El crecimiento del P.I.B y la creación de empleo apuntalan la buena salud de la economía española, pero entre las señales de alerta está el auge de los despidos colectivos. Si ya en 2023 crecieron un 51% con relación al año anterior, 2024 ha arrancado con grandes anuncios como los de H&M y Telefónica y recortes en las pymes. Los cambios en la industria y el comercio, el efecto rebote de los ERTE y los aumentos de costes tienen parte de la culpa. 

Los 36.500 afectados por despidos colectivos que hubo en España en 2023, 100 despidos al día, fueron un 51% más que el año anterior y una de las cifras más altas de los últimos años. Y aunque 2024 arrancó con una reducción del 23% de despidos colectivos (1.949 trabajadores afectados en enero, última cifra publicada), los grandes anuncios de H&M, que despedirá a 588 trabajadores, y Telefónica, con 3.640 (aunque serán bajas voluntarias), aún por plasmar en la estadística, hacen presagiar un 2024 aún peor. 

También lo apuntan las sensaciones en despachos laboralistas, como el de CECA-Magán. Àlex Santacana, socio y laboralista de la oficina de Barcelona, explica a ON ECONOMIA que “ya se han cerrado dos” y han llegado peticiones de análisis de cuatro en lo que va de año en su despacho, uno de una tienda de electrodomésticos en concurso de acreedores y otro de una fábrica de piezas de automoción que ha visto caer ventas. Son bastantes más que el año pasado por estas alturas.

La lista de ERE, más allá de Telefónica y H&M, es larga. Solo en Catalunya, se han anunciado 115 despidos en Leilat, 35 en Holcim, 157 en Danone y 155 en Venca por sendos cierres, 140 en Johnson Controls-Hitachi. Y en el resto de España, 600 en Invertium, 119 de Altamira, 50 en Telepizza, 133 en Majorel, 56 en Coca-Cola, 152 en Altadia, 117 en Roca Tiles, 20 en Codgames, 50 en Ugao, 249 en Grupo Vivanta, 148 en Mecaner y muchos otros que no han trascendido. 

7.000 amenazados por despidos colectivos

En total, suman alrededor de 7.000 personas con trabajos amenazados por un ERE anunciados en tres meses, cifra que no es equiparable a la del año pasado porque hay ERE que no trascienden y porque son anuncios en marcha, algunos aún por negociar, y que deben cerrarse en diferentes meses a lo largo del año. Pero sí que sirve para tener una noción de que algo no va bien. 

“La inflación y el aumento de los costes tanto laborales como de materias primas y los problemas de financiación por la subida de tipos” son algunas de las causas económicas que afectan a todos los sectores, según Santacana, si bien hay otros específicos. La industria, “sigue cayendo porque es más barato producir fuera”, con su constante deslocalización. 

En el sector servicios, “el auge de las tiendas online propicia recortes de personal y cierre de tiendas físicas”, añade el abogado. La economista experta en laboral Nieves Rabassó, del Col·legi d’Econosmites, añade además que “la reducción de jornada laboral impulsará más recortes en el sector retail”, en el que trabaja, puesto que para algunas tiendas será difícil mantener el puzle horario con la jornada de 37,5 horas. “A las pymes de retail, esta reforma les afectará mucho”, completa. 

Cuestiones legales

La gran carga de nuevas normativas regulatorias del empleo (canal de denuncias internas, planes de igualdad, informes de sostenibilidad, protocolos LGTBI) son también una “gran amenaza para las pymes” según Rabassó, que cree que “la burocracia es inviable y la inseguridad jurídica muy elevada”. 

La reforma laboral también tiene cierta incidencia en los ERE, como en los contratos de prueba que finalizan antes de tiempo, y Santacana señala que “con la reforma laboral, empleos que antes eran temporales ahora son fijos y en ocasiones se despiden por ERE cuando finaliza temporada”. Además, “muchos ERE no se llegan a hacer, pero se opta por goteo de despidos”, recuerda Santacana apuntando a los ERE encubiertos. 

