Alphabet, la matriz de Google, ha revisado al alza sus previsiones de inversión en inteligencia artificial, pasando de los 63.000 millones de euros estimados inicialmente a una cifra récord de 72.000 millones este 2025.

El incremento responde a la escalada de la demanda de servicios de IA e infraestructura cloud, en un escenario de dura rivalidad con otros pesos pesados del sector como Meta, Microsoft y OpenAI. Sundar Pichai, CEO de Alphabet describe que "la IA ha generado un impacto positivo en todos los departamentos de la empresa". Al principio de año, Mark Zuckerberg anunciaba una movilización de fondos por valor de 55.000 millones de euros.

Los resultados trimestrales refuerzan esta voluntad de ocupar un liderazgo en la carrera tecnológica. Alphabet ha superado los cálculos de los analistas con unos ingresos de 82.000 millones de euros (+14%) y un beneficio de 24.000 millones (+19%). Las divisiones de Google Services y Google Cloud registraron aumentos del 12% y 32% respectivamente.

Sin dejar el ámbito de la IA, Pichai destaca el lanzamiento de AI Mode en la India y en los Estados Unidos, así como la expansión global de AI Overviews, que ya acumula más de 2.000 millones de usuarios en más de 200 países y territorios.

Este último producto está generando un 10% más de consultas en las búsquedas donde aparece. En paralelo, la empresa mantiene una posición financiera sólida con una tesorería que supera los 80.000 millones de euros.

Un mercado mundial en plena efervescencia

El negocio global de la IA superó los 170.000 millones de euros en el 2024 y se prevé que llegue a más de 900.000 millones antes del 2030. Los sectores que concentran más inversión y rendimiento son la salud, las finanzas, el comercio electrónico, la movilidad y la industria.

En el ámbito médico, por ejemplo, la IA ya se utiliza para detectar enfermedades con precisión, analizar imágenes diagnósticas o acelerar el desarrollo de fármacos. En el comercio digital permite ofrecer recomendaciones personalizadas, optimizar la logística y mejorar la atención al cliente con asistentes virtuales. También destaca su uso en la banca para detectar fraudes y prever comportamientos de mercado.

La inteligencia artificial se está consolidando como una pieza clave en la estrategia económica y tecnológica de Catalunya y de España. Tanto las administraciones públicas como el sector privado ven en esta tecnología una oportunidad para impulsar la innovación, aumentar la competitividad y generar puestos de trabajo cualificados.

Según datos recientes del Ministerio de Economía, el mercado de la IA en España movió más de 1.400 millones de euros en el 2023, y se prevé que esta cifra se multiplique en los próximos años.

En el caso de Catalunya, el sector tecnológico, y especialmente el vinculado a la IA, tiene un peso creciente: Barcelona se ha convertido en un hub europeo de referencia, con un ecosistema de startups, centros de investigación y empresas tecnológicas en plena expansión.

El Plan Nacional de Estrategia en Inteligencia Artificial e iniciativas como la estrategia Catalonia.AI tienen como objetivo posicionar el país como líder en el desarrollo y uso de esta tecnología. Eso incluye inversiones en investigación, apoyo a las empresas emergentes, colaboración con universidades y fomento del uso ético y seguro de la IA.

Los principales ámbitos de aplicación son la salud, con sistemas de soporte al diagnóstico; la administración pública, con servicios más eficientes y automatizados; la industria, donde la IA permite optimizar procesos y reducir costes; y el sector financiero, con herramientas avanzadas para analizar datos y detectar fraudes.

Barcelona, capital de la IA en el sur de Europa

Barcelona acoge también acontecimientos internacionales como el AI & Big Data Congress, que reúnen expertos y empresas de todo el mundo y confirman el interés creciente en esta área.

A pesar del potencial, los retos también son evidentes: carece de talento especializado, necesidades de regulación clara y riesgo de brecha digital. No obstante, el compromiso institucional y empresarial indica que la IA jugará un papel decisivo en el futuro económico de Catalunya y de España.