¿Qué tienen que ver los aranceles con las balas que disparan en Ucrania?

- Mookie Tenembaum
- Cap d'Agde (Francia). Lunes, 2 de junio de 2025. 05:30
- Tiempo de lectura: 2 minutos
Cuando pensamos en una guerra, imaginamos tanques, misiles y soldados. Pero detrás de todo eso hay algo que no se ve y que es tan determinante como el campo de batalla: las cadenas de suministro. Para producir municiones, no alcanza con tener una fábrica. Hace falta importar metales, químicos, componentes electrónicos y maquinaria. Y ahí es donde entran los aranceles, es decir, cómo una decisión económica tomada en Washington puede afectar lo que pasa en un campo de batalla a miles de kilómetros.
Empecemos por lo básico: una simple bala no es solo un proyectil de plomo. Lleva cobre, zinc, plomo, productos químicos que hacen que explote y una serie de procesos industriales. Todos esos materiales y productos se compran en distintos países. Si un país como Estados Unidos impone aranceles a las importaciones de alguno de esos insumos —por ejemplo, cobre chino o nitrato de bario alemán— el costo de fabricar esa bala sube. No porque suban los salarios, no porque falte demanda. Simplemente, porque ahora hay un impuesto extra para importar algo que antes entraba sin cargos.
Una bala no es solo un proyectil de plomo, lleva cobre, zinc, plomo y productos químicos que se compran en distintos países
El problema no se queda ahí. Muchas fábricas de municiones en Europa, en países como Bosnia, producen piezas que luego se destinan a armas en Ucrania. Incluso se reactivaron algunas plantas gracias a inversiones estadounidenses, como parte de un esfuerzo por sostener a Ucrania sin agotar las reservas occidentales. Pero si Estados Unidos cobra más caro por importar partes o maquinaria para fabricar municiones, esas fábricas pierden competitividad ¿Qué significa esto? Que tardan más en producir, venden más caro o, directamente, no pueden competir con otros países que no sufren esos aranceles.
Ahora imaginemos que eres parte de la OTAN y dependes de un país como Bosnia para que te mande piezas de artillería. Pero Bosnia, al ver que sus productos no entran fácilmente a EE.UU., busca otros mercados: Medio Oriente, África, Asia. Entonces te quedas sin proveedor. Y como tus fábricas también dependen de componentes extranjeros, también lo tienes complicado para fabricar lo que necesitas. La guerra no espera, el frente en Ucrania necesita municiones ya.
Entender los aranceles no es solo cosa de economistas: es parte de comprender cómo se libra una guerra en el siglo XXI
Los aranceles son una herramienta para proteger industrias o castigar a otros países. Sin embargo, en contextos como el actual, donde la producción militar depende de una red global de materiales y fábricas, cada obstáculo en esa cadena tiene efectos concretos. Suben los precios, se demora la producción y se multiplican los cuellos de botella. Y lo que empezó como una medida económica afecta la capacidad de un país para cumplir sus compromisos de defensa. Por eso, entender los aranceles no es solo cosa de economistas: es parte de comprender cómo se libra una guerra en el siglo XXI.
Las cosas como son.