Neveras inteligentes y conectadas para sustituir las "anticuadas cantinas corporativas". Con esta idea y vista la evolución que ha tenido el mundo laboral después de la pandemia, los emprendedores Meritxell Ventura y Jordi Gutiérrez decidieron montar Noweat, neveras inteligentes que también son restaurantes saludables en la oficina. "La idea era hacer comidas sostenibles porque nuestros artículos tienen un sistema de entrega y recogida de envases reutilizables, varios programas de impacto social y todos los productos son frescos y saludables", asegura Ventura a este medio.
¿La diferencia entre una nevera tradicional y la de Noweat? Para acceder a la comida y a las bebidas se debe hacer a través del móvil, como si fuera una máquina expendedora, pero con comida saludable y variada. "A la hora de desayuno el cliente se puede encontrar yogures con fruta o pastelería casera y al mediodía hay ensaladas, bocadillos y platos calientes, un poco de todo", destaca. La nevera puede entregar hasta 250 platos cada hora y el plato más caro que tienen está en torno a los seis euros. ¿Y el precio? La instalación del aparato tiene un coste de entre 1.500 y 1.800 euros y después, para la compañía, no tiene ningún coste más. "Lo que pedimos es un consumo mensual mínimo de 600 euros y, si no llegan a este tope, la diferencia sí la debe pagar la empresa, aunque no nos hemos encontrado demasiado con esta situación", señala.
Neveras con comida saludable, de fácil acceso y económicas
En Francia este tipo de neveras ya existía, pero en España todavía no, así que empezaron a diseñar los aparatos aquí para crecer en este tipo de negocio con la finalidad de que los frigoríficos conservaran bien la comida, fueran de fácil acceso y sobre todo, económicos. La producción se lleva a cabo en Barcelona y las neveras de Noweat ya están instaladas en las oficinas de Tropicfeel, Holaluz, N26 y Glovo, entre otros. "No estamos presentes en empresas pequeñas porque tenemos un mínimo de consumo, que es por encima de los 150 empleados, sino a la compañía no le saldríamos rentables". Paralelamente, la start-up también tiene neveras instaladas en residencias de estudiantes, hospitales y gimnasios. "Somos un B2B (business tono business), pero también estamos en sitios donde la gente nos pueda encontrar de manera fácil y recurrente", indica la emprendedora.
¿Cómo funciona? "Funcionamos con cámaras de reconocimiento y sensores. Disponemos de una aplicación donde vinculas la tarjeta y un QR, se escanea y se abre automáticamente la puerta de la nevera. Entonces, el cliente coge lo que quiere, con los sensores se detecta lo que se ha cogido y te lo cobra directamente en la tarjeta", informa.
Actualmente, la firma cuenta con media docena de trabajadores y tiene parte de la cocina externalizada formada por unas ocho personas. El año pasado hicieron una primera ronda de financiación valorada en 180.000 euros y a finales de este año esperan levantar entre 600.000 y 700.000 euros. Entre los objetivos de la marca está llegar a las 120 neveras instaladas y crecer en Madrid, Valencia y Málaga. Aparte, también quieren montar corners en las empresas para comercializar sus productos donde haya una persona que sirva a los empleados. ¿Fuera de España? "Hemos tenido algunas conversaciones, pero creemos que todavía no es el momento", reflexiona Ventura.
De un 'take away' en el 22@ a aparatos inteligentes en las oficinas
Meritxell Ventura y Jordi Gutiérrez ya habían montado un proyecto anteriormente, el año 2007, pero no acabó de cuajar. "También estaba enfocado a la comida de oficina, pero era un proyecto muy avanzado en el mercado", recuerda. "Al ver que la gente estaba cansada de comer siempre lo mismo y visto el interés general, apostamos por montar una tienda de comida para llevar en el 22@". De hecho, este local abría solo al mediodía, era take away e iba enfocado a la gente de oficina, que quería comer de manera saludable y sostenible. "Vimos que unas 150 personas pasaba cada hora por nuestro espacio y, antes de que llegara la pandemia, creímos que podíamos escalar este proyecto", apunta.
¿Qué diferencia había entre una tienda como la vuestra y el delivery? "La idea del repartidor o rider no iba encajaba con nuestros valores y pensamos en hacer un delivery, pero diferente". Contra todo pronóstico, llegó la pandemia y aprovecharon para cambiar la estructura, así fue como pasaron de un pequeño comercio en el distrito del 22@ del Poblenou a lo que ahora se conoce como Noweat.