El pleno del Parlamento Europeo se ha pronunciado este jueves sobre la puesta en marcha de un "plan industrial" para competir contra los estímulos climáticos de Estados Unidos, enmarcados en la famosa ley de reducción de la inflación (Inflation Reduction Act, IRA)de Joe Biden, y de China, a través de su plan Made in China 2025. Estrategias para subvencionar las energías limpias de ambos países que desde diferentes sectores temen que acabe deslocalizando la inversión en Europa.

Planes ambiciosos que inyectarán miles de millones para financiar la transición ecológica de sus industrias. Esto ha provocado que desde los fabricantes europeos de automóviles hasta diferentes sectores industriales en España, hayan reclamado en las últimas semanas a la Unión Europea (UE) que tomen medidas en este aspecto, flexibilizando el acceso a las subvenciones y promoviendo exenciones fiscales para evitar que la inversión europea en tecnologías verdes acabe en Estados Unidos. 

Ahora, el Parlamento Europeo ha respaldado este nuevo plan industrial para eliminar barreras y poder competir con las potencias dominantes. Para ello, los eurodiputados insisten en mejorar la base industrial europea, flexibilizar de manera temporal y acotada las ayudas de Estado y crear un Fondo para la Soberanía Europea.

En una resolución adoptada por el pleno reunido en Estrasburgo (Francia), los eurodiputados reivindican la necesidad de una estrategia "eficaz para redistribuir, reubicar y relocalizar industrias en Europa", al tiempo que apuntan la importancia de mejorar los medios de producción de la UE en tecnologías estratégicas clave, como por ejemplo la energía solar y eólica, las bombas de calor o las baterías.

Un fondo común para evitar la fragmentación de ayudas

Además, reclaman al Ejecutivo comunitario una postura "más firme" frente a la competencia desleal en el plano internacional por subsidios "injustificados" de otros países a sus industrias y se refieren con especial preocupación a las condiciones de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Estados Unidos. Otra de las claves que recalcan los eurodiputados es la de contar "lo antes posible" con procedimientos de autorización "rápidos y previsibles" para los nuevos proyectos de energía renovable.

Asimismo, abogan por acelerar los medios de producción de una energía "asequible, segura y limpia" a disposición de la industria, al tiempo que se apuesta por el ahorro energético y las medidas de eficiencia energética. Los eurodiputados recogen también la preocupación por asegurar el acceso a las materias primas fundamentales como base para encarar con éxito la transformación ecológica y digital.

En cuanto a la posibilidad de contar en el futuro con un "Fondo para la Soberanía Europea", los eurodiputados creen que debería perseguir el objetivo de evitar la fragmentación causada por los regímenes nacionales de ayudas de Estado "descoordinados" y garantizar una respuesta eficaz y verdaderamente unida a la crisis.

En este sentido, la resolución europarlamentaria considera que el fondo deberá reforzar la autonomía estratégica de la UE y las transiciones ecológica y digital, integrarse en el presupuesto de la UE a largo plazo y movilizar inversiones privadas. Respecto de los subsidios públicos, los eurodiputados abogan por una simplificación de los trámites y por permitir una flexibilidad "específica, temporal, proporcional y coherente" con los objetivos comunes.