Hombre, de 40 años, motard sin carné, que quiere lucir una moto con estilo. Este es el perfil de los que suben a las motos Leonart, una marca diseñada y comercializada por la familia Llorens, desde el 2004, en Mataró (Barcelona).

En estos 20 años, Leonart se ha convertido en una marca icónica, que quizás pasa desapercibida por el gran público, pero que se ha hecho un espacio en el nicho de las 125 cc delante de las grandes marcas internacionales del sector. Compiten con Honda, Yamaha, KTM, Aprilia, Kawasaki y Suzuki.

Jordi y Marc Llorens asumen la dirección y el diseño, respectivamente, de la marca Leonart, que lanzó al mercado su padre a Salvador Llorens, cuando su empresa de importación y distribución de maquinaria textil para el género de punto partió la crisis de los años 90 y fue víctima empresarial de los procesos de deslocalización en el Asia y el Marruecos que iniciaron muchas marcas catalanas.

Con un esfuerzo de reinvención por salir adelante con el negocio familiar y "aprovechando sus relaciones comerciales con Italia -de dónde provenían sus máquinas para el textil- en el 2004 se inició en el sector de las dos ruedas. El detonante fue que en España se la conducción de motocicletas de 125 centímetros cúbicos dejó de precisar un examen específico y se convalidaron el carnet de conducir de coches.

Las primeras motos Leonart de 125 cc empezaron a salir del taller de Mataró -donde ahora tienen también una exposición de toda la gama. Con diseño propio, Leonart sacó al mercado una 125 cc más atractiva, mayor y con una estética diferenciadora. La Spyder 125, una chopper, "personalizada". Del 2013 en el 2016 trabajaron con motores de la Piaggio.

En la actualidad, la marca Leonart ha evolucionado a una gama de cinco modelos: Daytona, Pilder, Pulse de 125 cc; Lobo, de 450 cc y la eléctrica Rigger. Se fabrican en la China, con un proveedor de Chongqing, en la región del país asiático, donde fabrican todas las grandes marcas, explica Jordi Llorens.

Leonart Motors comercializa unas 700 unidades cada año, con una horquilla de precios de entre 2.800 y 5.000 euros. La facturación del grupo llegará a 1,8 millones en el 2025.

Los hermanos Llorens quieren hacer crecer la marca con nuevos modelos; después del último modelo eléctrico, "que funcionó muy bien después de la pandemia, pero los consumidores están perdiendo el interés por los motores eléctrico", explica Marc. El artífice de todos los diseños de la marca argumenta que en el segmento de las dos ruedas, la autonomía de las baterías es limitada y el ahorro económico en relación con el coste del combustible convencional "tampoco es tan elevado". La Leonart Rigger tiene una autonomía de 75 km en versión deportiva y de 120 km en versión eco.

Para los próximos tres años, Marc Llorens está trabajando en el diseño de tres nuevos modelos, dos de los cuales los permitirá entrar a la gama de 300 cc con el propósito de posicionar Leonart los EE.UU.; un sueño "que ahora mismo se ha interrumpido debido a las decisiones de Donald Trump".

Varios modelos Leonart Pilder, de 125 cc, que se exponen a Mataró (Barcelona).
Varios modelos Leonart Pilder, de 125 cc, que se exponen a Mataró (Barcelona).

Un 40% de las ventas provienen de la exportación

Mientras tanto, la marca consolidará las exportaciones -que superan el 40% de las ventas- en Francia, Alemania, Eslovenia, Luxemburgo, Bélgica, Malta, Suiza y hasta Japón. Este año también cerrarán un acuerdo con un distribuidor en Bulgaria y quieren abrir el mercado del Reino Unido. "Con los modelos de 300 cc entraremos en una nueva liga", comenta Marc y concreta que hay que hacer una nueva estrategia de distribución.

En el 2024, ya apostaron por la diversificación con "modelos de 125 cc dirigidos al público más joven", destaca a Jordi. El director general explica que hicieron una moto más urbana y una más dirigida los amantes de la montaña, "para ampliar el público objetivo y las edades".

"Los nuestros son unos diseños que perduran en el tiempo, que los motards les buscan para poder lucir una moto estética, que les dé presencia", relata a Jordi, que recuerda que este "es su valor añadido". Del modelo Pilser 125 cc, que salió al mercado hace cinco años y es la más vendida, se hará un restyling.

También es los rasgos característicos que fundamentan la marca desde sus inicios: Una moto de 125 cc que tiene las medidas de una de mayor cilindrada -doble disco de freno, ruedas anchas... - y que permite "presumir de moto, sin tener carné."