El pasado junio la Unión Europea (UE) puso como límite 2035 para establecer el fin de la venta de coches y furgonetas de combustión nuevos. Una medida que se enmarca en los objetivos para combatir el cambio climático y alcanzar las cero emisiones y la neutralidad de carbono para el año 2050. Es por ello que las principales empresas del sector de la automoción están acelerando a toda prisa sus estrategias de electrificación de vehículos para no quedarse atrás y cada una se ha puesto su propia fecha final para cumplir con las directrices europeas.

Un reto difícil por las condiciones macroeconómicas, marcadas por la elevada inflación y el problema de la escasez de chips semiconductores, componente esencial en la cadena de fabricación de la industria del automóvil. Pero, tanto las grandes marcas como los gobiernos e instituciones están acordando inversiones millonarias para acelerar el proceso de electrificación y poder cumplir con los objetivos establecidos desde Bruselas.

La última marca de prestigio en confirmar su plan estratégico en materia sostenible ha sido Audi. La firma alemana, perteneciente al grupo Volkswagen, anunció este martes que dejará de fabricar este tipo de vehículos en sus plantas a partir del año 2033, según el nuevo plan de producción presentado por la compañía. Se trata de un plan que, además, conlleva una inversión de 500 millones hasta 2025, que irá destinada a formación para los empleados de sus factorías.

No será hasta el año siguiente cuando Audi planea lanzar al mercado mundial vehículos nuevos con propulsión totalmente eléctrica y  el objetivo es que para 2029 todas sus plantas fabriquen al menos un modelo propulsión 100% eléctrica. Dentro del nuevo plan, Audi ha establecido la '360factory', "una visión con un enfoque que pone el mismo énfasis en la rentabilidad, la sostenibilidad y la flexibilidad", según destacó la compañía.

De hecho, sus plantas de Böllinger Höfe (Alemania) y Bruselas ya están produciendo vehículos totalmente eléctricos y que a partir del año que viene el Audi Q6 e-tron será el primer modelo 100% eléctrico que salga de la línea de producción de Ingolstadt (Alemania). Asimismo, la producción de coches eléctricos "comenzará gradualmente" también en Neckarsulm (Alemania), San José Chiapa (México) y Györ (Hungría) hasta lograr que ocupe el grueso del negocio para 2033.

Otra de las filiales del grupo Volkswagen, Seat, tiene como fecha de caducidad 2029 para llevar a cabo la completa electrificación de sus coches. Cupra, la marca española de coches deportivos que también forma parte del fabricante catalán, comenzó su proceso hacia la movilidad eléctrica el año pasado, con el lanzamiento al mercado del Cupra Born, primer modelo exclusivamente eléctrico de la compañía. El siguiente paso será poner a la venta otro modelo de cero emisiones para 2024, el Tavascán, y un año más tarde un modelo urbano. La española también ha marcado el 2028 como la fecha tope para acabar con los vehículos de combustión.

Las grandes marcas ponen fecha límite

Audi ya ha confirmado su fecha, pero no es la única ni la que más pronto dejará de fabricar vehículos con motor de combustión. Así por ejemplo, el gigante Stellantis también anunció este año una estrategia ambiciosa para llevar a cabo la electrificación de su plante de Trémery (Francia) y pasar de la fabricación de propulsores diésel al ensamblamiento de motores eléctricos. El consorcio automovilístico francés, que agrupo a marcas como Peugeot, Citroën y Opel, pretende poner fin a la producción de vehículos diésel en 2025.

En este sentido, su filial Opel tiene el primer objetivo fijado para el año 2024, fecha a partir de la cual todos sus coches contarán con al menos con una versión propulsada exclusivamente por electricidad. Pero no será hasta el año 2028 cuando la compañía tiene previsto dar por finalizado el proceso de llevar toda su producción a la neutralidad de emisiones. 

La firma de lujo Jaguar (perteneciente a la india Tata Motors) marcará su primer hito en 2024, fecha en la que ha fijado el debut en el mercado de su primer coche 100% eléctrico. Un año después, según el plan estratégico de la compañía británica, dejará de vender coches con motor de combustión. Por su parte, el plan diseñado por la alemana Mercedes-Benz establece también el año 2025 como el fin de los coches de combustión. En este 2022, Mercedes ya ha puesto a disposición de sus clientes vehículos eléctricos de batería (BEV) en todos los segmentos del mercado en los que está presente.

Volvo, Bentley, Ford, Maserati: objetivo 2030

Otras grandes marcas han fijado la fecha límite para cumplir con las exigencias de la Unión Europea en materia de emisiones para el año 2030. Es el caso, del fabricante sueco Volvo, cuyo plan estratégico pasa por lograr que el 50% de sus ventas en 2025 pertenezcan a coches eléctricos y la otra mitad a híbridos. Un proceso gradual que llevará a la compañía escandinava a ofrecer un catálogo exclusivamente eléctrico cinco años después. 

No es la única firma que apura los años de ventas de coches contaminantes hasta la próxima década. La británica Bentley, también perteneciente a Volkswagen, lanzará al mercado su primer vehículo eléctrico en 2025 y para 2030 tiene como objetivo que la venta del 100% de sus vehículos sea en la modalidad eléctrica. Por su parte, la estadounidense Ford convertirá su planta de Colonia (Alemania), en su primer centro de producción de coches eléctricos en el Viejo Continente, desembolsando 1.000 millones de dólares para comenzar con su primer vehículo eléctrico en 2023.

Su fecha para alcanzar un catálogo solo de coches no contaminantes también es 2030. Otra marca de lujo, la italiana Maserati, perteneciente al Grupo FCA, dejará de vender coches con motor diésel en 2025. No será pasado cinco años de este primer objetivo cuando completará su proceso de transformación para producir vehículos 100% eléctricos. Su primera versión eléctrica está prevista para 2023 y será la primera de su historia.