En enero del 2024, el periódico El Economista titulaba El precio del aceite de oliva bate récord y ronda ya los 15 euros por litro, destacando que “el precio del aceite de oliva ha alcanzado niveles nunca vistos en España. Tras haber subido el coste en origen más de un 150% en los dos últimos años, el litro en las tiendas ronda ya los 15 euros. De hecho, en los supermercados se puede encontrar ya enseñas como Coosur o Hojiblanca a 14,5 euros el litro”.

En enero 2025, La Vanguardia se preguntaba El precio del aceite de oliva virgen extra en 2025: ¿seguirá subiendo?, “afectado por una importante modificación fiscal aprobada por el gobierno en octubre 2024 para contrarrestar la inflación derivada del conflicto en Ucrania y Oriente Medio, en la que el Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) aumentó de un 0% a un 2% su IVA”.

Después de dos años de letargo por sequía, los árboles tienen la savia y la fuerza suficiente para darnos una producción récord

Ahora, las tiendas ofrecen botellas de litro aceite de oliva a menos de 4 euros y aceite de oliva virgen extra (AOVE) a menos de 5. Desde Jaén, principal provincia productora de aceite de oliva en España, un sindicato agrario (COAG) “califica de ‘artificial’ la bajada de precio del aceite de oliva y apela para que Competencia investigue posibles acuerdos comerciales”.

Es, por lo tanto, legítimo preguntarse qué pasa con los precios de este producto tan importante en la dieta de los españoles… y de tanto peso en el índice de Precios al Consumo. Las respuestas, como siempre en un análisis de mercado, nos llevan a mirar los fundamentos del mercado, por un lado, la coyuntura, por otro, y también su estructura.

Los fundamentos

El mejor estudio de costes del que tengo conocimiento lo realiza la Asociación Española de Municipios del Olivo. En su informe Los Costes del Cultivo del Olivo de España ante la Unión Europea concluye que “producir un kilo de aceite de oliva en España varía entre los 2,81 euros del olivar en seto de regadío, hasta los 4,61 euros del olivar de montaña, pasando por los entre 3 y 4 euros en olivares tradicionales de baja pendiente según regadío o secano”.

Aunque las cifras se refieren al año 2023, impresiona la diferencia en los costes de producción entre los distintos tipos de olivar. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación nos aclara en su descripción del sector del aceite de oliva, realizada en el 2021, el 30% de la superficie de regadío (intensivo y superintensivo) producía el 60% de la cosecha. Los rendimientos medios van desde los 1.750 kilos de aceitunas en el olivar de baja producción a los más de 10.000 kilos en el olivar en seto de regadío, a los que hay que sumar la diferencia en los costes de recogida (principal componente del coste variable de producción) al estar mecanizado en el cultivo en seto.

Incluso con los precios actuales, el olivar en seto es rentable, mientras que no se cubren los costes de producción del olivar de secano.

La coyuntura

Hemos tenido dos años de sequía que han afectado a la producción española, y por lo tanto mundial, al ser España el principal productor con diferencia sobre todos los demás. Según datos de la Comisión Europea, Europa produjo 1,392 millones de toneladas en la campaña 2022/23 (de las cuales España aportó 666.000); 1,532 millones en la campaña 2023/24 (España, 854.000) y se esperan 2,128 millones (España, 1,42 millones) en esta campaña 2024/2025.

Además, las abundantes lluvias caídas durante la primavera hacen concebir la esperanza (o la pesadilla, dependiendo de qué lado se mire el balance) de otra gran cosecha en la campaña que viene. Después de dos años de letargo por sequía, los árboles tienen la savia y la fuerza suficiente, si no hay accidentes climáticos entre tanto, para darnos una producción récord. España llegó un año a producir casi dos millones de toneladas.

Idénticas buenas perspectivas se esperan en los demás significativos países productores, Portugal y Grecia en Europa; Túnez y Turquía en la cuenca mediterránea. A los profanos en temas del aceite de oliva les puede sorprender la ausencia de Italia en esta lista. Italia es una gran plataforma comercial, pero es netamente deficitaria (su producción no cubre por mucho ni siquiera su consumo y es un gran exportador) y su producción influye relativamente poco en el mercado.

La estructura del mercado

Álvaro Olavarría es el gerente de la cooperativa Oleoestepa, productora y comercializadora de aceite de oliva virgen extra fundada en 1986, que en la actualidad agrupa a más de 7.500 agricultores con unas 60.000 hectáreas de olivar, lo que supone un ecosistema de más de 10 millones de olivos cultivados mediante técnicas de producción integrada y ecológica. Es sin duda una de las personas de referencia del sector, reputado por su rigor, su conocimiento del mercado y su generosidad a la hora de compartirlo.

En una reciente entrevista en Agropopular, explica cuáles son, a su juicio, los motivos que explicarían las importantes caídas en origen de los precios del aceite de oliva. Habla de “una gran oferta de aceite de oliva, muy atomizada y desordenada”.

Como el precio mundial lo marca España, añadió que tenemos “1.817 almazaras. De estas almazaras, el 49% son almazaras cooperativas y el 51% son almazaras industriales. De la producción, el 64% corresponden a las almazaras cooperativas. Sin embargo, que estén concentrados, que estén en cooperativas tipo Oleoestepa por ejemplo, cooperativas de segundo grado ulterior u otro tipo de entidades asociativas, escasamente, la producción de España es del 3%. Este desorden que digo de la oferta”.

¿Y mañana?

Un futuro aceptable para el sector es posible y asequible, pero exige que el sector tenga la valentía de poner orden allí donde hay desorden.

Posibilidades, las hay, comerciales primero. Pidiendo perdón a los que me voy a olvidar en esta presentación, somos los que marcamos el precio mundial. Quizás sea el único sector productivo donde España es “Price maker” y no “Price taker”. Tenemos cooperativas importantes como Dcoop (la mayor del mundo) u Oleoestepa. Tenemos dos interprofesionales que funcionan (la grande, con los aceites de oliva y la hermana pequeña, con el aceite de orujo de oliva). La gran empresa privada del sector, Deoleo (con entre otras, las marcas Carbonell, Elosua, Bertolli, Carapelli, Hojiblanca, Koipe, Louit y Azalea), sigue centrada en la principal zona productora mundial, España, y parece estar saliendo de la profunda crisis financiera que vivió a raíz de un gran endeudamiento.

Hay margen para una estabilización de los precios que evite estos cambios tan bruscos que hemos vivido estos años, negativos a medio y largo plazo

Posibilidades, las hay, ahora también legales. La reglamentación comunitaria ha evolucionado y permite, con condiciones evidentemente, grados importantes de autoregulación. Por supuesto, hay que seguir cumpliendo los objetivos marcados por Europa, entre ellos, “asegurar precios razonables al consumidor”, pero hay margen para una estabilización de los precios que evite estos cambios tan bruscos que hemos vivido estos años, negativos a medio y largo plazo tanto para los consumidores como los productores.

Se pueden hacer las cosas bien, o mal. En este caso, la responsabilidad recae principalmente (aunque no en exclusiva, ciertamente) en los productores y en sus organizaciones.