La compañía farmacéutica Reig Jofre tiene el fomento de la internacionalización dentro de su visión estratégica de crecimiento, que completa con la consolidación del negocio, y lo hace con la vista puesta en el Este de Europa. Si el 2021 fue el turno de su llegada a Polonia, para este año la compañía prepara el aterrizaje en Chequia, que se convertirá en el noveno mercado donde Reig Jofre opera con equipos propios. Para abordar este país, inicialmente, la compañía abrirá la filial para atender la demanda de los productos indicados en el tratamiento de la osteoartritis y el dolor osteoarticular y dermatológicos que produce y comercializa desde la división de especialidades farmacéuticas.  

La compañía quiere replicar el modelo de expansión que ha seguido en Polonia, por los buenos resultados que le ha dado, ya que en solo dos años el mercado polaco ha aportado 13 millones de euros a las ventas de 2023, que han alcanzado la cifra global de 316 millones. En el conjunto de los ocho países comercializa directamente, el grupo obtuvo unas ventas de 188 millones de euros en el 2023. Por lo tanto, la filial de Chequia -que también cubrirá la demanda de Eslovaquia- irá introduciendo gradualmente la línea de dermatología -para el cuidado de la piel, del cabello y de las uñas- y los productos de las gamas del cuidado y bienestar de la salud (control de peso, energía, estrés y sueño, y belleza).

El consejero delegado del grupo, Ignasi Biosca, ha explicado que actualmente la estructura estable en Polonia es de 35 personas y que en el último año el negocio registró un incremento del 74%. De todos modos, Biosca no se aventura a poner cifras a la evolución que pueda tener la compañía en los mercados de Chequia y Eslovaquia, pero sí que admite que tienen en proyecto analizar el mercado de Hungría.

De los productos químicos en los biológicos

Biosca ha manifestado este miércoles que la internacionalización es uno de los ejes del nuevo plan estratégico que aplicará a partir de 2025; como también lo es aplicarse en la fabricación de productos de mayor rentabilidad, por lo cual, "no descartamos ir abandonando gradualmente la fabricación de medicamentos de base química por otros de base biológica -productos biotecnológicos y terapias avanzadas. En este sentido, el consejero delegado de la firma y miembro de la tercera generación de la familia Reig Jofre -que todavía controla un 63% del capital de la compañía, mientras que el resto cotiza en el mercado continuo- ha subrayado que la industria farmacéutica en Europa en general, y en España en particular, está ahogada por el control de los precios de los medicamentos y el constante incremento de los costes de producción -como la energía-, de las materias primas, de los salarios y los costes derivados de la rígida legislación europea. La compañía ha confirmado su apuesta por este segmento de actividad este martes, con el anuncio de una inversión de 5,8 millones de euros en la biotecnológica Leanbio.

"Mientras eso pasa -ha dicho-, en España venir de la Ley del Medicamento del 2006 que fijó un sistema de control de precios a la baja, que no se ha modificado," de manera tal que actualmente hay medicamentos esenciales -como los antibióticos- que tienen unos precios irrisorios que ni mucho menos cubren dejan una mínima rentabilidad. Para evaluar la magnitud de esta situación, Biosca ha concretado que "el 80% de los medicamentos que se prescriben en España ya están fuera de patente", es decir, ya son genéricos. "Los costes no dejan de subir, mientras que el precio no se ha revisado; es una problemática para el conjunto de Europa, que en algún momento tendrán que resolver las administraciones, porque se corre el riesgo de que la industria deje de producir estos productos", cuando en la Unión Europea se está haciendo un esfuerzo por tener autonomía estratégica en áreas como la de la salud. El grupo Reig Jofre produce una amplia gama de antibióticos betalactámicos en la planta que tiene en Toledo. En total tiene una plantilla de 1.323 trabajadores.

Reig Jofre tiene cuatro plantas de fabricación (dos en Toledo para antibióticos), una en Sant Joan Despí (Barcelona) para el desarrollo y la producción de inyectables y liofilizados estériles, otro en Malmö (Suecia) para productos dermatológicos. El grupo ingresó 316 millones de euros en el 2023, un 17% superiores al año anterior, y consolidó un beneficio neto de 9,5 millones, un 16% más anual.