El Instituto Guttmann, centro de referencia en la rehabilitación de personas con lesiones medulares y daños cerebrales, ha dado un paso adelante en el ámbito tecnológico con una renovada concepción del área de rehabilitación funcional, estrenada el mes de junio. Además de disponer de un espacio más amplio y abierto y de integrar robótica de última generación, la unidad queda ahora vinculada a la realidad virtual y a la inteligencia artificial, con la gestión de datos como pilar fundamental. A la información clínica habitual se suman también los registros de toda la maquinaria del gimnasio. "Es el primer paso para crear un modelo predictivo", subraya en declaraciones en la ACN la responsable de Rehabilitación Funcional, Narda Murillo.

Con la recopilación de información de pacientes con diagnósticos parecidos, el Instituto Guttmann quiere impulsar terapias e itinerarios de rehabilitación más eficientes, basados en la inteligencia artificial y en el análisis detallado de la evolución de cada persona ante los diferentes estímulos a lo largo del tiempo. Con respecto a los cambios visibles para los usuarios actuales, el gimnasio cuenta ahora con nuevos dispositivos robóticos y una zona específica de realidad virtual, que tiene un impacto directo en la "neuroplasticidad" cerebral. En esta primera etapa se llevan a término ejercicios muy básicos, pero la voluntad es que la plataforma vaya ganando complejidad y funcionalidades.

La doctora Murillo ilustra los beneficios con un caso práctico: "Si el paciente no puede mover una mano, mueve la otra para coger un objeto, pero el sistema le hace aparecer una 'mano espejo'. Al ver el movimiento de las dos manos de manera virtual, se activan áreas cerebrales que permiten recuperar movilidad". La herramienta ofrece entornos inmersivos y adaptables que reproducen actividades cotidianas que los pacientes necesitan reaprender, en un contexto seguro y supervisado. Además de incrementar la motivación, la estimulación multisensorial facilita la reorganización del cerebro y acelera la recuperación funcional.

La remodelación del área de rehabilitación funcional ha durado tres años y se prevé que pasen anualmente cerca de 5.000 pacientes. Se trata del espacio central del Instituto Guttmann, donde todos los usuarios desarrollan su proceso rehabilitador y se preparan para reanudar su vida. Un ejemplo es el de la Diandra Bone, en tratamiento desde hace más de medio año. El 5 de diciembre de 2024 sufrió un hematoma espontáneo que le causaba un fuerte dolor de espalda. Al servicio de urgencias le diagnosticaron un coágulo de sangre que comprimía la médula y le dejó las piernas dormidas. Incluso le llegaron a decir que no volvería a andar.

Catalunya se ha convertido en uno de los territorios punteros en la incorporación de la inteligencia artificial (IA) dentro del sistema sanitario. La combinación de un ecosistema de innovación potente, una red hospitalaria de referencia y el impulso de la investigación biomédica han facilitado el desarrollo de aplicaciones que mejoran tanto el diagnóstico como el tratamiento y la gestión de los recursos sanitarios. En el ámbito clínico, la IA también se está utilizando para el análisis de imágenes médicas, permitiendo detectar de manera precoz patologías como el cáncer o enfermedades cardiovasculares.

También se aplica en la medicina personalizada, ayudando a predecir la respuesta de los pacientes a los tratamientos y ofreciendo recomendaciones adaptadas a cada caso. Además, los sistemas de análisis de datos masivos contribuyen a identificar patrones de riesgo y mejorar la prevención. Con respecto a la gestión sanitaria, la IA se ha incorporado a proyectos de planificación hospitalaria y optimización de recursos, cosa que facilita una mejor asignación de camas, una reducción de las listas de espera y una gestión más eficiente de las urgencias. También se están desarrollando asistentes virtuales y chatbots médicos que mejoran la comunicación con los pacientes y ofrecen apoyo en el seguimiento de enfermedades crónicas.