Los agoreros sobre un mal año de bolsa para 2023 han fracasado. Su lógico razonamiento de la dificultad de revalorización de las acciones con los bancos centrales subiendo tipos no ha servido de gran cosa a tenor de los resultados: las principales bolsas mundiales terminan el semestre con ganancias en torno al 15% que en el caso del tecnológico Nasdaq se elevan hasta el 36%, recuperando prácticamente todo lo perdido durante el ejercicio anterior. Bien es cierto que en el caso de Estados Unidos las alzas se concentran en un reducido número de compañías (casi todas del sector tecnológico), mientras que en Europa las ganancias se extienden por un mayor número de sectores.

Y los expertos no ven un cambio de rumbo inmediato en el optimismo que hoy por hoy rodea a las acciones pese a los mensajes persistentes de los bancos centrales (Reserva Federal y BCE) de que las subidas de tipos no se han terminado y que probablemente queden pendientes aún dos más hasta el cierre del ejercicio. Y es que la política monetaria restrictiva no se deja ver, de momento, en los datos macro que siguen resultando positivos. Tal vez el más destacado sea el del PIB de Estados Unidos, que está creciendo a tasas del 2%. Muchos aventuran recesión para la todavía principal economía mundial, pero ahí está aumentando su tasa de crecimiento en medio punto. Y transcurrido más de un año desde que la Fed empezó a subir tipos, el efecto ya tendría que haber llegado al crecimiento. De momento, calma.

También la caída de seis décimas en la inflación europea de junio hasta el 5,5% supone un buen dato por el que los mercados navegan más cómodamente.

Para los seguidores de la política monetaria del BCE, el foro de Sintra celebrado la pasada semana se presta a interpretaciones. Por un lado, los mensajes del organismo director de la política monetaria del euro son muy duros, pero los analistas aprecian una sobrerreacción. Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America (BofA) para Europa, considera que la batalla sobre si subir o no en septiembre aún está por decidir, aunque los datos de inflación de esta semana sugieren que una última subida entonces es cada vez más probable. También, "más alto durante más tiempo" es el tema clave que los oradores del BCE quieren impulsar, pero “creemos que es cada vez más improbable que los recortes puedan esperar hasta finales del segundo semestre de 2024, como algunos oradores parecen sugerir”, indica Segura-Cayuela.

Es de esperar una toma de beneficios que muchos sitúan para los meses de julio y agosto (al parecer no ocurrirá en esta semana que ahora se estrena) aprovechando los menores volúmenes de contratación que siempre facilitan los movimientos tanto al alza como a la baja. Pero será en estos meses cuando se conozcan los resultados empresariales del primer semestre del año y estos pueden funcionar como un revulsivo que dé soporte a las alzas ya conseguidas y justifique nuevos ascensos. Sin duda, estos resultados serán determinantes junto con las guías que presenten las empresas hasta finales de año en la presentación de sus cuentas a analistas y a la Prensa.

En la próxima semana tendremos cerrado el mercado estadounidense el martes con motivo del Día de la Independencia. Unas jornadas que deberían ofrecer a los inversores más visibilidad sobre la salud de la economía mundial y las políticas monetarias de los bancos centrales, con la publicación del PMI manufacturero estadounidense el lunes, las actas de la Reserva Federal estadounidense el miércoles a las 20 horas, el PMI de servicios, las estadísticas de solicitudes de subsidio de desempleo y la creación de nuevos puestos de trabajo en EEUU el jueves. El miércoles, la OPEP se reunirá durante todo el día, y el viernes conoceremos la tasa de desempleo y los ingresos medios por hora en Estados Unidos. Las previsiones apuntan a una creación de unos 250.000 puestas de trabajo no agrícolas en el gigante norteamericana y un descenso de una décima en la tasa de paro para situarse en el 3,6% de la población activa. Referencias positivas que siguen mostrando la pujanza de la economía.

Por último, en España datos del PMI manufacturero y de servicios, así como de la producción industrial (mayo sobre mayo) y también la variación de desempleo correspondiente a junio. En el mundo financiero, el Tesoro público hará subasta de letras a 6 meses y un año el martes, mientras que dejará las subastas de bonos y obligaciones para el jueves.