presuntamente el Estado habría hecho llegar a las fuerzas independentistas la posibilidad de muertos en la calle tras la DUI. "Han pasado del España nos roba, al España nos pega, al España nos mata", ha denunciado Casado. El popular ha insistido en que ni él les quería "fusilar" –sobre unas polémicas declaraciones suyas hace un mes comparando a Puigdemont con Lluís Companys–, ni el Estado les habría dicho tales afirmaciones.

Así las cosas, Casado ha devuelto la pelota al independentismo con un "cree el ladrón que todos son de su condición". "Sus compañeros sí son terroristas condenados en firme", ha indicado en alusión al exdirigente vasco Arnaldo Otegi, "a quien colocan al frente de manifestaciones", Carlos Sastre, "asesino brutal de José María Bultó", el líder de ANC Jordi Sánchez, "quien justificó el atentado de Hipercor", y también a los cupaires. Sobre Arran, ha denunciado que hubieran "celebrado" por Twitter la muerte del fiscal general José Manuel Maza. "No pueden quedar impunes", ha anunciado sobre posibles querellas a comportamientos "vomitivos" denunciados por Interior.

Ante ese escenario, el PP asegura ver el 21-D como una oportunidad para poner fin a un legado de 40 años de "propaganda", en referencia al nacionalismo primero, y el independentismo después. Por este motivo, Casado ha redoblado la presión sobre el PSC, de quien dice encontrarse en una "indefinición" que les "preocupa" por si ceden ante la alianza del independentismo. También ha cargado contra el PSOE, por haber dicho que el PP no tenía proyecto para España. "Sólo le he escuchado la declaración de Granada y de la plurinacionalidad no hay unanimidad en sus federaciones", se ha jactado.

Por el contrario, los populares quieren reivindicar la aplicación del 155 en la campaña. "Es el partido que ha tenido el coraje de enfrentar las elecciones para que la democracia y la legalidad se voten", ha insistido, aunque fue Ciudadanos el primero en proponer la intervención de la Generalitat con ese fin. A la sazón, varios ministros irán desfilando por Catalunya a lo largo de los próximos días y semanas de precampaña, como Mariano Rajoy el miércoles, la ministra de Empleo Fátima Báñez el jueves, o la secretaria general María Dolores de Cospedal, quien irá el domingo.