Tal como era de prever, el dictador de la Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, ha revalidado mandato después de ganar las elecciones. Según los datos provisionales, anunciados a las pocas horas de cerrar las mesas por el ministro del Interior y jefe de la Junta Electoral, Obiang habría obtenido un 98% de los votos. En algunas zonas, como Nzork y Mongomo, de donde es originario Obiang, habría conseguido el 100% de los votos. También los ha conseguido en feudos de la oposición, como Ebibeyín. Con sólo el 9,67% de las mesas escrutadas, la Junta ya ha dado a Obiang por ganador. En cambio, no se han dado cifras de participación: se han limitado a informar que había sido "masiva".

Incidentes

En varios puntos de Guinea hubo incidentes. Ante la falta de corresponsales de prensa en el país, muchas noticias llegan a través de las redes sociales. Había presencia militar en muchos colegios, y los militares y los presidentes de mesa orientaban claramente a los electores diciéndoles que tenían que coger las papeletas del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE, el partido del gobierno). Se detuvo a algunas personas por negarse a votar, siguiendo las consignas de la opositora Convergencia Para la Democracia Social (CPDS). En algún lugar se expulsó a los interventores de la oposición. Pero lo más común fue negarse a aceptar observadores en el recuento.

Un recuento bien peculiar

Es difícil de creer que un líder político acumule el 98% de los votos, y todavía más que llegue al 100% en una región donde es bien conocido que algunos partidos de oposición tienen implantación. Pero todavía lo es más si sabemos que había tres candidaturas independientes que habían sido aceptadas por la junta electoral. Cada una de estas candidaturas tenía que presentar más de 5.400 firmas legalizadas. Eso supondría un mínimo de 16.000 votos, garantizados, para estos tres candidatos. En el recuento provisional facilitado por el ministro de Interior estos candidato obtenían porcentaje de votos ridículos, muy por debajo de las firmas conseguidas. Pero el gobierno se preocupa poco por maquillar los resultados. En convocatorias anteriores se presentaron recuentos definitivos que no cuadraban: en alguna ocasión la suma de votos superaba la de votantes censados.

Hasta el 2030

Obiang lleva en el poder desde el 3 de agosto de 1979. Pero en 2011 reformó la Constitución y estableció un límite de 2 mandatos presidenciales de 7 años, a partir de las próximas elecciones. Con esta reforma, Obiang convocó estas presidenciales, y confía en presentarse de nuevo en el 2023. Podría seguir gobernando hasta el 2030, sin retocar la Constitución. Entonces ya tendrá 82 años. Entre la población hay mucha frustración, porque se percibe que los grupos de oposición son incapaces de revertir la situación.

El asedio en la sede de la oposición

La policía sigue controlando los accesos en la sede del partido Ciudadanos por la Innovación (CI), del ex teniente coronel Gabriel Nse Obiang. Allí hay decenas de militantes del partido que se niegan a entregarse a la policía. En un primer asalto de las fuerzas de seguridad hubo varios heridos. También se detuvo a muchos militantes de esta formación. Gabriel Nse, que es pastor protestante, tiene muchos seguidores, que confiaban en que CI, un partido nuevo, podría cambiar la situación. Todo parece indicar que el gobierno intenta, ahora, detener Nse e ilegalizar su formación.

Un proceso electoral turbio

En Guinea Ecuatorial no hay ninguna ley que obligue a votar. Y, a pesar de todo, el carné electoral sellado es exigido para muchos trámites. Para pedir trabajo en muchas empresas, controladas por miembros del PDGE, se exige presentar la papeleta. Pero también es reclamada en los muchos controles que hay en las carreteras. Los que no llevan este documento son obligados a pagar sobornos a los militares que custodian las barreras. Por eso, muchos guineanos, aunque asqueados por el proceso electoral, han tenido que votar.

El gran tema de este mandato

Desde hace tiempo se discute la sucesión de Obiang a la presidencia. No hay ninguna duda que éste es, básicamente, un asunto familiar; eso no se decidirá ni siquiera en el seno del PDGE. Hay muchísimos miembros de la familia Obiang en cargos políticos: controlan el ejército, los ministerios claves, algunas delegaciones del gobierno, los organismos que hacen contratación de obra pública... Gracias a eso el conjunto de la familia ha conseguido un enriquecimiento extraordinario. La justicia francesa se ha fijado en ella en el caso de los "bienes mal adquiridos", y la familia Obiang ha sido investigada, al igual que la de Sassou Nguesso (dictador del Congo) y la de Alí Bongo (presidente del Gabón).

¿Teodorín, el relevo?

Los dos candidatos mejor situados para suceder a Obiang son sus hijos Teodoro Nguema Obiang (Teodorín) y Gabriel Mbaga Obiang Lima. Teodorín, hoy por hoy, es el favorito. Su padre se inventó, para él, el cargo de vicepresidente segundo del país, no previsto en la constitución. Teodorín es, además, el protegido de Constancia Mangue de Obiang, la primera esposa del dictador. Y con ella tiene el apoyo de los Evuk, los miembros del clan de la muy influyente "primera dama", que también ocupan muchos puestos de poder. En cambio, los hermanos de Obiang y los miembros de su clan, los Esangui, no simpatizan mucho con Teodorín. El hijo mayor del dictador hace vida de playboy, viaja por todo el mundo, se relaciona con actrices y modelos, y tiene fama de ser muy inestable. En Guinea tiene algunos seguidores fieles porque protege a mucha gente a través de redes clientelistas. Pero está muy tocado a nivel internacional, porque la justicia francesa tiene previsto juzgarlo por enriquecimiento ilícito.

Gabriel, la alternativa del capitalismo

El otro candidato que suena a la sucesión es Gabriel Mbaga Obiang Lima, hijo de la segunda esposa de Obiang (la poligamia es legal en Guinea Ecuatorial, y Obiang tiene tres mujeres legales y muchas amantes). Gabriel es actualmente ministro de Minas y Energía, y por lo tanto, es él quien controla los principales recursos del país: el petróleo y el gas. Tiene fama de ser mucho más estable que su hermanastro, y por eso es el candidato favorito de las multinacionales. Los hermanos de Obiang y otros Esangui también prefieren a Gabriel, que no se ha enfrentado con ellos como Teodorín. Y, a pesar de todo, las opciones de Gabriel se complican por el hecho de que su madre no es natural de Guinea Ecuatorial, sino de São Tomé y Príncipe, el país vecino.