Renfe consiguió cerrar el mes de abril con beneficios por primera vez este 2023. Los primeros meses de cada año son tradicionalmente negativos para el tren, pero la movilidad suele repuntar con la celebración de la Semana Santa, que este año ha tenido lugar en el cuarto mes del año, al igual que otros eventos como la Feria de Abril, la celebración de Sant Jordi, o la gran Operación Salida del 28 y 29 de abril (con motivo del puente del 1 de mayo). Todo ello llevó a la compañía a ganar 2,81 millones de euros en el cuarto mes del año.

Así lo pone de relieve la empresa que preside Raül Blanco en una nota, donde explica que el resultado positivo que la empresa consiguió el pasado mes de abril (el primer beneficio mensual de este año), se debe al "gran crecimiento de la demanda, la mejora en el ebitda y el excelente comportamiento de los ingresos y la contención en el gasto".

El ebitda (resultado antes de impuestos) fue de 42 millones de euros en abril y el número de pasajeros transportado por Renfe alcanzó los 170,4 millones de viajeros, 40,1 millones más (un 31% más) que en el mismo período de 2022. Aunque aquí "destaca" el crecimiento en los servicios públicos de Cercanías y Media Distancia como consecuencia de la medida de abonos gratuitos aprobada por el Gobierno, indica la compañía pública.

Renfe también destaca el incremento de la demanda en el AVE, "que a pesar de la entrada en España de la competencia italiana (Iryo) y francesa (Ouigo) ha crecido en el primer cuatrimestre un 15,1%, con casi 900.000 nuevos viajeros en este período". La compañía asegura que está realizando "un gran esfuerzo" para mejorar la ocupación y aprovechar sus trenes de alta velocidad, pues cuenta con el mismo número de trenes que tenía hace más de 10 años y, sin embargo, ha tenido que atender, "con ese mismo material", necesidades surgidas de aperturas de nuevas líneas, con la llegada de la alta velocidad a Alicante, Granada, Ourense, Murcia o Burgos, por ejemplo.

La compañía ferroviaria indica que esta situación se solucionará progresivamente a partir de noviembre, cuando empiece a contar con la nueva flota de trenes de la serie 106, anunciada por Talgo hace unos días. Con todo, la empresa ha elevado sus ingresos en 71 millones de euros durante el primer cuatrimestre, al pasar de 1.261 millones en 2022 a 1.332 millones en 2023, lo que supone un incremento de un 5,7%.  

En cuanto a los gastos, Renfe subraya que se encuentra inmersa en un importante esfuerzo de contención. Así, sus gastos solo han aumentado en 28 millones de euros (un 2,3%), al pasar de 1.233 millones en el primer cuatrimestre de 2022 a 1.261 millones en el mismo período de 2023. Mientras que el ebitda acumulado del primer cuatrimestre pasa de 27,5 millones en 2022 a 70,9 millones en 2023, lo que supone una mejora de un 157,7%, o elevarlo en más del doble año contra año.

El resultado neto de Renfe (de enero a abril) pasa de 97,1 millones de pérdidas en 2022 a 67,6 millones de pérdidas en 2023, lo que supone una reducción del 30,4%, descontados las amortizaciones y el resultado financiero (aunque este último empeora en 9 millones de euros como consecuencia del incremento de los tipos de interés).

Renfe lleva en pérdidas desde el inicio de la pandemia. Tras ganar más de 100 millones de euros en 2019, la compañía pública perdió casi 500 millones en 2020, otros 350 millones en 2021 y 108 millones en 2022. Desde la primavera del año pasado, algunos meses puntuales ha conseguido volver a beneficios, pero no han sido suficientes para cerrar en verde el ejercicio completo.