"Seguiremos esperando". Desde el Parc Tramuntana, proyecto conjunto de Bluefloat y Sener para construir un parque eólico marino en la Costa Brava, prefieren no valorar la demora del Gobierno español para aprobar el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), que marcará los territorios donde se podrán construir turbinas en el mar. "Hace tiempo que seguimos con atención todos los consejos de ministros", reconocen. Pero otras fuentes del sector sí que reconocen "decepción" después de que la subdirectora general para la protección del mar del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Itziar Martín Partida, asegurara en una conferencia con ingenieros del sector que el ordenamiento marino se aprobaría este martes en el Consejo de Ministros. Muchos lo daban por hecho. La patronal del sector, Asociación Empresarial Eólica (AEE), estima que la eólica marina puede mover 50.000 millones de euros hasta el 2050 -directos e indirectos- y generar 55.000 puestos de trabajo. Pero no empezarán a hacerlo hasta que no esté aprobada la regulación territorial del mar que dé el pistoletazo de salida.

"¡Aquello era una declaración oficial en un acto oficial!", lamenta la fuente del sector que reconocía decepción y que trabaja conjuntamente con desarrolladores de proyectos que están pendientes de aprobar los presupuestos por cada instalación, preparar los recursos de ingeniería y publicar ofertas de trabajo con la fecha exactamente del día que se apruebe el POEM. "Ya son muchas veces que hemos pensado que lo aprobarían al fin y no lo han hecho", añade esta fuente, aunque nadie, ni desde el ministerio ni desde las empresas, sabe explicar exactamente el motivo de la larga espera. El POEM se esperaba para finales del año pasado, después de que en el mes de junio se enviara un primer borrador a consultas. 

En su presentación, Martín Partida también detalló las zonas donde se tiene que poder construir eólica marina. Son Galicia, con la zona explotable más extensa, la Costa Brava, Canarias, dos zonas en Andalucía (costas de Málaga y Granada) y Asturias, donde no hay ningún proyecto candidato. Los asistentes se mostraban "sorprendidos" por lo que consideraban "una noticia importante" que hacía tiempo que esperaban. Pero ahora, de nuevo, toca esperar a los consejos de ministros de las "próximas semanas", palabras de la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, en los últimos días. El golfo de Cádiz, como zona con maniobras de defensa, el cabo de Gata, por la pesca de arrastre, y las islas Baleares finalmente se han quedado excluidas de la ordenación, según lo que explicó la técnica durante su intervención.

En total, tal y como se puede comprobar en la web del ministerio, son 18 las empresas que están registradas en el ministerio y que aspiran a ocupar un lugar en este negocio todavía por nacer en España con hasta 40 proyectos que esperan empezar a ocupar el mar con turbinas en las seis regiones que quedarán en principio operativas. Por orden de proyectos empezados, Grupo Cobra, con nueve proyectos, Capital Energy, con seis, Iberdrola (cuatro), la colaboración entre Bluefloat i Sener (cuatro), Ferrovial (tres), Abei Energy (tres), Saitec (dos), EDPR y Engie (dos), Enerocean (dos), Greenalia (uno) Magtel (uno) e Iberblue Wind (uno) son las empresas que están preparadas detrás de la línea de salida de una carrera milmillonaria. La suma de los candidatos a instalar eólica marina en España es de 14.221 MW. Por megavatios proyectados, la unión de Sener y Bluefloat lidera los MW proyectados, por delante de Cobra, Iberdrola, Ferrovial y Capital Energy. Acciona, Enerocean, EDPR y Engie, Greenalia, Naturgy y Equinor, Magtel, Abei Energy son otras de las empresas con candidaturas.

Iberdrola, Ferrovial, Parque Tramuntana, Grupo Cobra y Capital Energy, preguntadas por ON ECONOMIA, se han abstenido de hacer comentarios sobre la carrera por la eólica marina y la expectación que les genera el POEM. Desde la patronal AEE, reconocen que el sector eólico está "expectante" por la aprobación del POEM, "un hito necesario para que avance el desarrollo de la eólica marina en el país" y que esperan que se apruebe "como antes mejor". Es urgente desarrollar los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) y un marco regulador específico para la eólica marina con un enfoque industrial. En paralelo, es necesario establecer un calendario/objetivos para la eólica marina que facilite la inversión y ofrezca visibilidad para el desarrollo de esta tecnología en el país", defensa Juan Virgilio Márquez, director general del AEE.

Desde el sector recuerdan también que sin el POEM no se puede empezar el proceso que establece como meta de cara al 2030 la instalación de 3 gigavatios (GW) de eólica marina. Según estiman, una vez activada, la eólica marina aportará entre los años 2025 y 2050 49.607 millones de euros, entre los cuales 40.874 millones serán de impacto directo y 8.733 millones derivados de la industria. La patronal prevé también crear más de 7.000 puestos de trabajo hasta el 2030 y 17.438 más entre 2045 y 2050. O sea, que tendría que generar 55.000 puestos de trabajo en los 27 próximos años.

Pendientes de los requisitos para el concurso

Una vez aprobado este "mapa del tesoro" que será el POEM, sin embargo, cada proyecto presentado tendrá que cumplir unos requisitos todavía para determinar por la administración para entrar en concurso, así como presentar planes de evaluación ambiental que habiliten la implantación en el ecosistema. Con el fin de decidir en qué zonas se podrá y en qué zonas no se podrá construir energía eólica marina, se han elaborado estudios de evaluación ambiental y se han tenido en cuenta diferentes criterios. Uno de ellos es que sople un viento de más de 7,5 metros por segundo y el otro que la profundidad del mar sea inferior a 1.000 metros. Lo explicó, de nuevo, Itziar Martín Partida durante su intervención.

Una vez se identifica el potencial por construir eólica marina, se desestiman zonas de protección ambiental o de incompatibilidad con la biodiversidad (especialmente aves, aunque también influye el fondo marino), de tráfico marítimo que puedan interrumpir la actividad y otras incompatibilidades relacionadas con actividades de interés general como la pesca. "Hay regiones en las cuales el recurso es muy bueno, pero la zona roja de biodiversidad es muy grande", explicó la representante del ministerio. Es decir, restando las zonas donde hay potencial eólico a las zonas con biodiversidad protegida y otras actividades de interés general, sale como resultado el mapa donde se podrá desarrollar la eólica.

Para activar la eólica marina, el Gobierno ya ha aprobado una primera convocatoria de subvenciones de 240 millones de euros de la mano del IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético), que ha recibido el nombre de Renmarinas Demos y que vence el próximo 31 de enero, quizás antes de que ni siquiera esté aprobado el POEM.

En Galicia, según se puede comprobar en la sede electrónica del ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, hay hasta nueve candidatos a construir parques eólicos, entre ellos el parque Nordés, inicialmente de 525 MW, proyectado por BlueFloat y Sener, suma de empresas que también ha proyectado el Parque Tramuntana ante el golfo de Roses.

El grupo Cobra, que también tiene un proyecto candidato al golfo de Roses, tiene el segundo candidato más potente en la costa gallega, con una previsión de 1.000 megavatios pico con el parque eólico marino Galwind. Solo en la Costa Brava, hay seis candidatos para el parque, que podría costar cerca de 2.000 millones de euros, según estiman varias fuentes del sector. Son Ferrovial, Saitec, Iberdrola, Cobra, Capital Energy y una colaboración entre Bluefloat y Sener. Los candidatos oscilan entre los 500 y los 1.200 MW de proyección.