Mònica Roca, ingeniera de telecomunicaciones y cofundadora y directora de la firma isardSAT, había entrado en la Cambra de Comerç de Barcelona como vicepresidenta en 2019 con la candidatura Eines de País. Dos años más tarde, el 8 de marzo de 2021, con la retirada del entonces presidente Joan Canadell, se puso al frente de la institución cameral que este año celebrará elecciones.

¿Satisfecha de la gestión realizada?
En los últimos cuatro años hemos vivido una coyuntura económica complicada, porque hemos cogido dos años de pandemia. Nosotros teníamos una estrategia que era atrevida, que comportaba cambios en el modelo económico y tomaba como base el conocimiento. Y se ha visto afectada por lo que ha sido esta coyuntura. A pesar de eso, hemos hecho un montón de cosas, desde las prioritarias a causa de la crisis económica y sanitaria de la pandemia dando apoyo a las empresas, hasta abarcar proyectos de largo plazo —Blockchain, internacionalización, digitalización...—, hemos desarrollado los indicadores de progreso y bienestar (sanidad, energía, jóvenes, educación), de lo que estoy muy orgullosa... Estoy satisfecha de nuestra obra de gobierno, de las actuaciones internas y externas, pero no podemos acabar aquí, tenemos más cosas por hacer y seguiremos trabajando para las empresas.

¿Eso quiere decir que se presenta a la reelección?
Confío en que la Cambra siga en manos del grupo de empresarios y de los mismos órganos de gobierno actuales, afines a lo que en su momento fue Eines de País, y que ahora, con una nueva candidatura responderá a otro nombre, que no sabemos cuál será todavía. Yo formaré parte  de ella y me presentaré por mi epígrafe, pero no sé quién sería presidente o presidenta.

¿Por qué cambiar el nombre? El espíritu de Eines era posicionar el independentismo en las instituciones del país...
Quizás estamos en un contexto diferente, pero el espíritu sigue siendo el mismo que tenía y tiene Eines y eso es importantísimo. Queda claro que la misión de Eines se ha cumplido en la Cambra, ya se ha hecho, y hay un equipo fuerte y consolidado, un equipo que nos focalizamos en la Cambra, por eso quizás ahora mismo no hace falta que nos presentemos respondiendo al mismo nombre.

¿Liderará la candidatura?
Me presentaré por mi epígrafe y formaré parte de la candidatura que impulsemos, pero no dejaré de ser presidenta para entrar en campaña. Sería un error hacerlo de otra manera. Por lo tanto, estoy y estaré al margen de la candidatura hasta la recta final de las elecciones.

Me presento, pero estaré al margen de la candidatura hasta la recta final de las elecciones.

¿Cree que los electores validarán la gestión de Eines de País?
Creo que la gestión nos valida. ¡Movilizar a la gente no es fácil, eh! Por lo tanto, aunque nos validen los mismos que nos votaron en las anteriores, yo hago un llamamiento a la participación masiva. La gente se tiene que sentir interpelada. La gente tiene que ser consciente de que, aquí y en todas partes, para poder exigir tiene que votar. En este sentido, como país, y en el sur de Europa, la ciudadanía tiene poca calidad democrática. Es muy importante, de cara al empresario, que entienda que puede votar. En general, el empresario y el autónomo no son conscientes de que pueden votar en la Cambra por el solo hecho de ser responsables de un negocio; no hay que ser socio. Toda empresa y autónomo, por el solo hecho de serlo, está relacionado con la Cambra. En las últimas elecciones se dio un salto importante en participación: de los 700 votos válidos que se habían obtenido cuatro años antes, a unos 20.000 votos. Sobre la participación esperada, mejor no dar cifras. Pero claro, doblar la cifra sería óptimo, porque el censo lo forman unas 450.000 empresas y autónomos.

MONICA ROCA, Cambra de comerç / FOTO: Montse Giralt
La presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona, Mònica Roca / Montse Giralt

¿Las elecciones, en septiembre?
Parece ser que sí, aunque ahora vuelve a estar sobre la mesa la opción del mes de junio. Lo único que consideramos y hemos sugerido al Departament d'Empresa es que las elecciones no se hagan en verano, julio o agosto, por sanidad democrática. Parece que también son partidarios. Entre todos tenemos que promover la participación. Por lo tanto, o es antes de San Juan y después de las municipales [28 de mayo] o ya mejor en septiembre. En el momento en que se apruebe el decreto para el proceso electoral, en las próximas semanas probablemente, será necesario mirar cómo queda el calendario y concretar.

