Según informa Elena Gurevich en redes, desde el 1 de septiembre China ha puesto en vigor una normativa pionera a nivel mundial: la obligación de etiquetar de manera obligatoria todo contenido generado por inteligencia artificial (IA). Con ello, China se convierte en el primer país en establecer un estándar nacional vinculante que regula la identificación del material sintético, abarcando texto, video, audio, imágenes y entornos virtuales. La decisión no solamente marca un hito en la gobernanza digital global, sino que también establece un referente para otros países que, hasta ahora, han limitado sus acciones a recomendaciones o, en otros casos, a marcos regulatorios fragmentados.

Contenido y obligaciones de la normativa

La regulación china se centra en tres pilares fundamentales: la obligatoriedad del etiquetado, la responsabilidad compartida y las sanciones en caso de manipulación. En cuanto al requisito del etiquetado, éste se divide en: 

-Etiquetado explícito, que se aplicará mediante texto en pantalla, iconos visibles u otros indicadores fácilmente perceptibles por el usuario.
-Etiquetado implícito, que exige que todo contenido sintético incluya identificadores ocultos, tales como marcas de agua digitales o metadatos invisibles.

En casos de duda razonable sobre el origen del contenido, se prioriza el uso de etiquetas explícitas.

Responsabilidades de los proveedores de servicios

Las plataformas, tiendas de aplicaciones, empresas de IA generativa y usuarios deben cumplir con la obligación de etiquetado. Los proveedores deben incluir en sus acuerdos de servicio la explicación de los métodos de identificación aplicados, garantizando transparencia ante el usuario.

Prohibiciones para los usuarios y alcance extraterritorial de la norma

Como consecuencia de esta nueva norma, a los usuarios les queda terminantemente prohibido eliminar, alterar, falsificar u ocultar los identificadores sintéticos. Tal y como hemos visto con el AI Act (Reglamento de IA) y otra regulación europea, la normativa es de aplicación también a empresas extranjeras que ofrezcan servicios dentro del territorio chino, lo que aumenta la relevancia del marco más allá de sus fronteras.

Impacto de la norma

El alcance de esta regulación no se limita al control interno dentro del espacio del país asiático, sino que puede tener efectos globales. Por un lado, en materia de estandarización internacional, pues China se adelanta al establecer un marco obligatorio que podría presionar a otros países a seguir una vía similar. En segundo lugar, adoptando un enfoque de transparencia vs control: mientras que el etiquetado aporta seguridad y confianza en entornos digitales saturados de desinformación, también puede servir para reforzar el control gubernamental sobre los flujos de información. Asimismo, en cuanto al impacto económico, puesto que empresas extranjeras deberán adaptar sus modelos y tecnologías para cumplir con las exigencias si quieren mantener acceso al mercado chino. Finalmente, abre un debate ético y cultural, ya que la obligación de etiquetar plantea dilemas en relación con la creatividad artística, la libertad de expresión y la percepción de la autoría en la era de la IA.

Panorama comparado de la legislación sobre IA en el mundo

Como es sabido, la afirmación de que solamente se regula en Europa no es cierta en absoluto. A continuación, una somera enumeración de las principales iniciativas y marcos regulatorios en materia de inteligencia artificial en distintas regiones y países ( si bien la lista exhaustiva sería mucho más larga):

-Unión Europea. AI Act (2024): es la primera ley integral sobre IA en Occidente. Clasifica aplicaciones por niveles de riesgo (mínimo, limitado, alto e inaceptable), restringe usos como la vigilancia biométrica masiva y exige transparencia y auditorías para sistemas de alto riesgo.
-Estados Unidos. AI Bill of Rights (2022): es una guía o conjunto de principios para proteger a ciudadanos frente a abusos de la IA. No es de cumplimiento obligatorio, pero orienta la regulación futura y la acción de agencias federales.
-Canadá. Artificial Intelligence and Data Act (AIDA, proyecto, desde 2022). Se centra en la transparencia y en la rendición de cuentas de sistemas de alto impacto. Obliga a las empresas a evaluar riesgos y mitigar daños potenciales.
-Reino Unido. Pro-Innovation AI Regulation Framework (2023): tiene un enfoque de autorregulación, basado en principios. No impone leyes estrictas, sino que deja en autoridades sectoriales (finanzas, salud, transporte) la adopción de normas.
-Japón. Enfoque “Agile Governance” (2022-2025): favorece la innovación y cooperación público-privada. Se centra en guías de buenas prácticas más que en obligaciones legales estrictas.
-Brasil. Proyecto de Ley de Inteligencia Artificial (2021, en revisión): inspirado en el modelo europeo. Prioriza la protección de derechos fundamentales y regula sistemas de riesgo alto.
-China. Reglas de etiquetado de contenido sintético (2025): impone un estándar nacional obligatorio de identificación de contenido generado por IA. Se aplica a proveedores, plataformas y usuarios, con alcance extraterritorial.

Primeras conclusiones

La entrada en vigor de la normativa china sobre etiquetado de contenido sintético marca un antes y un después en la imposición de estándares obligatorios. Este paso quizá acelerará el debate internacional sobre la necesidad de estándares globales en IA, en un contexto donde la confianza, la seguridad digital y la protección de los ciudadanos sean elementos esenciales e imprescindibles de la innovación tecnológica.