El 20 de abril de 2023 pasará a la historia por ser el día en el que se aprobó el primer marco regulador para las criptomonedas. Tras más de cuatro años de análisis, dos ejercicios de formulación legislativa, múltiples cambios y un sinfín de dudas y críticas, el Parlamento Europeo dio luz verde a la Ley MiCA, la que es la primera referencia reguladora de las criptomonedas en todo el mundo y con la que, tanto inversores, como empresas, esperan que se avance hacia una regulación mayor, más amplia e internacional del mercado de los criptoactivos en un futuro próximo.

La Eurocámara aprobó MiCA con 517 votos a favor, 38 en contra y tres abstenciones. Dicha ley, pese a antojarse crucial para el desarrollo y buen porvenir de la industria criptográfica, ha levantado las críticas de varios agentes del mercado, aunque casi la totalidad del sector ha mostrado su optimismo por la aprobación del primer marco regulador del sector con el que, además, Europa supera a Estados Unidos. Aun esto, y pese a que, en los últimos días, el término ‘MiCA’ ha copado las primeras planas de varios medios, hay quien no sabe lo que es esta ley y todo lo que aporta al sector.

De entrada, las criptomonedas, pese a la proliferación y calado que han tenido en los últimos años, era un mercado sin regular. Aunque los más puristas de las criptos entienden que estos activos están preconcebidos para ser independientes, seguramente ni ellos mismos hubieran predicho hace una década la importancia que iban a tener las criptomonedas en las finanzas y en las economías actuales. Ante el nivel de adeptos que el mercado cripto mueve y, por supuesto, ante la cantidad de problemas que se han originado en el sector (quiebras, estafas…) en los últimos años, los cuales han elevado la incertidumbre entre los inversores, el mercado demandaba una regulación amplia.

¿Qué es la Ley MiCA?

Hasta antes de MiCA, las naciones se las ‘arreglaban’ para regular la industria, algo que generaba sobresaltos entre empresas, sobre todo a la hora de obtener licencias y operar legalmente en un país u otro. Con la nueva regulación europea, este ‘problema’ se borra. MiCA es un reglamento que se aplicará a los criptoactivos que no estén regulados por la legislación vigente sobre servicios financieros. Lo que se busca con esta ley es regular la emisión, oferta al público y la negociación de las criptomonedas. El objetivo: que el consumidor esté informado de lo que compra, de los riesgos que implica la inversión en criptomonedas, de saber en todo momento dónde están sus depósitos… digamos que la ley refuerza la transparencia de la industria; dotándola de mayor seguridad, y asentando la certidumbre, conceptos que, hasta ahora, no quedaban del todo claro en el mercado cripto.

Además de ello, MiCA unifica el reglamento para las plataformas que operen en los Estados miembro de la UE. Todas ellas deberán estar suscritas a la nueva regulación, la cual entrará en vigor a mediados de 2024 o finales de 2025. De esta forma, habrá un control exhaustivo de todos los movimientos de las empresas del sector, las cuales deberán informar a los reguladores de aquellas transacciones que susciten dudas o sean ilegales, entre otras muchas cosas.

MiCA se antoja como el primer paso hacia una regulación más amplia y exhaustiva, la cual, con seguridad, será revisada para añadir pequeños detalles que, hoy por hoy, se escapan. Cabe destacar que el de las criptomonedas es un sector muy joven, el cual ha experimentado una evolución abrupta en sus pocos años de vida. Esa evolución prematura continúa y lo que hoy está a la vanguardia, seguramente en 12 meses esté anticuado. Pese a ello, MiCA ha abierto la veda, instaurando un primer marco regulador para una industria que lo clamaba desde hace años.

Las plataformas acogen MiCA con optimismo

Para Javier de la Torre, director de Binance en España y Portugal, la ley es un “hito en el desarrollo de la industria de las criptodivisas y Web3”. El directivo cree que “aunque los pequeños detalles serán clave, creemos que se trata de una solución pragmática a los restos a los que se enfrenta la industria”. Por su parte, para Eric Demuth, CEO de Bitpanda, MiCA es “una legislación pionera a nivel mundial. Se trata de una normativa estandarizada que aportará confianza y seguridad al sector”.

Después de un 2022 negro, en el que varios inversores perdieron la confianza en el mercado cripto a raíz de las quiebras de firmas como FTX o Celsius, el cese de operaciones de Kraken en Japón, o los parones en Binance… MiCA viene para revertir ese temor y esa desconfianza de los inversores hacia esta industria. Al fin y al cabo, un mercado como el de las criptomonedas, el cual va a más y tiene peso para las entidades bancarias internacionales, necesitaba de una regulación. Para Sergio Gualix, CEO de Oubita, “al contar con un marco legal sólido, los inversores podrán sentirse más seguros al realizar transacciones”.

Para José María Viñals, profesor de Derecho en el IEB, esta regulación “fortalece la estabilidad financiera de la eurozona y hace énfasis en la transparencia y protección al consumidor, que es lo que busca la Ley”.

¿Cuáles son los ‘pero’ de MiCA?

Pese a que la mayoría de los expertos y directivos de plataformas de criptomonedas consideran que esta norma marca un punto de inflexión en el sector, también hay voces críticas. Como informó ON ECONOMIA, Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) expresó a principios de febrero que la Ley MiCA “no es un bálsamo arreglatodo” y que “no eliminará todos los riesgos”. Para el máximo mandatario del regulador español, la nueva norma regula “dos o tres escalones por debajo de lo que se requiere a los instrumentos regulados”.

Otro de los puntos que no terminan de encajar entre los directivos es que MiCA no regula ni a los NFT ni tampoco a las Defi, dos mundos con arraigo al sector cripto, puesto que se fundamentan en la red Blockchain y que, sin embargo, no están amparados con la nueva ley. Para Sergio Gualix, CEO de Oubita, la norma “debería haber llegado antes y debería ser más amplia, abarcando a los NFT y a las finanzas descentralizadas”.

Otra cuestión de importancia es que, con todos los retrasos que ha habido a la hora de preparar esta norma (debería haber entrado en vigor a mediados de 2023), la ley no va más allá de los criptoactivos. Una de las críticas más escuchadas es que, esta norma, por su configuración y por lo que abarca, va a estar por detrás de la tecnología Blockchain en todo momento.

Por otro lado, otro de los ‘pero’ que deja esta nueva norma para los principales gobernantes, expertos y directivos de empresas es que debería ser una regulación internacional. Pese a que todos coinciden en que es un primer paso importante y el breakeven del sector de las criptomonedas, también creen que no debería quedarse únicamente en una sola jurisdicción. Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, o Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, creen que debería ser una norma internacional, sobre todo por los desequilibrios que puedan darse en las diferentes regiones. Desde Bitpanda creen que “hay que eliminar los vacíos legales y aplicar la regulación a todo el mundo, sobre todo a los agentes no europeos que operan ilegalmente en el mercado”.

Sea como fuere, MiCA es el comienzo de lo que puede ser una regulación más extensa y amplia. Para José María Viñals, profesor de Derecho del IEB, “el auténtico éxito de la norma dependerá del trabajo de implementación que se lleve a cabo mediante la concreción de determinados aspectos técnicos que aún no han sido definidos”. Por lo pronto, el sector de la criptomoneda ya tiene su ley, algo que, como poco, aporta credibilidad, transparencia, solidez y confianza tanto a los inversores como a los Gobiernos internacionales.