Como cada final de año, en diciembre pasado se publicaron los datos relativos a la inversión de I+D+i en España, basados en las cifras del INE. Las últimas disponibles, referentes a 2022, deberían empezar a mostrar el impacto de los Fondos Next Generation en el famoso cambio de modelo productivo. Una multitud de artículos han hablado sobre los datos. Sobre lo evidente.

La inversión en I+D creció un destacable 12%, respecto a 2021. Sin embargo, la proporción respecto al PIB solo subió 3 décimas, gastando 2.077 millones de euros más. Esto está motivado por el repunte del PIB, que se recuperó de la mayor caída por el covid entre los países europeos. Una cantidad nada desdeñable, si no tenemos en cuenta que el gasto ejecutado en 2022 en Fondos Next Generation, según el Gobierno, fue de 23.300 millones de euros. El incremento de gasto en innovación solo fue un 8,9% del dinero obtenido de la UE. Por tanto, nos encontramos en un escenario atípico, con unos resultados menos positivos de lo esperable.

El gasto de I+D en 2022 fue de un 1,44% del PIB, muy alejado del objetivo del 2,12% para 2027 que establece la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Pero hay algunas cuestiones de las que no se hablan, rascando un poco los datos y cruzando con otra información que también se ha publicado. Creo que merece la pena remarcar en los datos del INE, cosas que me llaman la atención:

1. Los datos de las empresas del INE siempre incluyen a las públicas y a las privadas. Estas aumentaron un 12% su inversión en I+D. Pero no se diferencia cuánto gasto fue realizado por las de capital privado.

2. El sector público, que agrupa a administraciones y universidades, incrementó su gasto en I+D un 18%. La administración pública es, de entre los diferentes grupos, la que más incrementó su gasto en I+D respecto al año anterior, con un 14,4%.

3. Gran parte de la financiación de este incremento de la I+D proviene de financiación pública, es decir de los Fondos Next Generation.

4. Los sectores con mayor crecimiento en I+D en 2022 son Transporte y almacenamiento (68%), Hostelería (57%), Madera y corcho (43%), Vehículos de motor (40%), Actividades sanitarias y de servicios sociales (36%), e Industrias extractivas (29%).

5. Además, se reduce el número de empresas que innovan en los últimos tres años, lo que no es una buena noticia. Sobre todo, teniendo en cuenta que los Fondos se empezaron a desplegar en 2020.

6. Las comunidades que más han crecido en inversión en I+D desde la crisis financiera son las habituales País Vasco, Catalunya y Madrid, y Murcia, Baleares y Comunidad Valenciana.

7. Sin embargo, la inversión en I+D por habitante en 2022 de las tres primeras está muy por encima de la media nacional (402,2€), mientras que Murcia, Baleares y Comunidad Valenciana están bastante detrás: 249,5€, 136,0€ y 284,8€, respectivamente.

8. El sector que más invierte en I+D+i es el farmacéutico. Mientras, el que menos lo hace es la construcción.

Según los datos que ha publicado el Gobierno respecto a los cien mayores perceptores de Fondos Next Generation, que ya han cumplido con los requisitos para su reembolso, se ve que empresas y sector público copan, por ahora, los mayores destinatarios. Los organismos públicos han recibido el 85% de los fondos. Y solo las empresas públicas coparon el 66% del total.

Pues resulta que entre los mayores perceptores públicos están Adif (con mucha diferencia respecto a los siguientes en la lista), Ineco, Renfe, muchas de las Empresas Municipales de Transporte, el Grupo Tragsa, algunas Autoridades Portuarias y otros como Incibe o Red.es. Sobre estas últimas y el kit digital, también sería discutible si eso es considerado innovación o no, por mucho que la digitalización siempre se venda como tal.

Si bien, los proyectos de los PERTE tienen obligatoriamente que contar con pymes, el mayor porcentaje se lo están adjudicando grandes multinacionales, muchas de ellas foráneas

Entre las empresas privadas, que son minoría entre los receptores, figuran, por orden de montante recibido, Power Holdco (la fábrica de baterías que Volkswagen instalará en Valencia), Mercedes-Benz, Rail & Truck Strait Union, Medway, VTG Ferroviaria, Continental Rail, Stellantis, Seat, Volkswagen Navarra y QEV Technologies (parte del PERTE VEC para reindustrializar la antigua fábrica de Nissan en Barcelona). Todas ellas referidas a movilidad sostenible, transportes y vehículos. En el listado de los mayores perceptores, se encuentran otras como Renault, Balearia o Irizar. Si bien, los proyectos de los PERTE tienen obligatoriamente que contar con pymes, el mayor porcentaje se lo están adjudicando grandes multinacionales, muchas de ellas foráneas.

Por tanto, existe una correlación clara entre los sectores que más aumentan su inversión en I+D+i y los PERTE, pues muchas de estas empresas privadas han resultado adjudicatarias de estos. También entre las regiones que más aumentan su contribución en actividades innovadoras, aunque algunas sean ya tradicionales, como Madrid, Catalunya y País Vasco.

Entre los proyectos de innovación de los organismos públicos se ven movilidad sostenible, zonas de bajas emisiones, compra de tecnología sanitaria o rehabilitación de edificios. Además, muchos de los proyectos que se están recogiendo dentro de este paraguas se están limitando a comprar tecnología, cuyo origen no es nacional. ¿Cuántos proyectos de bajas emisiones están licitando la instalación de sensores para controlar el tráfico de vehículos o instalando puntos de recarga de vehículos eléctricos? ¿O la construcción de autopistas ferroviarias u obras en puertos y aeropuertos? ¿Va a tener esto un impacto real en el tejido productivo? Las licitaciones de obra pública financiadas con estos fondos están acumulando el mayor porcentaje de desembolso.

Las licitaciones de obra pública financiadas con estos fondos están acumulando el mayor porcentaje de desembolso

Qué maravillosa oportunidad se está perdiendo para impulsar de una vez la inexistente compra pública de innovación en España. Sería la ocasión de oro para fomentar la innovación en el sector que menos invierte y pilotar nuevos materiales o métodos de construcción sostenibles. Ay, la sostenibilidad, esa variable crucial de los Fondos Next Generation.

Aunque haya aspectos positivos, el espectacular efecto que deberían tener los Fondos Next Generation en el ecosistema empresarial no se ve en 2022. De hecho, el Banco de España estima que solo un 13% de las empresas españolas se ha beneficiado de estos programas a 2023, con licitaciones y subvenciones. Deberemos observar la evolución del número de empresas que innovan en los próximos años, ya que una disminución, con el incomparable desembolso de dinero europeo que tenemos, no es una buena señal, sobre todo si no capilarizan a las pymes, parte mayoritaria de nuestro sector empresarial. Desde luego, será necesario modelizar de forma más detallada para poder conocer el impacto a largo plazo. Si no, volveremos a tener el enésimo plan de pretendido cambio de modelo productivo que se queda a medio camino.