Tras un año de sequía de salidas a bolsa en España, 2024 promete una intensa actividad bursátil. Empresas como Puig, Cirsa, Cosentino, Bergé, Tendam, Hotelbeds o Restaurant Brands han demorado sus respectivos saltos al parqué en un año marcado por la elevada inflación, los altos tipos de interés y la incertidumbre financiera. Se trata de compañías que llevan meses en las quinielas para empezar a cotizar y que un entorno económico más favorable puede dar el impulso necesario para que comiencen las operaciones. 

"En este 2023, hemos vivido en uno de los años con una política monetaria más dura de los últimos 10 años, como consecuencia de las medidas tomadas por el BCE para frenar a la inflación", explica Javier Cabrera, analista de XTB. "Unas condiciones monetarias más duras y unos tipos de interés más altos suelen drenar liquidez de las bolsas, por lo que las valoraciones también son más exigentes y el capital conseguido con una OPV es menor bajo estas condiciones", añade. 

Por su parte, Diego Morín, analista de IG, señala que "el entorno desde julio del año 2022 no ha sido propicio en cuanto a salidas a bolsa, ya que las políticas monetarias restrictivas de los bancos centrales han penalizado las estrategias de muchas empresas, así como unos tipos de interés elevados, mostrando cierta incertidumbre por el futuro de las economías y una situación de tensión geopolítica en aumento".

La bajada de tipos favorecerá a las valoraciones

¿Es entonces 2024 un buen año para las salidas a bolsa? "Con las expectativas de bajadas de tipos podría ser un buen año para salir a cotizar a bolsa, aunque todavía tendremos unos tipos de interés altos en comparación con años atrás. A lo largo del segundo semestre del 2024 podría ser interesante lanzar una OPV o empezar a plantearlo, puesto que será a partir de esa fecha cuando los tipos sean inferiores a los niveles actuales, si todo va como se espera", comenta Cabrera al respecto. 

De este modo, destaca que, en cuanto los tipos comiencen a bajar, aflorarán las salidas a bolsa. "Unos tipos de interés más bajos hace que los inversores aumenten su apetito por el riesgo en busca de rentabilidad. No es que los inversores en bonos del estado vayan a invertir en OPVs, sino que todo el conjunto de inversores da un paso a activos en teoría con más riesgo para compensar la pérdida de rentabilidad sufrida por la bajada de tipos", añade el analista. Asimismo, con unos tipos de interés bajos, las valoraciones de las acciones suelen ser más altas, por lo que el incentivo es doble.

No obstante, Cabrera destaca que las OPVs en España no suelen ser muy rentables para los inversores. "Si miramos el periodo 2010-2019, salieron a cotizar 172 compañías, de las cuales 12 han quebrado y tan solo podríamos mencionar algunos casos de gran éxito, como podrían ser Aena o Grenergy Renovables. Por tanto, en el caso de que un inversor quiera sacar provecho de una salida a bolsa, debería centrarse en compañías que tengan altos retornos, con ROEs (rentabilidad financiera) por encima del 15% y con múltiplos bajos o aceptables, que han reportado unas rentabilidades superiores con mucha diferencia en cuanto al resto".

En este sentido, Diego Morín coincide en que en España no se dan las condiciones adecuadas. "Tampoco auguro un buen futuro para el 2024, pese a que el mercado comienza a descontar una rebaja en los tipos de interés, pero la llegada de una recesión podría 'parar' salidas a los mercados, situación que por ahora no termina de dar la cara por el continuo gasto de los gobiernos. Por lo tanto, explica el experto, este tipo de operaciones estarán condicionadas a "si se produce una recesión económica suave o fuerte".

Puig puede abrir paso al resto

Con todo ello, el grupo de belleza Puig, la compañía de juego Cirsa, el fabricante Cosentino, la empresa de infraestructuras Bergé, la textil Tendam (Cortefiel), Hotelbeds o Restaurant Brands Iberia (Burger King) podrían dar el salto al parqué durante este ejercicio. Empresas a las que se suman otras posibles como OK Mobility o Calvera Hydrogen.  

Si bien algunas de las mencionadas ya se han pronunciado públicamente de manera proactiva una OPV, otras han sido más ambiguas al respecto. En cualquier caso, hay firmas que ya están preparando sus salidas, encargando a grandes gestoras la colocación de acciones, aunque por lo general muestran cautela y prefieren que el mercado se abra primero. 

En este sentido, fuentes del mercado destacan que la posible salida del grupo Puig, propietario de marcas de lujo como Paco Rabanne, Carolina Herrera o Jean Paul Gaultier, podría ser un incentivo. Más allá de un entorno económico más favorable, que una empresa de solvencia y tamaño como Puig dé el primer paso podría servir para que el resto de compañías hicieran lo mismo.