Todo empezó hace tres años y medio cuando Martin Cohen llegó a Barcelona desde Uruguay. Durante varias noches, y también tardes y madrugadas, el emprendedor salía de fiesta, bailaba, conocía a gente y se lo pasaba bien. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que iba a la barra a pedirse una copa. El joven se tiraba más de media hora haciendo cola para tomarse un cóctel y cuando se daba cuenta se había perdido varias canciones. "Vi que no tenía sentido, que era un disparate pasarme 30 minutos para que me sirvieran un gin-tonic, así que decidí ponerme manos a la obra y pensar en una solución al problema", indica el emprendedor en una entrevista en ON ECONOMIA.

Así es como nace Mixo, una máquina que sirve cubatas en pocos segundos y al gusto del consumidor. Con una inversión de 500.000 euros y un Enisa de 195.000 euros, el empresario decidió armar un equipo y se pusieron a trabajar. El objetivo era crear una máquina donde el usuario pudiera elegir, pagar y beberse una copa en pocos minutos, dejando atrás las infinitas colas de los festivales, conciertos y discotecas.

“Queremos ser el Apple de las bebidas. Estamos en proceso de obtención de patentes y con lo que hemos logrado nos vamos a posicionar como referentes y líderes a nivel mundial”, comenta Cohen a este medio. La empresa cuenta con una máquina expendedora que alquila cada cuatro semanas a quien esté interesado. Hasta ahora el artilugio se ha paseado por las discotecas Pachá Barcelona y Costa Este en Palafrugell y también ha estado presente en una boda, múltiples afterworks y alguna que otra fiesta privada. 

Ronda de dos millones de euros

Desde Mixo esperan cerrar una segunda ronda de financiación de dos millones de euros a mediados de este año y con el capital recaudado apostar por la expansión. “Ahora somos cinco trabajadores y contamos con una máquina. Para finales de año calculamos llegar a la decena de aparatos y contratar equipo, queremos crecer y que la gente nos conozca”.

¿Y cuál es el modelo de negocio? “Nosotros no cobramos por la máquina, sino que por cada bebida ofrecida nos llevamos una comisión”, recuerda Cohen. Desde Mixo dejan a los clientes elegir el tipo de bebidas que quieren ofrecer, los refrescos y el tipo de envases y, aunque todavía no cuentan con limón para los cócteles, el artilugio es capaz de servir las copas con un par o tres cubitos de hielo. Cohen aclara que el precio de las bebidas las pone cada restaurador y que ellos son los que eligen los alcoholes a ofrecer, las mezclas, los refrescos y las cantidades. 

Expansión internacional

A largo plazo el negocio prevé expandirse por Europa y Estados Unidos, con el foco puesto en Italia y Portugal. ¿No existía esto antes? "Parece extraño, a nosotros también, pero nunca hemos visto nada igual, así que la finalidad es darnos a conocer por Europa y más tarde dar el salto a Estados Unidos". Paralelamente, desde Mixo también apuestan por diversificar los productos. “Más allá de las bebidas, queremos revolucionar el sector HORECA (acrónimo de HOteles, REstaurantes y CAfes), por lo que en un tiempo vamos a ofrecer otra clase de productos”, señala el emprendedor.

¿Cuál es la diferencia entre una máquina expendedora y la de Mixo? Este aparato puede autosustentar hasta 500 combinados, dispensar vasos y hielo y, así, en solo unos segundos, el usuario cuenta con la bebida hecha para seguir disfrutando del concierto, fiesta o evento.