Desde los sindicatos, todavía no se echan las manos a la cabeza pero ven algunos motivos de preocupación. Más allá de los ERE, ERTE como el de ArcelorMittal en Asturias, acería que da empleo allí a 5.000 personas, muestra algunos problemas de la industria. 

Mientras esperan que se confirme la construcción de su nueva planta de gas natural con las ayudas de descarbonización que pidió cuando prometió que sería de hidrógeno verde, la empresa tiene su producción reducida porque asegura que los pedidos bajan y que cuesta competir con productores chinos. 

Raúl Olmos, adjunto a la Secretaría confederal de Acción Sindical y Empleo de CC. OO., cree que “es pronto para saber si los ERE de Telefónica y de H&M harán crecer el número de despidos colectivos en 2024”, pero apunta a que existían “unos ERE embalsamados en ERTE” que aún siguen aflorando.

“Las medidas de contención que se fueron desactivando y el impacto de los precios energéticos tuvieron un efecto en 2023”, apunta Olmos, que cree que hay una “motivación fiscal” en la preferencia de las empresas por los ERE, ya que ofrece algunos beneficios fiscales pagar la indemnización con relación a pagar un sueldo porque son rentas exentas del IRPF proporcional a los tramos. 

Transformaciones claves para el empleo

La transformación de la industria y de los servicios “pueden tener problemas serios”, reconoce Olmos, “si no se afrontan como es debido”. En la descarbonización de la industria, apunta “problemas de tramitación y déficit de aportación de inversión privada” de los PERTE que por ahora estancan inversiones y que pueden afectar a la industria, como sucede con ArcelorMittal. La adaptación de los empleos a la Inteligencia Artificial será también una cuestión delicada en un futuro, como ya muestran los recortes de las tecnológicas alrededor del mundo reconociendo que esta es la motivación. 

Además, los presupuestos europeos en descarbonización no pueden competir con los estadounidenses a la hora de atraer inversiones. La transformación digital y ecológica, apunta Olmos, se vive con las complicaciones que se dan cuando “lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer”, parafrasea al teórico marxista Antonio Gramsci. 

El número de trabajadores inmersos en despidos colectivos cayó un 23,5% en enero en comparación al mismo mes del año anterior, hasta un total de 1.949 trabajadores afectados, según datos provisionales del Ministerio de Trabajo y Economía Social recogidos por Europa Press.

Desde UGT Catalunya, la responsable de política sindical Núria Gilgado apunta que el aumento de ERE “no es problemático si tenemos en cuenta que estamos en momentos récord de empleo”. “Nos preocupan los grandes ERE y sobre todo porque se dan por cuestiones que no tienen que ver con la no viabilidad de las empresas, sino por decisiones estratégicas”, expresa Gilgado. “Es muy fácil hacer un ERE sin justificar bien la causa, sobre todo desde que en 2012 eliminaron la necesidad de obtener una autorización administrativa para ello”, añade. “Se usa mucho más de lo que se debería”, completa. 

Para Gilgado, “el comercio electrónico y las deslocalizaciones, que sufrimos desde hace años” son dos elementos centrales y recuerda el caso de Nissan, que era viable pero decidió marcharse. “El pacto nacional por la industria atenúa el problema industrial en Catalunya, que está aguantando bien, pero pedimos al Govern que aumente sus inversiones industriales”, pide Gilgado. 

Recuerda, no obstante, que “aunque algunos sectores pueden estar tomando decisiones estratégicas, hay otros como el turismo, la construcción o el transporte que están generando empleo” y recuerda el potencial de unas renovables por desplegar en Catalunya y que podrían generar puestos de trabajo. 

La sequía tiene también un efecto negativo en las empresas, recuerda por su parte Cristina Torre, secretaria de Acción Sindical de Comisiones Obreras en Catalunya. “Hay empresas en ERTE forzosos por la sequía en Lleida y si la situación no cambia se pueden convertir en ERE”, apunta Torre. 

Celebra, en cambio, que “Catalunya no está perdiendo empleo industrial” y recuerda que las tecnológicas lideraron los ERE catalanes en 2022, pero que siguen generando puestos de trabajo y tienen nuevas necesidades.