Este sábado se cumple un año de la salida a bolsa del gigante de perfumería y cosmética Puig. Con una valoración inicial de prácticamente 14.000 millones de euros y una de las operaciones más destacadas del 2024, la firma propietaria de marcas como Carolina Herrera o Paco Rabanne ha visto caer sus acciones más de un 30,73% desde su debut. Ahora, 365 días más tarde, la compañía afronta su segundo año como empresa cotizada con la debilidad del sector del lujo en el punto de mira, la crisis geopolítica y la volatilidad de los mercados.
De hecho, la salida de Puig en bolsa fue la mayor en Europa aquel año y la de mayor peso en España desde el 2015. El presidente ejecutivo de la compañía, Marc Puig, fue el encargado de ejecutar el tradicional toque de campana en la Bolsa de Barcelona y sostuvo que la nueva etapa como cotizada "es el mejor modo para asegurar el futuro a largo plazo de la firma y la sostenibilidad del proyecto para las siguientes generaciones". La multinacional saltó al parquet con una valoración de 13.920 millones de euros y un precio por acción de 24,50 euros, el máximo de la horquilla prevista. Durante los primeros minutos de cotización, las acciones llegaron a subir más de un 8%, pero cerraron el día sin cambios. Ahora, un año más tarde, las acciones han caído un 30,73%, hasta los 16,97 euros por acción.
La depreciación de la acción de Puig se debe a una combinación de varios factores, tanto internos como externos, entre los cuales destacan el debilitamiento de la demanda en mercados clave, el impacto de la política arancelaria de los EE.UU., las tensiones comerciales y el efecto contagio por los resultados de sus competidores, especialmente después de la presentación de las cuentas de LVMH, líder del sector del lujo, que cayeron más de lo esperado. Además, a todo eso se le añade la retirada puntual de un producto de la marca Charlotte Tilbury.
Cabe recordar que solo dos meses después de su salto en bolsa, Puig pasó a formar parte del Ibex-35 en sustitución de Melià Hotels con una valoración que escalaba hasta los 15.176 millones de euros. "Es cierto que desde el momento de la salida a Bolsa la acción ha experimentado una bajada, pero todos los compromisos que adquirimos en el momento los hemos ido más que cumpliendo. Por lo tanto, sentimos que hemos hecho nuestro trabajo, apuntó hace unas semanas Puig, para añadir que "el sector en general ha sufrido un decrecimiento en el que la compañía no es inmune".
"Puig es de los valores más recomendados por los analistas"
Para Borja Ribera, director en finanzas personales en GVC Gaesco y profesor universitario, Puig es de los valores "más recomendados" por los analistas financieros. "Es cierto que la acción ha sido castigada, pero salió bastante cara y durante el año pasado la compañía no llegó a los resultados que esperaba. Sin embargo, la empresa se encuentra en un momento muy positivo, registró un beneficio neto de 531 millones --un 14% más-- y cuenta con un margen bruto del 75%. En este sentido, el profesor recuerda que hay "incertidumbre en todo el sector" y que Puig es una empresa muy cíclica, pero que, aun así, es una empresa atractiva y con potencial de crecimiento.

Afectación por la política arancelaria
Con respecto a la afectación arancelaria, Ribera señala que, cuando Donald Trump anunció los gravámenes, el precio de la acción de Puig se situaba en torno a los 17 euros y acabó registrando su mínimo histórico, en 14,20 euros. "La caída de los 17 euros a los 14,20 euros sí que fue por los aranceles, pero no fue una problemática solo de Puig, fue un problema coyuntural porque afectó a todo el mercado en general".
Marc Puig, presidente ejecutivo de la compañía, reconoció hace un mes que estos tendrán impacto en el rendimiento de la compañía, pero destacó la diversificación geográfica como estrategia para mitigar este riesgo. Sin embargo, ya anticipó que los gravámenes podrían desencadenar en un aumento de precios en el mercado, después de añadir que Good Girl, de Carolina Herrera, es el número uno en perfumería femenina en los Estados Unidos.
En una línea similar habla Jordi Fabregat, profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad en Esade y director del Executive Máster en Finanzas de Esade, que confirma que no es habitual que una empresa caiga tanto en bolsa en su primer año como cotizada, pero que los múltiples de la empresa son correctos y positivos. "Estamos en un momento de incertidumbre y volatilidad, que hace especialmente difícil valorar con precisión las empresas, pero queda claro que con la entrada de Trump en la Casa Blanca, muchas compañías se han visto afectadas". Además, cree que las acciones no seguirán bajando, pero que cuando hay situaciones de incertidumbre, lo primero que se reduce es el consumo y más aún en el segmento del lujo.
La compañía cumple con las previsiones de crecimiento
A pesar de los desafíos, la mayoría de analistas mantienen una visión optimista sobre el futuro de Puig. Además, la multinacional ha cumplido con sus previsiones de crecimiento para este 2025, a pesar de los pronósticos de desaceleración del mercado global de la belleza. Las ventas netas de Puig en el primer trimestre alcanzaron los 1.206 millones de euros, lo que supone un incremento del 7,5% a perímetro y tipos de cambio constantes (LFL) y del 7,8% en términos reportados. En los tres primeros meses del año, la compañía registró un crecimiento en todos los segmentos geográficos, destacando los resultados de Américas y Asia-Pacífico.
La familia Puig mantiene el 71,7% de los derechos económicos y el 92,5% de los derechos de voto, gracias a un sistema dual de acciones que otorga cinco votos por acción de clase A (en manos de la familia) y un voto por acción de clase B (en manos de inversores institucionales). Esta estructura permite a la familia conservar el control de la empresa y, al mismo tiempo, contar con la entrada de inversores.