Mowoot, el primer dispositivo médico contra el estreñimiento crónico, se prepara para dar el salto a Inglaterra. Tras afianzarse en el mercado alemán, la compañía creada en 2014 en Barcelona quiere aterrizar en los hospitales británicos. Enfocada a mejorar la calidad de vida de las personas que padecen estreñimiento crónico, la empresa ha recibido 2,2 millones de euros de fondos europeos Next Generation para solucionar el Síndrome del Intestino Irritable (SII).

El negocio echó a andar hace prácticamente una década de la mano del Instituto Guttmann con un primer dispositivo enfocado a las personas con lesiones medulares. Según Markus Wilhelms, uno de los fundadores de Mowoot, el 80% de las personas con una lesión medular tienen el intestino paralizado y decidieron investigar para facilitarles la vida. "En 2019, cinco años más tarde de arrancar el proyecto, creamos una solución fisiológica, no farmacológica y no invasiva contra el estreñimiento crónico. Lanzamos al mercado un cinturón que emulaba las técnicas de masaje manual que automatizaba el masaje abdominal, reproduciendo las técnicas que utilizan fisioterapeutas, enfermeros o auxiliares", recuerda. Estos dispositivos se pueden encontrar en los hospitales tanto públicos como privados de Alemania, en algunos centros privados de España y a corto plazo quieren apostar por Inglaterra. 

¿Cómo funciona? El artículo es un cinturón que se usa entre 20 y 30 minutos al día para dar movilidad al intestino. Sin la ayuda de un profesional, el paciente reduce los desplazamientos al hospital o la contratación de un servicio a domicilio. "La idea es estimular el intestino grueso y ahora queremos poner el foco en los pacientes con el síndrome del intestino irritable".

Tratamientos personalizados con IA

"Ahora hemos desarrollado la misma idea, pero para SII, que afecta a más del 10% de la población mundial y tres veces más a las mujeres que a los hombres. Con esta inversión de 2,2 millones de euros de la Unión Europea a nuestra tecnología se le abre un mercado mucho más grande", confiesa. "Estamos agradecidos con estos fondos porque desde la UE demuestran que confían en nosotros. Ya hemos desarrollado un primer producto y ahora, con este nuevo lanzamiento, podremos ayudar a mucha más gente". La idea es que el segundo dispositivo salga al mercado en 2026 y que, una vez esté en los hospitales de Alemania e Inglaterra, pueda estar disponible también en los centros españoles. Además, a este capital se le suma una ronda de financiación puente de 400.000 euros en la plataforma de crowdfunding Capital Cell. 

Desde la start-up quieren ofrecer una solución no invasiva para un problema que "prácticamente es una pandemia", ya que, según su fundador, "no tiene un tratamiento definido y 2 de cada 5 personas no saben que lo sufren a pesar de padecer los síntomas". En colaboración con Eurecat y la Fundació d'Investigació en Atenció Primària Jordi Gol i Gurina, la empresa ha puesto en marcha un proyecto para desarrollar un dispositivo que se convierta en la primera terapia eficaz para el tratamiento del SII.

Con este tratamiento "evitaremos los efectos secundarios y otras dificultades de los enfoques sistémicos, como los fármacos", explica Wilhelms, quien agrega que "el dispositivo estará equipado con tecnología de sensores para observar automáticamente la respuesta fisiológica del paciente al tratamiento a tiempo real, y también estará conectado a una plataforma digital que recogerá los resultados comunicados por el paciente". De hecho, un software con inteligencia artificial recopilará y analizará los datos con el objetivo de ajustar el tratamiento al estado fisiológico del paciente a tiempo real, así como crear informes para los profesionales sanitarios.

Expansión internacional

¿Y a largo plazo? "Una vez tengamos una red de partners y hospitales, además de toda la estructura hecha, será mucho más fácil que nos abran las puertas. La gente tiene interés en nuestros productos y no descartamos vender el negocio más adelante". "Nuestro trabajo era demostrar que teníamos una idea que funcionaba, un dispositivo útil, que a nivel regulatorio contara con todos los avales y que diera buenos resultados. Ahora que todo esto ya lo hemos hecho, es más fácil que la sanidad pública europea confíe en nosotros". En unos años desde Mowoot prevén cubrir toda Europa y a largo plazo aterrizar en el resto de países.