Aunque Holaluz da por finalizada su crisis con un plan de ahorro equivalente a sus pérdidas, de 30 millones de euros, y la inyección del fondo Icosium de 22 millones de euros para convertirse en el máximo accionista de la compañía y refinanciar la deuda, el auditor EY mantiene sus "dudas" sobre la continuidad de la empresa. Los esperados resultados de 2024, presentados el martes, muestran unas pérdidas de 31,4 millones, superiores a los 27,6 millones del año anterior y que incrementan la deuda.
La facturación, como era de prever después de una pérdida importante de clientes y de ventas, se redujo en un 56% de los 614 millones de euros en el 2023 a los 271 millones en el 2024. Más allá de la caída del autoconsumo, desde que bajaron los precios de la luz una vez superada la crisis energética derivada de la invasión a Ucrania, que todavía se arrastra, los precios de la luz un 28% más bajos también han repercutido en la caída de los ingresos por la comercializadora de luz.
El ebitda, beneficios antes de impuestos y amortizaciones, ha sido positivo, de 3,5 millones de euros, mejora que sirve a la empresa para defender que ha alcanzado un "récord de eficiencia operativa" propiciado por la Inteligencia Artificial. Para alcanzarlo, la empresa abrió a principios de año la puerta a sus trabajadores al poner fin al teletrabajo, cambio que propició la salida de 80 trabajadores. Poco después, se abrieron 15 vacantes por algunos de los puestos descubiertos.
Con las salidas, la compañía profundizaba un plan de gastos que había sumado gracias a la reducción de impagos con una tarifa justa, la reducción de licencias tecnológicas y la eliminación de otros beneficios empresariales como el seguro médico de Adeslas o las instalaciones deportivas. La reducción de los costes operativos llega al 49%, entre los cuales hay una reducción del 29% en costes de atención al cliente. El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que costó el trabajo a 80 personas a finales del 2023 empezó este camino de reducción de costes laborales que se ha culminado recientemente.
Con el gasto afinado, Holaluz se basa ahora en su modelo de ingresos basado en suscripciones, que genera unos 15 millones de euros mensuales y supone el músculo de la compañía, con 300.000 contratos activos.
La empresa mantiene una cuota del 2% en el segmento solar, "un mercado en retroceso", reconocen, pero ha triplicado la penetración de baterías de almacenaje, que ahora ya tienen el 45% de los clientes de autoconsumo.
La entrada del fondo de inversión Icosium al capital de Holaluz, ya aprobada por el consejo de administración, se ha completado en dos fases: 6,5 millones de ampliación de capital que se han hecho en marzo y 15,5 millones de euros con préstamo convertibles que se ejecutaron el día de la presentación de resultados, esta semana. Y con eso, Holaluz da por cerrada su crisis e iniciada una segunda etapa donde espera reavivar e ir equilibrando su deuda.