¿Veremos una campaña controvertida? ¿Como en los últimos comicios?
De hecho, las elecciones, antes de conocer el resultado, no fueron muy controvertidas. Solo recuerdo que el mismo día que se celebraban, en la puerta de la sede de la avenida Diagonal, alguna de las candidaturas había concentrado un grupo de gente a su favor y hubo una pelea. Imagino que habría alguien involucrado y alguna compensación detrás. Pero, aparte de eso, yo no recuerdo que hubiera ningún malestar. Se hicieron muchos debates donde participamos todas las candidaturas y fueron unos encuentros muy correctos. Hecho que demuestra que todo lo que sucedió giró en torno al resultado que obtuvimos.

Bien, ¿pero esta semana Carlos Tusquets excandidato en 2019, dijo que la gobernanza de la Cambra está en falso y que el proceso electoral no es robusto?
Todo eso es muy absurdo. Yo lo que sospecho es que, otra vez, como en 2019, se actuará en función del resultado que puedan obtener determinados candidatos, si se presentan para optar a la presidencia. Se denunciará o se actuará por otra cosa. Me parece muy importante destacar que se presentó un recurso en función del resultado de las elecciones. Está claro que detrás de estas actitudes hay unos intereses muy concretos. Carlos Tusquets es un excandidato que se presentó y no ganó, por lo tanto, su actitud no es imparcial. ¿Si realmente hay dudas sobre el sistema del proceso electoral, por qué no se presenta un recurso enseguida que salga publicado el decreto electoral?

Carlos Tusquets es un excandidato que se presentó y no ganó, por lo tanto, su actitud no es imparcial

¿Uno de los argumentos es que su candidatura fue la segunda más votada en 12 epígrafes y que, si el sistema electoral hubiera sido robusto, los hubiera ganado?
Eso es imposible. ¿Es que él sabe el sentido del voto de las votaciones que se anularon? ¿Asume que este voto iba para su candidatura? Porque entonces quizás hay alguna cosa que se nos escapa, algún fraude que se nos escape. La junta electoral fue muy estricta, por supuesto imparcial.

MONICA ROCA, Cambra de comerç / FOTO: Montse Giralt
La presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona, Mònica Roca / Montse Giralt

Se da la paradoja de que se llegará a las elecciones sin la nueva Ley de las Cambres Catalanes que acumula dos legislaturas de retraso. ¿Esta legislatura habrá ley?
Sí, y diré más, espero que entre en el Parlament antes de que se hagan las elecciones en la Cambra. Esperamos que entre como proposición de ley. Nuestro objetivo es un acuerdo de los tres grupos parlamentarios PSC, ERC y Junts, para que lo entren en el parlamento como proposición de ley. Porque tenemos el 'sí' de los tres.

¿Pero no hay consenso? Pimec no está de acuerdo con el planteamiento del proyecto de ley.
Con Pimec... desgraciadamente, arreglamos una divergencia y, enseguida, surge otra. Por ejemplo, la Cambra nunca ha querido actuar como un agente social. Para que eso quede demostrado, en el artículo 3 punto 2 del proyecto de ley de Cambres se dice todo aquello que no queremos ser. Un hecho que no tiene sentido, porque las leyes no recogen lo que no quieres ser, sino lo que tienes que ser. Allí ya queda explicitado que no estaremos presentes en las negociaciones colectivas. No somos ni queremos ser un agente social. Este fue el gran punto de discusión y se solucionó, después han ido surgiendo otras objeciones y, cuando parecía que había consenso de todas las partes, Pimec se levantó de la mesa de negociaciones. A mí me sabe muy mal, porque soy una persona de consenso y porque querríamos que Pimec estuviera, pero lo que no podemos pretender es que una patronal que no deja de ser una asociación privada tenga el poder de vetar una ley que regula una relación entre el Govern de Catalunya y las 13 cámaras catalanas. No se le puede otorgar este poder.

Pimec quiere hacer una candidatura unitaria que definiríamos... ¿antindependentista?

¿Cómo se resolverá?
Pensamos que seguro que el proceso parlamentario será complejo y habrá enmiendas.

¿Me está diciendo que es un tema politizado?
Digamos que las patronales tienen manera de entrar enmiendas a través de los grupos parlamentarios. Con eso está todo dicho.

Pimec está muy activa promoviendo una candidatura.
Pimec hace tiempo que está activa con el tema y está intentando consolidar una candidatura unitaria, que podríamos definir... antiindependentista?. Pero no seré yo quien la defina. Que sean ellos mismos los que le pongan nombre.

