Nueva crítica de uno de los grandes actores de la banca española al tributo gubernamental. En ocasión, Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, ha cargado contra el impuesto que propone el Gobierno de España, el cual deberán empezar a pagar las entidades bancarias afectadas en los próximos días. El máximo mandatario del banco catalán, que ha participado en el Encuentro Anual realizado en la Cámara de Comercio de Sabadell, ha expresado que el impuesto es “injusto y arbitrario”.

En línea con la opinión negativa del ejecutivo, este ha añadido que está “fuera de normas”, y que Banco Sabadell “está estudiando las vías que podemos tomar para defender los intereses de nuestros accionistas”.

Un impuesto que no afecta a todos por igual

De esta manera, Oliu corrobora la opinión negativa que vienen dando los actores de la gran banca hacia el impuesto gubernamental. El Ejecutivo liderado por Sánchez propuso este impuesto, el cual se extiende por dos ejercicios, puesto que consideraban que la banca estaba sacando provecho de una circunstancia difícil para la sociedad. Cabe destacar que desde mediados del curso pasado, la coyuntura económica se ha agravado con las continuas subidas de tipos de interés llevadas a cabo por los bancos centrales, además de la incesante inflación.

Habiendo pasado algo más de mes y medio desde que se aprobó este impuesto, Josep Oliu ha remarcado que “es injusto porque este tributo penaliza a los grandes bancos y es arbitrario porque no lo hace con todos”. A tal efecto, el presidente de Banco Sabadell supone “un 15%-20% de los resultados de nuestros accionistas y encima no son deducibles”.

Esta opinión no dista de la que dio César González-Bueno, CEO de Banco Sabadell, hace no mucho. El líder del banco catalán considera que el tributo gubernamental sigue sin justificarse pese a los resultados. “Seguimos por debajo del coste del capital y la rentabilidad está por debajo de otros sectores, no se justifica”, sentenció González-Bueno.

Banco Sabadell logró los mejores resultados de los últimos 16 años

La semana pasada, Banco Sabadell anunció unas ganancias anuales de 859 millones de euros, las más elevadas de los últimos 16 años. El banco catalán, como el resto de las compañías del sector, ha acrecentado su posición comercial y, sobre todo, ha dilatado sus cuentas gracias al endurecimiento monetario llevado a cabo por los bancos centrales. Con los tipos de interés de la eurozona en los niveles más elevados desde diciembre de 2008 (2,50%), la banca ha encontrado un filón en la mayoría de sus productos. Tanto el negocio hipotecario, como el prestamista… ha reportado más beneficios gracias a la subida de los tipos de interés.

Además, en el caso de Banco Sabadell, TSB ha funcionado bien otro año más, siendo uno de los principales activos para la firma catalana. En resumen, la entidad bancaria con sede en Alicante vio crecer sus beneficios cerca de un 62% con respecto al anterior curso.

Pese a esto, y basándonos en las palabras de González-Bueno, el crecimiento de los beneficios no justifica la entrada del impuesto. Sea como fuere, la gran banca está a días de comenzar a abonar las cantidades correspondientes, aunque todas ellas han afirmado que recurrirán el impuesto una vez se pague.

Una opinión compartida por la gran banca

Las palabras dadas por Oliu durante la jornada de hoy no distan de la que han dado otros altos mandos de las principales entidades bancarias españolas. María Dolores Dancausa, CEO de Bankinter, considera que el impuesto es “injusto, arbitrario y confiscatorio”. Tal y como informó ON ECONOMIA, la mandataria del banco ‘naranja’ comentó que la banca ya más impuestos que otros sectores, y que los tributos “deben ser objetivos y justos”. Otros altos cargos, como Onur Genç (BBVA) expresó que el tributo a la banca “frenaría el crecimiento en España”.

Josep Oliu ha corroborado la opinión de la gran banca sobre el impuesto al que deberán hacer frente con un pago de 170 millones de euros. Las principales compañías del sector siguen dando un tono ‘aguerrido’ hacia el tributo bancario.

Oliu ha repasado el pasado año señalando que "a pesar del conflicto bélico de Ucrania, la crisis energética y la inflación, las cosas han ido mejor de lo que se esperaba". Y al respecto, ha remarcado cómo "se ha conseguido contener la inflación", que llegó al 10 % y acabará el año con el 5,7 %".

Ha señalado cómo "en el encuentro del año pasado los tipos de interés estaban en negativo" y ha visibilizado que "en diciembre del 2023 estaremos entre el 2,75 y el 3 %". Sobre la inflación, ha aventurado que en el futuro se "acabará estabilizando, hasta volver al 2 %".

Asimismo, ha puesto en valor el crecimiento previsto para España en este 2023, en torno al 1,4 %, y ha señalado que "tenemos la ventaja de ser, junto a Portugal, el país que está más lejos de Rusia y no dependemos tanto como otros países" de su gas.