Las bolsas mundiales están registrando un rendimiento muy interesante en lo que va de año: el índice IBEX 35 gana el 12%, el EuroStoxx 50 un 14%, el estadounidense S&P 500 logra una revalorización del 9% y el tecnológico Nasdaq se apunta una subida del 26%. Pero el buen comportamiento de los mercados de acciones no tiene su reflejo en un incremento de los volúmenes de contratación. Un desfase entre rendimiento y entrada de inversores que cuestiona la solidez de estos movimientos alcistas. Es más, uno de los argumentos para esperar una bolsa alcista en el futuro –si se consigue un aterrizaje suave de las economías- es la entrada de mucho dinero que ha preferido no participar en bolsa este año.

Por ejemplo, en el caso del mercado de acciones español, los volúmenes acumulados hasta abril han caído un 20% respecto a los del pasado año, hasta un acumulado de 116.991 millones de euros. El deterioro del negocio lleva produciéndose años: En 2015 el mercado español negociaba una media de 3.800 millones de euros diarios y en 2022 la media de contratación diaria alcanzó los 1.409 millones. 

En el caso de los mercados identificados por sus índices S&P 500 y Stoxx 600 se está produciendo una contracción muy fuerte del negocio en lo que va de mayo que ha llamado la atención de los analistas. Por ejemplo, Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro, explica que estos bajos volúmenes han desconcertado a los escépticos del mercado, “ya que ha venido acompañado tanto de una baja volatilidad como de rentabilidades positivas de las acciones. Nuestro análisis de estacionalidad muestra que los volúmenes no son sinónimo de rendimiento”, explica.

Este experto tranquiliza a los temerosos de la falta de volumen en este rally alcista. “Los volúmenes medios de negociación de junio-agosto son solo un 5% inferiores a los del resto del año. Julio suele ser el mes de menor volumen del año. Los volúmenes son entonces un 28% inferiores a los de marzo, que es con mucho el mes de mayor volumen. Se supone que un volumen bajo conlleva una volatilidad elevada y malos resultados, pero la rentabilidad media del S&P 500 en junio desde 1964 ha sido positiva en un 0,10%”, indica.

Los expertos hablan de factores coyunturales y otros de más largo alcance que explica la menor actividad en los mercados de acciones. Así, actualmente, apuntan a que las bolsas se encuentran en un tiempo de espera, después de haber digerido los datos de resultados empresariales. Ahora, las incertidumbres sobre la marcha de la economía y la inflación que se resumirán en las reuniones de los bancos centrales a mediados del próximo mes de junio, llevan al dinero a esperar para tomar posiciones más contundentes en la renta variable.

Entre las causas estructurales se encuentran el peso cada vez mayor del capital riesgo, así como el auge de la gestión pasiva. La entrada de grandes inversores en el capital de las compañías lleva a dejar menos capital libre para la negociación. Asimismo, el llamado equity capital ha realizado numerosas operaciones de compra de empresas cotizadas que ya no están en el mercado. En cuanto a la gestión pasiva que suele replicar el comportamiento de los índices, esta utiliza en algunos casos la compra directa de acciones para replicar con exactitud la marcha del índice. Pero en numerosas ocasiones usan derivados financieros (futuros y opciones) para remedar la marcha de los índices. Estos activos no suelen provocar ese incremento del negocio que sí se genera con la compra directa de títulos.

La importancia del negocio

Javier Tejedor Chanes, responsable de oferta digital productos de trading en Singular Bank, explica en un artículo que el volumen de contratación de una acción es un elemento clave a la hora de entrar o salir de un valor concreto. “Lo que realmente nos va a interesar a la hora de operar en el mercado son los cambios en el volumen de una acción. Un incremento del volumen nos dirá que hay más agentes en el mercado interesados en negociar la acción, o bien hay agentes que están operando por cuantías mayores”. Y añade: “si vas a operar en bolsa, echar un vistazo al volumen te puede dar pistas sobre los momentos óptimos de entrada y salida del mercado. Observando un gráfico histórico, verás que las grandes subidas y caídas del mercado suelen ir acompañadas de un fuerte incremento del volumen negociado”, indica.

Por último, los expertos de XTB recalcan la importancia del volumen negociado en la solidez de las oscilaciones de los títulos. “Un movimiento de precios que viene acompañado de un aumento proporcional del volumen se considera más significativo que cuando no es así”, concluyen.