Las empresas en el fragmentado mundo del comercio

- Anwar Zibaoui
- Barcelona. Miércoles, 14 de mayo de 2025. 05:30
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El comercio y las cadenas de suministro han dejado de ser preocupaciones de nicho para convertirse en una de las conversaciones prioritarias en los consejos directivos y en las agendas corporativas de las empresas. Ello se debe a que todas las organizaciones se enfrentan a interrupciones constantes en sus operaciones de compras, producción y logística. Las causas van desde las guerras comerciales y tensiones geopolíticas actuales hasta fenómenos climáticos y una pandemia mundial. El mejor ejemplo es el último año, en el que hemos vivido desastres naturales y meteorológicos, terremotos y aumento de la temperatura del mar, el impacto económico de las guerras en Ucrania y Oriente Medio, las consecuencias del proteccionismo de EE. UU. y la subida de aranceles, así como de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China. El mundo del comercio ya no se basa en normas internacionales, sino en la confrontación mercantilista.
Antes esta situación, muchas empresas están aumentando su abastecimiento para evitar interrupciones y se centran en recortar costes y presionar a los gobiernos para mitigar los riesgos. Sin embargo, el impacto podría ser más difícil de contener, ya que los países a los que Trump apunta están mejor preparados para tomar represalias. Este ojo por ojo amenaza con una nueva era ciega de fragmentación del comercio global, comparable a las guerras comerciales del siglo pasado.
El mundo del comercio ya no se basa en normas internacionales, sino en la confrontación mercantilista
En esta nueva era marcada por tensiones geopolíticas, volatilidad económica y desafíos climáticos, las empresas se preparan para un proteccionismo más profundo a medida que el comercio mundial puede enfrentar su era más turbulenta desde la década de 1930. La clave para garantizar el flujo continuo de mercancías radica en la resiliencia constante, implantando metodologías y procesos ágiles, innovando continuamente en productos y servicios e implementando tecnologías punteras.
A pesar de este contexto adverso, hay motivos para el optimismo. Las empresas están encontrando maneras de sortear la fragmentación política, mientras que tecnologías como la inteligencia artificial están mejorando la eficiencia y abriendo nuevas oportunidades de crecimiento. Quienes se adapten rápidamente a estas dinámicas cambiantes se diferenciarán de sus competidores.
Las empresas que combinan el alcance global con la capacidad de respuesta local tienen más probabilidades de prosperar
En este entorno, es cada vez más determinante encontrar el punto óptimo para equilibrar la diversificación y la localización. Las empresas se dividen entre las que distribuyen el riesgo de la cadena de suministro entre regiones o las que mantienen su presencia local. La disyuntiva que se plantean las empresas es la siguiente: diversificar geográficamente para acceder a nuevos mercados y protegerse de las disrupciones o localizar las cadenas de suministro para reducir los costes de transporte y mejorar la supervisión. Cada una de estas opciones tiene sus límites y riesgos, pues la diversificación puede ser compleja y costosa, mientras que la localización corre el riesgo de desaprovechar las oportunidades que plantea la proyección global. Como apuntan varios expertos, una combinación calculada de ambos enfoques podría ser la solución adecuada. Aprovechar los beneficios de ambas opciones puede funcionar, ya sea abasteciéndose de materiales de diferentes regiones para reducir la dependencia de una sola geografía y, al mismo tiempo, desplazando la producción hacia mercados clave para un mayor control y agilidad.
Los tiempos de acumular mercancías en almacenes descontrolados están llegando a su fin. La mejor estrategia para la resiliencia es la diversificación entre proveedores y regiones. Los inventarios y la diversificación son igualmente eficaces. La solución parece ser el equilibrio: unos inventarios más ajustados liberan liquidez, mientras que la diversificación de proveedores reduce la dependencia de una única fuente y ofrece margen de crecimiento. En el fragmentado mundo del comercio, las empresas que combinan el alcance global con la capacidad de respuesta local tienen más probabilidades de prosperar.