¿Cuál es el techo de las acciones de Nvidia, convertida en el fenómeno bursátil más destacado del nuevo milenio? Pues la respuesta iría estrechamente ligada al nuevo fenómeno de la Inteligencia Artificial (IA) que supone el cerebro de esta nueva tendencia que promete ser una revolución similar Internet. Nvidia no tiene competencia en los chips que fabrica y vende cada uno por más de 10.000 dólares. Su importancia en la nueva tecnología se compara con lo que fue Intel y sus procesadores para el mundo del ordenador personal.

Y todo ello se ha visto generosamente reflejado en su cotización en el mercado tecnológico Nasdaq de Estados Unidos. En los dos meses y medio de este año ya ha subido el 91% -comenzó el año en 481 dólares- y se mueve en torno a los 920 dólares por acción con un valor bursátil de 2,2 billones de dólares, entrando y superando en algunos casos a algunos de los gigantes de la tecnología como Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet o Meta. La subida de Nvidia en los últimos 12 meses es de nada menos que el 283%. Aunque han sido los últimos años, los de su despegue unido al potencial de la IA, su evolución desde su salida a bolsa, allá por 1999, con 12 dólares evidencia el éxito del que apostó por este pequeño valor tecnológico.

El pasado 22 de febrero fue clave para Nvidia cuando hizo públicos sus resultados correspondientes a 2023. Unas cifras que esperaban atentos los analistas para confirmar o desmentir lo que había detrás de la compañía ligada a la nueva tecnología de la IA. Pues no defraudó y ese mismo día cerró en Wall Street con una subida del 16% para sus acciones. Pues no defraudó: multiplicó por seis su beneficio neto gracias al avance de la inteligencia artificial (IA) con 29.760 millones de dólares o 27.508 millones de euros (un 581% más respecto a los 4.368 millones de dólares de 2022) y una facturación de 60.922 millones de dólares (un 126% más). "La computación acelerada y la IA generativa han alcanzado un punto de inflexión. La demanda está aumentando en todo el mundo a lo largo de empresas, industrias y naciones", dijo en la nota el fundador y consejero delegado, Jensen Huang.

Crecimientos meteóricos que respaldaban las subidas y acallaban los comentarios de los expertos más escépticos con el fenómeno bursátil de moda, incluso el prestigioso diario  Financial Times llegó a publicar días antes de mostrar sus cuentas “Nvidia es una locura, ¿para cuándo la caída?”

Sin embargo, Chris Gannatti, jefe de análisis global de la gestora WisdomTree, comenta que “no existe realmente un precedente en el que una empresa pase de estar muy por debajo del billón de dólares de capitalización bursátil a estar lo suficientemente cerca como para hablar de un billón de dólares de capitalización bursátil en menos de un año”. Este experto fija un panorama futuro para sustentar este precio de la tecnológica: “la valoración actual de Nvidia podría respaldarse si la empresa puede multiplicar por 10 sus ingresos actuales y hacerlo con un margen operativo en torno al 55 % (estable) en los próximos 10 años. Aunque en la actualidad no se puede saber si eso ocurrirá o no, se puede señalar que todo el mercado de semiconductores (es decir, todas las ventas de todos los semiconductores, no solo de aceleradores de IA) ha sido de 500.000 a 600.000 millones de dólares en los últimos años, y Nvidia, por sí sola, en 10 años puede alcanzar unos ingresos anuales de 600.000 millones de dólares”, concluye.

Richard Clode, gestor especializado en tecnología de Janus Henderson, apunta tras la presentación de estos resultados que el debate del mercado en torno a Nvidia desde mediados de 2023 ha girado más en torno a la trayectoria de crecimiento en 2025 y más allá que a los muy sólidos resultados de 2023. “Nvidia ha recorrido un largo camino para convencer al mercado de que no están a punto de estancarse pronto. Los vectores clave para ello son las transiciones generacionales en computación, la amplitud de la base de clientes, las continuas limitaciones de suministro, su hoja de ruta y el potencial para reavivar el negocio en China”, explica. Y añade: “la confianza en estos vectores de crecimiento sigue impulsando las estimaciones de consenso de los vendedores, que han subido más de un 400% en el último año, superando la subida proporcional del precio de la acción, lo que ha mantenido las valoraciones bajo control”, estima.

Miedo a la burbuja

Grandes bancos de inversión como Bank of America o Goldman Sachs daban recomendaciones de compra sobre Nvidia nada más presentar resultados. Pero su ascenso sigue siendo tan meteórico que rápidamente se superan los precios objetivos marcados. Por ejemplo, Goldman subió su recomendación a 800 dólares pero ya se ha quedado obsoleta. Eso sí argumentaba que “vemos a Nvidia, dada suposición competitiva dominante en la computación acelerada, como el facilitador clave de desarrollo de IA generativa en grandes proveedores de servicios en la nube y empresas, que abarca una amplia gama de industrias verticales y estados soberanos”, concluyen en su informe.

Las dudas sobre la posibilidad de que exista una burbuja en torno a la gran innovación que supone la Inteligencia Artificial es una pregunta recurrente entre los inversores estos días, dado el desempeño del sector. “Creemos que no se trata de una burbuja, ya que el buen comportamiento del sector está impulsado por los 7 Magníficos, no por una amplia apuesta por la tecnología”, explica David Rainville, gestor de fondos del grupo Generali Investments.

Desde su punto de vista, es posible que con el tiempo se forme una burbuja en la IA, pero creemos que sólo estamos en sus inicios. “Por ejemplo, Nvidia, que es la empresa más vinculada a las inversiones en IA, cotiza a menos de 30 veces el beneficio por acción (BPA) de consenso para 2025. Para ponerlo en perspectiva, en el punto álgido de la burbuja del covid, las acciones de Nvidia cotizaban más cerca de 60 veces el BPA previsto. En nuestra opinión, los inversores aún pueden invertir en tecnología y en IA”, concluye el experto de Generali.