Quizás la política también se ha dejado ver en la desaparición de la vicepresidencia que Barcelona tenía en la Cámara de Comercio de España... La han perdido.
Cierto, y con no muchas buenas maneras. Quien tenía que ser reelegido presidente de las cámaras españolas, a la hora de diseñar su comité ejecutivo, no incluyó la vicepresidencia para la Cambra de Barcelona, sin hacérselo saber a la Cambra de Barcelona. Puede ser lícito, pero se tiene que informar y, a partir de aquí se puede abrir una negociación. Asumo mi culpa, pero teniendo en cuenta que mi voto se delegó a quién tenía que ser reelegido presidente, en ningún momento dudé y dí por hecho que teníamos la vicepresidència. Además, Barcelona es la cámara con más peso en el conjunto de España. No entraremos a hablar sobre los motivos que puede haber detrás de esta decisión.

El proyecto de ley también incidirá en la financiación a futuro de las cámaras. ¿Qué esperan?
La Administración debería financiar el cien por cien de los costes de la actividad que hace la Cambra como institución pública, porque esta tarea está recogida en la ley; y viene dada por la ley española y se recoge en el proyecto de ley de Cambres del Govern catalán. Ahora mismo nuestro marco legal de referencia, aunque no nos guste, es la ley española del 2014, porque la que tiene en vigor Catalunya se remonta a 2010 y todavía habla de la cuota cameral. Con eso no quiero decir que queramos recuperar la cuota cameral, pero alguien tiene que cubrir la financiación para que las cámaras desarrollen la tarea de función pública que nos determina la ley.

La Administración debería financiar el cien por cien de los costes de la actividad que hace la Cambra como institución pública

¿Actualmente, qué aportaciones públicas reciben?
Este es un punto interesante. La función pública de la Cambra tiene que estar financiada con dinero público. Ahora mismo, la Generalitat está financiando por debajo del 10% del coste de la labor que la Cambra de Comerç de Barcelona hace como función pública. Unos 300.000 euros del coste de 3,5 millones que invertimos en función pública. Pero eso representa un 1,5% del presupuesto total, que el año pasado llegó a los 24,5 millones. Eso cubre, una parte del personal, la estructura, una parte del gabinete de estudios, la tarea que hacen las comisiones consultivas... Nosotros lo que reclamamos es que esta función consultiva, institucional, todo lo que recoge la ley como nuestra función pública, tendría que estar financiado con dinero público. Eso es lo que reclamamos a la Generalitat, y que se recoja en la nueva ley de Cambres Catalanes. Porqué, si no está financiada, ¿cómo la cubrimos? Si nuestra única fuente de ingresos es la prestación de servicios a las empresas. ¿Qué tenemos que hacer? ¿Sacar del margen de los servicios que damos a las empresas la financiación para las actividades de nuestra función pública? Eso es lo que hacemos ahora, pero no podemos intentar ayudar a las empresas cobrándoles más sobre el coste del servicio para poder financiar la función pública.

Sus opositores critican que, por lo tanto, hayan acordado eliminar la mayoría de las sillas del pleno que van asociadas a una aportación económica voluntaria proveniente, mayoritariamente, de grandes empresas. Eso representaba una considerable aportación económica.
Cabe decir que las sillas con esta aportación solo existen desde 2019. Son 14 sobre un pleno de 60 miembros. De estos, unos 40 se tienen que escoger por sufragio y 6 están reservadas para las organizaciones empresariales más representativas, Foment del Treball y Pimec. Como prioridad de nuestra gobernanza, acordamos ir al máximo del sufragio -que puede ser cero sillas con aportación- pero dejaremos dos. Sin embargo, insisto, se podría ir al sufragio máximo y no tenen ninguna silla ligada a una aportación económica voluntaria. De hecho, ahora ya solo hay 11, porque 4 abandonaron el pleno voluntariamente. Sin embargo, claro, para las próximas elecciones vuelve a haber una subasta de dos sillas, porque no nos equivoquemos, eso es una subasta a partir de 75.000 euros anuales a cambio de tener voz y voto en el pleno. Se queda la silla quien está dispuesto a hacer una aportación voluntaria más alta. Nosotros, eso, este sistema, lo entendemos como una compra del voto; un proceso 'feo' en el siglo XXI.

Validaría la frase: ¿"Hemos hecho una gestión empresarial de la institución"?
Por descontado. De entrada porque somos empresarios y la Cambra trabaja para las empresas. No necesariamente para el patrón, sino en beneficio de la empresa y en beneficio del tejido económico. Por lo tanto, nos parece bien hacer una gestión empresarial porque es la razón de ser de la Cambra. Tenemos una función consultiva de recoger la opinión de las empresas y lo hacemos a través de las comisiones. Por otra parte, una vez recoges todo eso, trasladarlo a las instituciones, a las administraciones. Eso es nuestra función más institucional. Y, tercera, dar servicios a las empresas necesitadas de estos servicios.