Carpetazo al peor año para los mercados con importantes caídas en las Bolsas y también en los mercados de renta fija. No es frecuente que tanto bonos como acciones caigan en un mismo ejercicio y, según las estadísticas históricas, esta situación se ha producido solo cuatro veces. El índice estadounidense S&P 500 se ha dejado el 20%, el tecnológico Nasdaq un 34% y el EuroStoxx50 de las plazas europeas el 12%, mientras que el Ibex español ha perdido en 2022 un 5%. En los mercados de bonos la caída media se sitúa en el 15%, afectando a los fondos de renta fija que tienen estos activos en su cartera. Un año, por tanto, para olvidar, aunque se hayan presentado oportunidades como la del sector bancario o de las energéticas, especialmente petroleras y gasísticas.

Como el dinero teme la subida de tipos de los bancos centrales, cualquier noticia o indicador que ponga en duda una política monetaria más restrictiva es bienvenido. En esta semana que inaugura 2023 se conocerá el dato de la inflación en la eurozona que, igual que el apuntado en España el pasado viernes, se espera caiga moderadamente. Menos inflación es igual a menos subida de tipos. Asimismo, habrá datos importantes en Estados Unidos cuyas bolsas casi siempre marcan el camino a las europeas. Habrá datos de creación de empleo que los analistas espera que se moderen, aunque la tasa de paro se mantendrá estable en el 3,7%. Nuevamente, desaceleración en el ritmo de aumento de trabajadores relaja las tensiones económicas y permite a la Reserva Federal (Fed) tomarse las subidas anunciadas con más calma en el tiempo.

También se publicarán índices de manufactura en Estados Unidos y ventas minoristas en la eurozona. Estos datos se prevé que salgan más débiles que en meses anteriores. Un cóctel de desaceleración económica que empujará a las bolsas en este inicio de 2023. Eso sí deberá venir acompañado de unas actas de la Fed que muestren el lado más suave del alza de tipos y aprovecharán algunos banqueros centrales para hacer declaraciones que los mercados esperarán ansiosos para tomar el rumbo adecuado.

Tras el fracaso del llamado rally de Navidad, ahora toca el llamado “efecto enero” en las bolsas y que tiene su explicación en las compras que hacen grandes instituciones y fondos de inversión para crear sus carteras con las que empezar el año. Una demanda que, por lo general, solía provocar un alza automática de los precios.

El dividendo volverá a ser un poderoso argumento de inversión para la bolsa en 2023. Los analistas hablan de un ejercicio que irá de menos a más

Enero es también un mes de pagos de dividendos. Para abrir boca, el día 5 -emulando a los Reyes Magos- la compañía automovilística CIE Automotive abonará un dividendo bruto de 0,41 euros por acción, aunque será la siguiente semana cuando se animen más compañías como Repsol, FAES, Redeia (antes Red Eléctrica) y Gestamp.

El dividendo volverá a ser un poderoso argumento de inversión para la bolsa en 2023. Los analistas hablan de un ejercicio que irá de menos a más y, de momento, se impone la prudencia a la hora de tomar posiciones en acciones. Por eso, las recomendadas son las más sólidas, las más previsibles y, entre ellas, se encuentran las habituales en la remuneración al accionariado. Porque este 2022 se ha cebado en los valores de crecimiento pero no ha tratado nada mal a los ligados al sector financieros y aquellos que han multiplicado sus ganancias con la subida del petróleo y del gas natural. De momento, estos son los grupos preferidos de los analistas.

Y como adelanto sobre este mes de enero que será festivo el día 2 en Estados Unidos (Europa abrirá con normalidad el próximo lunes), del 16 al 20 enero se celebrará el Foco Económico Mundial de Davos. Una reunión que cobra transcendencia tras la situación de desaceleración de las economías con la pregunta de fondo de si terminará en recesión y la gravedad de esta. Feliz año a todos y mis deseos de plusvalías no solo con el dinero.