La sequía está limitando los espacios donde poder plantar césped. Así pues, las restricciones en su riego también hacen replantear muchos de sus clientes finales en la opción de tener cubierto el jardín o su terraza con césped artificial. Ahora bien, desde el sector, nos aseguran para ON ECONOMIA que no dan abasto y hay otras derivadas a tener en cuenta cuando se hace este cambio. Además, desde la pandemia, el precio por metro cuadrado se ha disparado y, aunque hace nueve meses se aplica una política de contención, la demanda puede provocar otro boom de los presupuestos finales.

"Hacen falta profesionales"

Después de Semana Santa, la demanda de este servicio aumenta exponencialmente. Si damos un repaso a los anuncios de radio y televisión de las últimas semanas, podemos escuchar muchas de estas empresas anunciando sus servicios, pero también reclamando mano de obra ya que faltan instaladores especializados. Adam Bernard, Director de Verdeco, lo constata: "No damos abasto, nos faltan manos. Hacen falta operarios cualificados ya que, todo el mundo se piensa que el césped artificial es ponerla como si se tratara de un parquet y primero requiere de una preparación del terreno específica. Además, es un campo con muchos autónomos y cuesta encontrar personal con continuidad para nuestras empresas".

En esta línea también coincide Eudald Morera, Consejero Delegado de Royalverd y responsables del césped del Camp Nou: "Obviamente faltan profesionales y estamos viendo un cambio de tendencia del césped natural a lo artificial". Sin embargo, afirma que desde su experiencia no perciben que los precios tengan que subir por la sequía: "Es un cambio de tendencia, pero esperamos que la sequía no venga para quedarse. En el césped natural, ni el exceso de lluvias ni la sequía les favorece. Son factores que se suman a que la tendencia hacia lo artificial, hasta ahora, se hacía motivada por la comodidad que da".

Aumentos progresivos de 10 céntimos por metro cuadrado

Desde Verdeco, nos aseguran que cada día pueden recibir de 10 a 20 llamadas pidiendo presupuesto para instalar césped artificial. El aumento de precios se arrastra con la covid: de la misma manera que hubo un boom en las reformas del hogar, también una necesidad de tener más "adornados" los jardines de las casas. Desde entonces, los precios por metro cuadrado sufrieron aumentos múltiples de 10 céntimos que llegaron a rozar los 80 céntimos o el euro en total, dependiendo de la tipología de césped. Ahora, los precios también aumentan por la demanda, pero por otros motivos: la falta de personal y las horas extras que se tienen que añadir a los profesionales actuales, pero hay más: "En Barcelona, si tenemos que tener en cuenta lo que tenemos que pagar para aparcar y llegar hasta un lugar, también tendremos que añadir este coste. Y con la inflación, todo sube", concluye Bernard.

Hay más causas de los aumentos. Aunque la solución a la sequía parece que es el césped artificial, esta también lleva implícita un aspecto ligado a la crisis actual. El componente principal es un derivado del petróleo, el polietileno. Si esta materia principal sube, todo se condiciona. Los que lideran el sector, aseguran que en los últimos nueve meses se ha asegurado frenar la tendencia y hay una contención de precios. Pero lo que pueda pasar a partir de ahora con la sequía es una incógnita.

El último grande boom del sector fue con la sequía del año 2008 y ahora esperan repetir la situación. El metro cuadrado de césped artificial va de los 10 euros a los 25, dependiendo de la calidad. También se tiene que sumar la preparación del terreno ya que no se puede plantar encima de un terreno donde había césped natural. La reconversión incluye un gasto adicional.

1.500 litros de agua por metro cuadrado

A pesar de todo, el precio final siempre resulta más económico. De entrada, en el ámbito sostenible. Regar césped natural, en nuestra casa, implica de 5 a 10 litros por cien metros cuadrados durante el invierno; repetir el mismo proceso mensualmente en primavera; y de forma semanal en verano. En total, un metro cuadrado puede llegar a necesitar de 1.000 a 1.500 litros de agua cada año. Además, por la clase de césped utilizada en el conjunto del Estado, se tiene que cambiar toda cada tres años, aproximadamente. El césped más vendido es la llamada grama americana y, a diferencia de otros países, siempre se tiene que pensar al plantarla para sacarla al corto plazo. Pero es la más resistente a las altas temperaturas y por eso se utiliza.

"Para que llueva, conviene tener césped natural"

Desde Royalverd, también alertan de que el césped artificial no debe ser la solución a todo: "Entre una u otra, hay una combinación de ambas y más aún, un césped natural más resistente. Debemos tener en cuenta que hay muchas variedades y en un clima mediterráneo, contar con césped natural que pueda vivir en condiciones de calor más altas es necesario. Para que llueva más, hace falta césped natural. Dejarlo a un lado tampoco es la solución, incluso para combatir la sequía" .

En el caso del césped artificial, regarla tan solo se hace de forma puntual por dos usos principales: la limpieza del polen, la contaminación, entre otros; para refrescar la superficie si queremos andar descalzos. Además, cuentan con sistemas de garantía y el nivel de vida puede ir de los 6 a los 20 años, dependiendo de la calidad del producto.

En, cambio, en césped natural, esta ya viene acondicionada a la sequía en un estado de Alerta. El mismo Govern explicita que hace falta extremar la eficiencia del riego y hacerlo con las dotaciones mínimas posibles, previendo el riego en horas de mínima insolación y deteniendo el riego en momentos de lluvia. En ningún caso se podrá superar una dotación de 450 m3/ha/mes. En el caso de los jardines particulares, el riego se podrá realizar solo 2 días cada semana, siendo el Ayuntamiento el responsable de determinar la pauta de alternancia. Por defecto, las viviendas con numeración par o sin numeración pueden regar los miércoles y los sábados, y los que tengan numeración impar los jueves y los domingos.

Por otra parte, desde el Gremio del Floristas de Catalunya, aseguran que en ámbitos más reducidos, lejos de grandes jardines o espacios con terraza, todavía no han notado gran cambio y el consumo de plantas, a nivel general, sigue igual. Pero sí advierten que hay que ser curosos con el agua y, aunque en las grandes ciudades, eso todavía no ha llegado, no descartan que este camino sea lo mismo para el resto.