Barcelona se ha llenado una vez más por la Diada Nacional de Catalunya. Desde el Passeig de Sant Joan hasta el Passeig de Lluís Companys miles de personas se han concentrado vestidas con estelades y banderas, pasando por el Arc de Triomf, donde por la noche la fiesta se alargó con conciertos. Desde un extremo a otro, la riada de gente se hermanaba con los puños y los puntos arriba al grito de "independència". Según la Guàrdia Urbana, 540.000 personas han participado en el acto.

Y más allá del cántico mayoritario, también se han podido escuchar otros como "Què vol aquesta tropa? Un nou Estat d'Europa", "Estem cansats? Sí, però a Catalunya diem que els cansats fan la feina" o "Estem a un pam de la República catalana de les llibertats". Tampoco han faltado pancartas con los lemas "Si la injustícia és llei, desobeir és un dret" o "Independència és més treball i més pensions".

"La última Diada de la Catalunya autonómica"

Para unos el acto ha sido "emotivo por el camino recorrido" y para otros "ilusionante por lo que todavía queda para recorrer". Tampoco ha faltado quien reiterando las declaraciones del vicepresident de la Generalitat y conseller d'Economia i Hisenda, Oriol Junqueras, ha asegurado que espera que sea "la última Diada de la Catalunya autonómica."

Más de uno de los asistentes a la manifestación daba pie al debate. "¿La última? No lo tengo claro pero persistiremos". En catalán y en castellano, incluso en inglés y en francés, algunos de los participantes se animaban a explicar a los turistas en qué consistía la manifestación y qué se pretendía conseguir. "A new state of Europe", han sentenciado antes de que el estallido final se produjera en el minuto 17:14. En aquel momento las familias han ondeado las banderas y Barcelona ha empezado a latir.

Los pequeños comercios hacen su agosto

Todo tipo de tiendas, bares y restaurantes han aprovechado la Diada para hacer su agosto. El termómetro superior a los 30 grados en Barcelona también ha ayudado a que los pequeños comercios del Passeig de Sant Joan hasta el Passeig de Lluís Companys estuvieran llenos. Los participantes se aglomeraban en las terrazas y las paraditas colocadas en el exterior del local para buscar refugio con una bebida refrescante o un bocadillo para llevarse.

No eran los únicos que aprovechaban la ocasión para sacar el máximo provecho económico. Más allá de las camisetas de la ANC y Òmnium Cultural, también se han vendido banderas, estelades, pañuelos, gorras o muñequeras, entre otros, en prácticamente cada rincón. El merchandising catalán también ha tenido hoy su momento de gloria.