El Mobile World Congress también nos invita a viajar por todo el espacio. En la mesa redonda Going Hypersonic, la European Space Agency quiere liderar la conectividad fuera de nuestro planeta. El debate ha contado con el director ejecutivo de Cohere, Ray Dolan, y Jim Taiclet, presidente de Lockheed Martin que han reflexionado en torno a esta idea.

Así pues, el ESA está invitando empresas espaciales privadas de Europa y el Canadá a crear un servicio comercial compartido de telecomunicaciones y navegación para misiones lunares poniendo una constelación de satélites en torno a la Luna. Solo durante la próxima década se lanzarán unas 250 misiones en la Luna, segundos los análisis de mercado Northern Sky Research, que la compañía prevé que activará una economía lunar de 100.000 millones de euros, creando puestos de trabajo y prosperidad a la Tierra. El ESA quiere liderar o ser un socio internacional en muchas de estas misiones lunares, robóticas y tripuladas, incluidas las que prevén una presencia lunar permanente.

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El proyecto Moonlight

La creación de un servicio compartido de telecomunicaciones y navegación para estas misiones reduciría la complejidad del diseño y las haría más ligeras y rentables. Y en esta misión trabaja el proyecto Moonlight. Para tener éxito, cada uno de estos planes ambiciosos requiere capacidades de navegación y telecomunicaciones fiables. Construirlos de manera independiente sería costoso, complejo e ineficiente. Si este trabajo fuera subcontratado a un consorcio de empresas espaciales que pudiera poner una constelación de satélites en torno a la Luna, cada misión individual sería más rentable.

Casi 100 empresas de toda la cadena de valor han indicado que están interesadas en implicarse en el ambicioso proyecto. El ESA tiene una larga historia de exploración lunar y recientemente ha suministrado el módulo de servicio europeo que impulsó la misión Artemis I de la NASA en la Luna. Todas las futuras misiones lunares de Artemis incluirán los módulos de servicios europeos del ESA.

El proyecto se marca en el hito del 2030, pero antes se quiere avanzar en el aspecto comunicativo y se prevé lanzar una nave espacial Lunar Pathfinder diseñada para ofrecer servicios de comunicaciones asequibles en las misiones lunares. Desarrollada en colaboración con el ESA, la nave espacial será un facilitador de misiones para misiones polares y lejanas que, sin la línea de visión directa de la Tierra, de otra manera tendrían que conseguir su propia nave espacial de retransmisión de comunicaciones que proyectarían la conexión en el espacio.