Nueva entrega de Público sobre el caso Jorge Fernández Díaz. El rotativo saca a la luz cómo el ministro del Interior en funciones y el jefe de la Oficina Antifraude, Daniel de Alfonso, maquinaban varias estrategias para destruir las reputaciones y las carreras políticas como la del exalcalde de Barcelona, Xavier Trias. Eso sí. "Dosificando la información contra el enemigo independentista" porque si la cosa no saliera bien "podría dar alas a Esquerra".

De Alfonso aconseja al ministro no sacar todas las filtraciones a la luz al mismo tiempo asegurándole que "tenemos munición diferente para guardarnos y dosificar" y justificó la maniobra con que "no sabemos cómo jugará el enemigo".

También le trasladó en una clara alusión a la acusación de blanqueo de capital hacia Trias, y ante la pregunta del ministro de "y si eso saliera, ¿tú qué opinas"?, que "soy partidario de asestar el golpe cuando el golpe acabe con el animal".

"Que sea mortal"

"Un golpe así es un golpe mortal". De Alfonso sigue proponiendo a Jorge Fernández que "yo me aseguraría que estuviera bien asestado para que, si es mortal, que sea mortal" porque lo "más gordo" que podían sacar a la luz es "tener 12 o 13 millones de euros sin declarar en el extranjero". Concretamente se refería a las cuentas que atribuían falsamente al exalcalde en Andorra o Suiza. 

Sin pensárselo dos veces, el jefe de la Oficina Antifraude sugiere al ministro en funciones que esta investigación se lleve desde la Fiscalía General del Estado porque en caso de que lo llevara el Cuerpo Nacional de Policía sería "malo" para Jorge Fernández porque "siempre estará el típico policía del sindicato que dirá que estas cosas son política y ellos no son políticos", aparte de que si finalmente el caso no salía judicializado y lo llevaba la propia policía, podría ser que los agentes "perdieran bastante".

Pero para llevar a cabo este plan que roza el maquiavelismo, el fiscal del Estado se tiene que mojar, pone sobre la mesa De Alfonso. Y se tenía que mojar, siempre según él, "abriendo su propia investigación con una o dos personas de absoluta y llena confianza y que la policía parezca dirigida desde la fiscalía en la investigación" porque de esta manera le daría "una credibilidad absoluta".

Y es que si sólo sacaba esta información El Mundo podría salir el argumento que eso "sólo es un titular" y podría convertirse en un "descrédito si después no sale adelante". En cambio, la estrategia de utilizar la fiscalía podía convertir la estrategia en una jugada redonda. "La fiscalía es otra cosa" porque "le da una empaquetadura jurídica, más allá de una investigación policial". 

Manipular a la prensa

La estrategia es mucho más profunda de lo que parece a primera vista y tanto el ministro como De Alfonso maquinaban la maniobra para filtrar esta información en la prensa, pero evitando que se les fuera de las manos porque querían hacerlo a su manera.

Jorge Fernández recibió llamadas tanto de El Mundo como del ABC -que no publicó la información porque no la veía fiable- y, como no sabía qué decir a los periodistas del segundo medio, no los cogía el teléfono.

La nueva idea de De Alfonso para eludir momentaniamente estas llamadas, hacer esperar la prensa y que no se filtrara información que ellos no habían dado luz verde para que saliera, propone al ministro que dijera al ABC que "tendrán la exclusiva, pero en su momento, así que no me pongas entre la espada y la pared". Y no sólo eso. También proponía dejar de lado El Mundo porque "yo conozco [Eduardo] Inda -el exdirector de este rotativo- y en el otro y son unos locos". "Valientes, pero locos", reafirma.

En este nuevo episodio, vuelve a aparecer el presidente del Grupo La Caixa, Isidre Fainé, para tener un "porcentaje importante" de dinero invertido en este diario. Jorge Fernández, sin embargo, se muestra más prudente en esta ocasión haciendo saber a De Alfonso que "tampoco me gustan estas cosas", que le acaba diciendo que "yo lo dejaría estar por ahora" porque es un golpe tan grande que no puede ser utilizado sólo para alterar alguien".

Jugar el partido

Entre conjuras y conspiraciones, siguen diseñando la estrategia perfecta para "dosificar la munición". El ministro del Interior en funciones cuestiona en De Alfonso como iría sacar a la luz la cantidad exacta, el número de cuenta corriente y la fecha en que fue cerrada a Suiza para llevarla a Andorra y él le responde: "imagínate que coincidiera eso...".

Jorge Fernández sigue explicándole que también tiene información de un hermano de Trias, que dice que abrió una cuenta con 20 millones de euros en un banco de Suiza, y sigue confabulando: "está la fecha en que lo abre y la fecha en que se encierra y se transfiere a la Banca de Andorra".

Pero De Alfonso quiere volver a ser prudente y le dice que "tenemos suficiente munición para guardarnos y dosificar" y que, además, "como tenemos pendiente el futuro, es decir, el 9 de noviembre" podían sacarlo a la luz en aquel momento. "Darlo todo de golpe, no. No, porque no sabemos cómo jugará el enemigo. No sabemos cuál será su respuesta".

"Tenemos abierto un diseño, una estrategia de cómo jugar el partido. Intentamos esta estrategia y seguimos conservando la munición; y si esta munición, además, la podemos agrandar, agrandémosla...", dice uno De Alfonso precavido, pero maquinador.

Maquinador porque en este momento abre una nueva puerta. Implicar la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac) para "dar una vertiente jurídica que evite una posible nulidad". Quizás haciendo llegar esta información al Sepblac "los da para investigar todas las cuentas corrientes del equipo de gobierno que podría haber obtenido algún beneficio desde el blanqueo de capitales", sentencia De Alfonso.

Y la cosa no termina aquí. Público asegura que continuará ...