La patente unitaria europea es una iniciativa que tiene como principal objetivo simplificar el proceso de protección de las invenciones patentables en Europa. Se espera que, a partir de su entrada en vigor el próximo 1 de junio, veamos un impacto positivo en el sector de la innovación en Europa y en numerosas empresas, particularmente en pymes, start-ups, centros de investigación y universidades. No cabe duda de que la simplificación de procesos en comparación con el actual sistema es el primer paso para la generación de un entorno de creación -sea en el campo de la tecnología, innovación, ciencias o industria, para citar algunos- mucho más fértil, revolucionario y competitivo. 

Y es que, a lo largo de la historia, hemos sido testigos de cambios de paradigma en diversos ámbitos. Cambios que nos permiten romper con modelos previamente establecidos y generar algo completamente nuevo, que afecte a muchos sectores de la economía y de nuestra sociedad. Por eso, suelo decir que para que un cambio de estas proporciones ocurra es necesario que haya una cadena de acciones unida por eslabones muy bien conectados entre sí.  

Actualmente, cuando hablamos del sistema de patentes en Europa, inventores y empresas disponen de dos opciones. Con la primera, pueden presentar solicitudes de patentes en cada país de la UE donde desean obtener protección, lo que suele ser un proceso costoso y complicado, ya que los requisitos y procedimientos de cada país pueden variar. La segunda opción es solicitar a la EPO -European Patent Office, por sus siglas en inglés- una patente que puede ser validada en aproximadamente 40 países, mediante la aprobación de un examen y el pago de tasas de validación en cada país donde el solicitante quiera validar su patente. Ambas opciones son costosas en tiempo y recursos. Con la llegada de la patente unitaria, los solicitantes podrán presentar una única solicitud y obtener protección en todos los países de la UE que están cubiertos o que han confirmado su cooperación con el nuevo sistema (25 países a día de hoy).

La patente unitaria busca fomentar y facilitar la innovación en Europa. La fragmentación del sistema actual impone una carga burocrática y complejidad que limita los incentivos a la capacidad de creación y desarrollo de nuevas tecnologías. Esto, consecuentemente, y desde la perspectiva europea, afecta negativamente a nuestra capacidad para competir con países como Estados Unidos y China, además de ralentizar la llegada de nuevas tecnologías que podrían mejorar nuestras vidas. 

Por eso, la eliminación de la fragmentación es un primer eslabón de la cadena. La consecuencia del desarrollo del nuevo sistema de patente unitaria será un excelente incentivo que tendrán empresas e investigadores europeos a invertir en innovación, desarrollo y a patentar sus inventos. Así, podemos conseguir con el tiempo el segundo eslabón de la cadena. La armonización de la protección de patentes mediante la patente unitaria se espera que beneficie el comercio y las inversiones extranjeras directas (IED) en empresas de propiedad industrial y tecnología. Según un estudio de la EPO, la convergencia de los rstados miembros de la UE en el nivel máximo de protección de patentes podría generar un aumento del 2% en los ingresos comerciales anuales (14.600 millones de euros) y un aumento del 15% en las IED recibidas cada año (1.800 millones de euros) por estas empresas en la UE.

Ahora, desde una perspectiva más amplia y con un cierto tiempo de maduración y asentamiento del nuevo modelo, está la posibilidad de convertir Europa en un mercado más atractivo para las grandes corporaciones internacionales, fondos de inversión y, en definitiva, los grandes actores globales. La ecuación es sencilla: si los procesos son más fáciles y eficientes y si nuestras start-ups, empresas o instituciones que se dedican a la investigación logran una mayor protección al patentar sus invenciones, Europa será un lugar más atractivo para innovar e invertir como tercer eslabón.

La puesta en marcha del nuevo sistema es, indudablemente, una apuesta de futuro que va mucho más allá de la reducción de trámites administrativos. Al convertirnos en un mercado de mayor interés para innovar e invertir, estamos cerrando el cuarto eslabón de la cadena, el impulso en la creación de empleos de calidad y la mayor necesidad de profesionales especializados en diversos sectores, particularmente los relacionados con la innovación y los avances científicos y tecnológicos. 

España, de momento, ha elegido estar fuera del nuevo sistema. Aunque es cierto que empresas e inventores españoles sí que podrán beneficiarse de la ventanilla única que nos brindará el sistema de la patente unitaria, las empresas e inventores que, adicionalmente, quieran validar una patente en nuestro país seguirán obligados a hacerlo a través de una validación de la patente europea en España o presentando una solicitud nacional en la Oficina Española de Patentes y Marcas, lo que significa más costes y más inversión de tiempo

A escasos días de la implementación de la patente unitaria en Europa, esperamos que esta nueva cadena, formada por eslabones sólidos e interconectados entre sí, sea un componente esencial para impulsar el ecosistema innovador de Europa, el desarrollo industrial, la transferencia de tecnología y el crecimiento económico.