Las empresas españolas están pagando un salario medio bruto de 44.778 euros anuales a los responsables de las áreas técnicas, unos 2.500 euros más de lo que venían percibiendo en 2021. Con esta revalorización, los responsables técnicos han superado los sueldos que percibían en 2020 (43.056 euros) y que sufrieron una importante revisión a la baja en 2021 (42.247 euros). Registrado en 2022, el incremento anual medio ha sido del 5,99%, y se ha agudizado en el caso de las empresas de menos de 50 empleados que han pagado aumentos del 6,94%, situando el salario medio en los 38.937 euros al año. En la mediana empresa (hasta 250 empleados) el aumento se ha fijado en 5,30% hasta los 47.376 euros, mientras que la gran empresa paga 53.504 euros, un 1,66% más.

La recuperación salarial tiene su razón de ser en la alta demanda que se ha producido de este eslabón profesional que, como responsable de un área técnica, aporta conocimiento y valor añadido al desarrollo del negocio y refuerza la estructura empresarial, a pesar de que normalmente no forma parte del comité directivo de las empresas. Esta es una de las conclusiones del último informe Evolución salarial 2007-2022, que elabora la consultora ICSA Grupo y EADA.

En su decimosexta edición, el informe señala que 2022 se ha caracterizado por ser la primera vez en 15 años -desde que se realiza el estudio- que todas las categorías analizadas -empleados, mandos intermedios y directivos- han elevado sus remuneraciones, “aunque la descontrolada inflación desluzca estas mejoras”, ha explicado Ernesto Poveda, presidente de ICSA, durante la presentación del informe. Denota además que la franja de los encargados de las labores más específicas (entiéndase I+D, comercial, producción, calidad, seguridad…) fueron los más perjudicados durante la etapa más crítica de la crisis financiera de 2008, es decir, entre 2010 y 2015. En esos años, muchas compañías eliminaron o sustituyeron algunos cargos de responsabilidad como medida de ahorro de costes. La falta de demanda y el número de profesionales disponibles en el mercado redujo los salarios anuales entre los 37.600 y los 37.800 euros. Ello incremento la brecha salarial entre directivos y empleados en la mayoría de las empresas españolas, desde los 80.000 euros para los altos ejecutivos a los poco más de 21.000 de los asalariados.

Siete años más tarde, esta distancia es inalterable. Los ejecutivos -aquellos que forman parte del comité de dirección de las empresas- están cobrando un salario medio bruto anual de 85.500 euros y los empleados poco más de 24.000. Pero en medio, los mandos intermedios cobran los ya mencionados 44.778 euros anuales. Estos niveles se han alcanzado en 2022 después de registrarse una subida anual del 3,4% (2.812 euros más) para los directivos y del 3,71% (869 euros) para los trabajadores. El informe evidencia una contracción en la subida salarial de los altos ejecutivos en la gran empresa que han recibido una retribución un 2,4% más alta, hasta los 110.500 euros anuales y, en el lado contrario, sus homólogos de la pequeña empresa se han quedado por debajo de la media estatal, 68.891 euros al año. Entre los asalariados, las distancias según la dimensión de las compañías son también acusadas. De los poco más de 21.000 euros (con un alza del 3,54% en 2021) de las firmas más pequeñas, a los 27.500 de las grandes empresas (un crecimiento del 6%), pasando por 25.110 euros que cobran quienes trabajan en una pyme, tras la mejora salarial media del 1,27% del pasado año. Cabe decir que las diferencias salariales, si bien se mantienen proporcionalmente en el conjunto de España, las comunidades autónomas que están por encima de la media son Madrid y Catalunya que acaparan los mejores sueldos en las tres categorías, con la excepción de las retribuciones a los empleados que también sobrepasan el salario medio bruto en Navarra.

Los salarios, desacompasados con la inflación

En este sentido, Ernesto Poveda argumenta que “no se puede asumir el elevadísimo incremento de la inflación en un único ejercicio”. Algo que corrobora Jordi Assens, profesor de EADA Business School, al reconocer que “optar por una subida de sueldos al mismo ritmo que la inflación, lejos de aliviar la pérdida de poder adquisitivo, habría provocado con toda probabilidad, una espiral inflacionista”. De hecho, los responsables del informe admiten que “la recuperación del poder adquisitivo de los salarios no será tarea inmediata, sino que hay que contemplarla de forma progresiva en los próximos ejercicios”, ya que el impacto de la inflación ha sido determinante, “como no se había conocido en décadas anteriores”.

Entre sus conclusiones, figura también el hecho de que la continua aparición de innovaciones tecnológicas implica una actualización de conocimientos y habilidades dirigidas a directivos y mandos intermedios, básicamente, que están orientadas a incrementar la productividad. Y reiteran la recomendación de que las empresas españolas abandonen progresivamente los incrementos salariales lineales e incorporen elementos de evaluación más flexibles, como pueden ser el pago por productividad u objetivos.

Por sectores de actividad, en líneas generales, están mejor pagados toda persona que trabaja en la banca o la industria, sea cual sea su cargo de responsabilidad. Entre los altos ejecutivos, no obstante, aquellos que desempeñan su labor en las empresas de transporte, también ganan más. Algo similar ocurre con los técnicos y los empleados del sector de la construcción, que son los que más se acercan al sueldo medio.

En el contexto actual, las recomendaciones de la consultora ICSA pasan por aumentar la productividad mediante el fomento de la I+D, la incorporación de tecnologías como la Inteligencia Artificial, apostar por la automatización, y mejorar las condiciones de trabajo. Dicho sea de paso, el informe que analiza más de 80.000 datos y aspectos salariales ha evidenciado que “los nuevos modelos de trabajo no tan presenciales y más orientados a objetivos parecen haber perdido fuerza en España, en comparación con los países del entorno europeo”.