¿Qué es la operación Catalunya? ¿Quién la impulsó? ¿Existe la policía política? Son algunas de las preguntas que el 30 minuts de TV3 de anoche intentó responder.

El 11 de Septiembre del 2012 un millón y medio de personas se manifestaron por las calles de Barcelona a favor del derecho a decidir. La cúpula de la Policial Nacional activó una operación secreta al margen de procesos judiciales y de buena parte de la misma estructura de la policía.

El programa entrevista periodistas de investigación, abogados, jueces, diputados y representantes de la policía para entender el origen y el alcance de la operación. El exalcalde de Barcelona Xavier Trias, y el subdirector de El Mundo, Esteban Urreiztieta, afrontan el caso de la cuenta corriente suiza falsa, que marca decisivamente la carrera del político convergente.

Todos los periodistas que han participado al reportaje coinciden en que la operación Catalunya es más propia de una autocracia que de una democracia y que se trata de policías sin control judicial que en vez de perseguir un delito persiguen una ideología. En cambio, Urreiztieta lo atribuye a "una operación para, simplemente, investigar la corrupción a Catalunya".

La cuenta de Trias y el caso Palau

El ex-alcalde de Barcelona, Xavier Trias, también participa en el reportaje como testigo de esta persecución. Lo tilda de "vergonzoso" ya que se le atribuyó una cuenta en el extranjero, información que se demostró que era falsa e inventada, todavía no se sabe por quien.

También hubo cabida para hablar del Caso Palau y una supuesta relación con Convergència; una información que surgió en plena campaña electoral a raíz de un borrador de informe de la UDEF. El portavoz de Jueces Por la Democracia asegura que aquel informe era falso porque presentaba irregularidades: "de entrada a un juez no se le presenta un borrador, y menos sin firmar". Al cabo de pocos días, desde la UDEF se negó la redacción de este informe.

El 30 minuts ha recogido testigos e información sobre esta operación policial cargada de evidencias que apuntan al Estado español como principal ideólogo. Uno de los periodistas entrevistados define la operación diciendo: "Así es la política de Rajoy: criminalizar el soberanismo y filtrar información falsa".